Por las restricciones que trajo la pandemia, la trata de personas a nivel mundial dio un paso a la clandestinidad y afectó la capacidad de las autoridades para combatir este delito. Como consecuencia, el número de víctimas detectadas se redujo en 11 por ciento con respecto a 2019.
El Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022, lanzado en México el 2 de febrero, también examina casos judiciales que muestran que las mujeres víctimas son sometidas a violencia física o extrema a manos de los tratantes, en una proporción tres veces mayor que los hombres, y los niños casi dos veces más a menudo que los adultos.
Al mismo tiempo, las mujeres investigadas por trata de personas tienen también muchas más probabilidades de ser condenadas que los hombres. Esto sugiere que el sistema judicial puede discriminar a las mujeres y/o que el papel de ellas en las redes de trata puede aumentar la probabilidad de que sean condenadas por el delito.
Durante el lanzamiento del informe, participó la fiscal especializada de este delito en el Estado de México, Guillermina Cabrera Figueroa, quien destacó la importancia de la denuncia, de difundir información confiable y crear refugios para la protección de las víctimas y para prepararlas para los juicios. En el Estado de México existen tres refugios para las víctimas de trata.
Por otra parte, señaló que no es que no existan estados en el país donde no haya trata, sino que se requiere difundir cómo detectar y denunciar este delito, así como cumplir con lo establecido en la Ley General para Prevenir, Sancionar, Prevenir y Erradicar los Delitos de Trata de Personas, que establece que todos los estados cuenten con fiscalías o unidades especializadas en esta materia, así como con el personal especializado, desde los policías hasta los técnicos en investigación forense.
Trata para explotación sexual y violencia de género
Mario Cordero, titular del Programa de Crimen Organizado y Drogas de UNODC México, dijo que la reducción del 24 por ciento en la explotación de personas con fines sexuales que se trasladó a espacios privados durante la pandemia está muy ligada a la violencia de género, ya que la ocurrencia de este delito se dio en 18 por ciento en departamentos u hogares, 14 por ciento en bares y 11 por ciento en hoteles o la calle, y nueve por ciento en sauna o durante masajes.
Enfatizó que estas cifras nos deben hacer reflexionar acerca de las personas víctimas de este delito y estar alertas cuando pasamos por establecimientos como los de masajes, porque puede haber una persona que esté siendo explotada.
Asimismo, puso énfasis en el hallazgo de que la mayoría de las victimas lo hicieron por «autorrescate»; ellas huyeron, lo que es muy alarmante considerando que muchas víctimas no se reconocen como tales, ya que este es un proceso gradual, lento, que requiere de acompañamiento. No obstante, lograron escapar de la violencia.
El 41 por ciento de los casos detectados fue por acción inicial de la víctima, 28 por ciento por parte de la policía, 11 por ciento por la comunidad o desconocidos, 10 por ciento por la familia y 9 por ciento por instituciones o la sociedad civil.
Al respecto, coincidió con la fiscal Guillermina Cabrera Figueroa acerca de que se requiere de información clara, precisa y sencilla para poder identificar este delito y una gran labor de sensibilización.
Programas de UNODC México
Dos iniciativas que lleva a cabo UNODC en México, una de capacitación a mujeres líderes indígenas para la detección del delito de trata y el reforzamiento nacional en refugios de víctimas de trata marcan un antes y un después en la manera de abordar este delito.
Mario Cordero, titular del Programa de Crimen Organizado y Delito de UNODC, explicó que en coordinación con autoridades y casas de las mujeres se llevó con gran éxito el proyecto en las comunidades indígenas para dotar a sus líderes mujeres de instrumentos para detectar la trata de personas en las comunidades de San Quintín, Baja California; Tlaola, Puebla y Papantla, Veracruz.
Este proyecto, financiado por el gobierno de Canadá, se abordó con una nueva mirada y se dotó de instrumentos en lengua indígena a las lideresas para la detección de este delito en comunidades vulnerables.
El otro proyecto fue el fortalecimiento de los 13 albergues que auxilian a víctimas de trata y 26 refugios para mujeres víctimas de violencia de género, con apoyo del gobierno de Estados Unidos. Se aprovechó la experiencia de años de los albergues y se hizo un diagnóstico de las necesidades de las víctimas para su recuperación, a partir de precisar bajo qué modalidades son explotadas, cuántas víctimas hay y qué requieren para el acompañamiento.
Además, se elaboró un manual de operación para albergues y refugios con vistas a homologar la atención a las víctimas de trata. Asimismo, se llevó a cabo una estrategia de comunicación en alianza con Aeroméxico, que tuvo un impacto de 1,6 millones de personas, a través de tarjetones con los indicadores claves para poder identificar el delito de trata.
Entre los hallazgos del Informe Mundial 2022 se encuentra que, conforme aparecen nuevas formas de explotación, los niños y hombres representan una mayor proporción de las víctimas detectadas.
Mujeres, mayoría de las víctimas detectadas
El delito de trata de personas continúa afectando, principalmente, a mujeres y niñas en la región. Las mujeres siguen siendo la mayoría de las víctimas detectadas en Norteamérica y las niñas, en Centroamérica y el Caribe.
Mientras que a nivel global bajó el número de casos de trata de personas con fines de explotación sexual, en Norteamérica, Centroamérica y Caribe sigue siendo la principal modalidad detectada de este delito.
El informe muestra que en Norteamérica, a diferencia de la tendencia global, la detección de víctimas aumentó 16 por ciento en 2020. Se incrementaron las detecciones de víctimas, tanto hombres (26%) como mujeres (14%). Sin embargo, disminuyó el número de condenas en 35 por ciento.
Entre las respuestas que recomienda el Informe Mundial 2022 a los gobiernos de la región, se insta a una mayor inversión estatal para la identificación proactiva de las víctimas, mediante investigaciones con enfoque de género y perspectiva de derechos humanos.
También, la promoción de la denuncia confidencial y anónima en línea para alertar sobre posibles casos de este delito y el fortalecimiento y aumento de la atención y servicios especializados para víctimas de violencia extrema.
Igualmente, se sugiere una mayor regulación de las plataformas en línea, donde se ha detectado la amenaza de la trata de personas, y la promoción de programas de capacitación para prevenir el delito entre posibles víctimas, así como la formación judicial e intercambio de buenas prácticas entre países.
El séptimo informe se basa en el mayor conjunto de datos existentes sobre trata de personas, con información sobre más de 450.000 víctimas y 300.000 (presuntos) delincuentes detectados en todo el mundo entre 2003 y 2021.
El Informe Mundial de UNODC sobre Trata de Personas se ha publicado desde 2009, como un mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas de informar sobre una respuesta eficaz a este delito y situarlo en el contexto de la Agenda de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.