Este fin de semana se han llevado a cabo movilizaciones en Londres por la inmediata liberación de Julian Assange y contra su extradición a Estados Unidos. La más numerosa ha sido el tour en bicicleta “Free Assange”, durante el cual un centenar aproximado de ciclistas han recorrido el centro urbano de Londres, finalizando su recorrido ante la Royal Court of London, donde se hizo entrega del galardón Walkley, un premio australiano concedido a Julian Assange por su excelencia y coraje en defensa del periodismo libre. Este galardón fue recogido simbólicamente por su representante Craig Murray, ex embajador del Reino Unido en Uzbekistán.
En su alocución frente a las puertas (cerradas) del Royal Court of London, Craig Murray advirtió que continuar adelante con el procedimiento de extradición del periodista fundador de WikiLeaks a Estados Unidos significaría un atentado irreparable contra la libertad de expresión en el mundo entero y traería consigo una movilización general de todos los profesionales del periodismo contra una justicia británica que sólo sirve a los despreciables intereses políticos y militares de U.S.A. (léase United Svastics of America). «Estados Unidos cree que puede reclamar a cualquier ciudadano de cualquier país del mundo por violar sus leyes -advirtió Murray- y nosotros estamos aquí para demostrarles que eso no lo podrá hacer en el Reino Unido, incluso contando con la complicidad de la justicia británica”.
Igualmente, Murray urgió al gobierno australiano a apoyar todas las movilizaciones que se llevan a cabo en el mundo en defensa de la libertad de expresión que significa Julian Assange. Su primer ministro, Anthony Albanese (del partido laborista australiano), mantiene su oposición a la persecución del cofundador de WikiLeaks, aunque por el momento Albanese ha declarado que, a causa de sus relaciones con el “fhürer” norteamericano Joe Biden -con respecto al apoyo que Norteamérica presta al régimen nazi de Zelensky-, no piensa adoptar una posición más comprometida con respecto al caso Julián Assange. Resulta significativo que desde la “era Trump” -y en estos momentos a causa de la guerra de Ucrania-, más del 60 por ciento de la población australiana mantiene una opinión desfavorable del gobierno de Estados Unidos.Julián Assange lleva encarcelado más de cuatro años en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh al sudeste de Londres. Su salud, tanto física como mental, se deteriora cada día que pasa en prisión y, en caso de que fuera extraditado a EE.UU., sería condenado a cadena perpetua bajo la acusación de haber revelado secretos sobre la guerra sucia en Irak y Afganistán, la violación de derechos humanos que sistemáticamente cometen sus “marines” y el terrorismo que practican las tropas norteamericanas contra poblaciones indefensas. Assange está a la espera del resultado de su apelación contra la extradición a EE.UU. ante la High Court (Tribunal Superior de Justicia de Londres).
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