Bolivia, corolarios de una crisis parcialmente saldada Bolivia parece ser un país ingobernable y su movimiento social, indomable. La historia contemporánea en general y los últimos cinco años, en particular, han estado marcados por protestas sociales profundas y permanentes. La última crisis institucional se saldó el viernes 10 de junio con la designación como nuevo […]
Bolivia, corolarios de una crisis parcialmente saldada
Bolivia parece ser un país ingobernable y su movimiento social, indomable. La historia contemporánea en general y los últimos cinco años, en particular, han estado marcados por protestas sociales profundas y permanentes. La última crisis institucional se saldó el viernes 10 de junio con la designación como nuevo mandatario nacional interino del presidente de la Corte Suprema, Eduardo Rodríguez. Dos semanas de intensas movilizaciones así como varias tentativas de raras componendas quedaban atrás. Por delante, la perspectiva de nuevas elecciones que el Movimiento al Socialismo (MAS) pretende ganar, tal como lo anticipa en esta entrevista exclusiva Gustavo Torrico Landa, diputado nacional y miembro de la dirección nacional de ese partido.
P: ¿Luego de semanas tan tensas que acaba de vivir Bolivia, y ante el nombramiento de un nuevo presidente interino cuál es su valoración del desenlace?
R: Es un triunfo del pueblo boliviano. Tenemos el sentimiento que el pueblo no perdió la memoria colectiva, y que tuvimos la capacidad de unificarnos para dar este paso adelante. A pesar de todo no es una victoria total, ya que aspiramos a que se concretice la Asamblea Constituyente y la recuperación de nuestros hidrocarburos. Lo importante es que nos da el espacio necesario y el tiempo político para poder reorganizarnos. Sin olvidar que fue una jugada muy dura de la derecha la de dejarnos dos semanas sin parlamento ante la movilización campesina que se acercaba.
P: ¿Quiénes fueron los protagonistas principales de la movilización?
R: La fuerza principal fueron nuestros hermanos campesinos que iniciaron su marcha muy sacrificada. En los tres días finales, se sumaron también los compañeros de las cooperativas mineras que al principio se opusieron a la protesta campesina. No querían que hubiera movilizaciones contra el presidente Carlos Mesa. Era en cierta forma comprensible porque tenían ciertos niveles de poder en ese gobierno. Ante la renuncia del presidente, los mineros tomaron partido a nuestro favor al ver que la gran coalición de derecha volvía a articularse para encumbrarse en el poder. En los dos últimos días, en Sucre, logramos una comunión de ideas para trabajar juntos y evitar una salida que hubiera sido nefasta para el país.
P: ¿Se trató de una alianza de último momento, pero bastante frágil?
R: Así es. Una alianza bastante frágil e inestable pero que nos permitió frenar esta intentona de «golpe blando», como se le llamaba. No era sólo la asunción del presidente del senado Hormando Vaca Díez a la presidencia de la república, sino que esta decisión conllevaba a una militarización creciente del país. La tropa estaba desplegada en varios puntos estratégicos. Tal como lo dijo Vaca Díez, su propuesta era *gobernar e imponer el orden*. Y eso pasaba por la militarización. Pero ahora los hechos cambiaron. Tenemos que trabajar hacia adelante. Hemos ayudado a promover la desmovilización y el desbloqueo paulatino del país. Y vamos a hablar con los sectores más radicales que están en El Alto para que vean que su medida de bloqueo ya no tiene sustento.
P: ¿Qué representan esos sectores que continúan con el bloqueo en El Alto y que exigen la nacionalización de los hidrocarburos en 72 horas?
R: Son sectores con actitudes muy radicales. Cadáveres insepultos de la política boliviana que ahora vuelven a aparecen aprovechando de una movilización que al comienzo era muy genuina.
P: ¿Qué propone el MAS para las próximas semanas?
R: Lo que hemos planteado es que el presidente actual, como lo define la constitución, convoque a elecciones generales anticipadas. En lo inmediato, estamos colaborando para que se levanten todo los bloqueos, ya que pensamos que con un presidente de transición no se puede exigir, como lo hace El Alto, que en 72 horas se encuentren soluciones a los problemas estructurales del país, que estamos arrastrando desde hace tantos años. Llamamos a que el parlamento vuelva a sesionar de inmediato, desde el próximo martes (14 de junio). En esas sesiones plantearemos la modificación de la Ley de Hidrocarburos que es un tema esencial. Y obviamente, queremos hablar con el presidente de la república para recordarle que nosotros hemos enviado un proyecto de decreto a su antecesor para promover la creación de un Consejo pre-Asamblea Constituyente y autonomía que sea el que vaya elaborando las ideas básicas de las reformas a la constitución, de los lineamientos de esa Asamblea y de los departamentos autonómicos , para no entrar a último momento en discusiones vanas e inútiles.
P: ¿Piensa que el MAS puede llegar al gobierno en esa futura convocatoria electoral?
R: Pensamos que el pueblo se ha dado cuenta que somos la única opción política, realmente con visión de país. Hay otros actores y partidos políticos; agrupaciones ciudadanas o la misma derecha …, pero no ofrecen nada de nuevo sino la repetición maquillada de una vieja película ya en desuso. Tenemos todas las posibilidades de ganar las próximas elecciones. Incluso sectores medios que eran muy reacios hacia nosotros han comprendido ahora que somos la única alternativa. Ojalá sea así y podamos cambiar el destino de la Nación.
* con la colaboración de COVOSU, coordinadora de voluntarios suizos en Bolivia y E-CHANGER