Recomiendo:
1

Ukamau: Así es

Fuentes: Rebelión

“Yo he viajado a Desaguadero hace dos días y mi esposa ha comprado un aceite Fino de 5 litros en 22 soles que al cambio del Boliviano son 60 Bs. Y aquí está la misma botella en 65 Bs. ¿Cómo se entiende eso? ¿Quién regula la exportación de nuestros productos? El presidente dice que todo está bien pero eso no es cierto. Una llanta que antes le costaba 400Bs. Ahora cuesta 650Bs. Todo se ha incrementado al doble en los repuestos de autos, y nadie dice nada”. Chofer La Paz

Mientras el pueblo de Bolivia se enfrenta a la depreciación de la moneda nacional frente a la escasez de dólares y la subida de los precios de los productos de importación, la lucha del gobierno de Arce por aferrarse al poder opta por una mayor represión contra las organizaciones indígenas del ala Evista que han iniciado una marcha de protesta, por la situación económica que viene depauperando las arcas del Estado así como la economía de los sectores más vulnerables de la población y exigen el acortamiento del mandato de un presidente que a todas luces no responde a los intereses del pueblo.

La marcha que partió de Caracollo, el día Martes 17 de Septiembre, se encuentra en medio de una represión violenta tanto de los efectivos policiales que habría enviado el Ministro de Gobierno así como de partidarios del ala Arcista, quienes con petardos y dinamitas habrían generado un enfrentamiento en la localidad de Vila Vila, a unos 40 Kms de Oruro, ante el impedimento de estos para que la marcha continúe su arribo a la ciudad de La Paz.

Y claro en el cerco mediático tenemos a las fuerzas de Centro derecha que manejan un discurso de demonización en contra de Evo Morales mientras lo acusa de delirios de grandeza y de pretender volver al poder, menguando la verdadera demanda de las organizaciones sociales ante la inflación que va en ascenso y la indiferencia del gobierno por escuchar las demandas de una población que comienza a sentir que el sueldo no alcanza para llenar la canasta básica familiar.

Todo esto en un contexto regional de ecocidio planificado en la amazonía Boliviana y que coincide con la quema de la amazonía peruana como parte de un proyecto de expansión agroindustrial y del sector empresarial exportador, bajo la indolencia del gobierno de Arce volviendo al caso Boliviano que no declara emergencia nacional a pesar de las múltiples demandas de los pueblos de la amazonía que parecen condenados al desarraigo o a desaparecer.

Y a su vez esto en un contexto global de contienda electoral en EEUU entre Republicanos a la cabeza de Trump que propone a los billonarios de Wall Street invertir en su campaña para que una vez en la presidencia les recorte los impuestos como parte del enriquecimiento de estos grupos y como parte de una política de guerra genocida consabida contra los países que tienen recursos naturales estratégicos, gas, petróleo, y minerales preciosos y de los demócratas bajo el liderazgo de Kamala Harris que proponen un mayor apoyo a la clase media Norteamericana con financiamiento de créditos y un mayor acceso a la salud y a la educación pero que sin embargo es una continuación de lo que el gobierno de Biden ha venido implementando, es decir la misma política de financiamiento de una guerra genocida contra Gaza y contra aquellos países que se oponen a su política pro intereses EEUU y de enajenación de los recursos naturales energéticos y estratégicos para el desarrollo en una misma subordinación del gobierno de EEUU al capital financiero de Wall street.

En el caso de Latinoamérica, uno de los proyectos con mayor éxito de esta política genocida es el caso Peruano con el gobierno de Dina Boluarte, que con más de 80 muertos, más de 1000 heridos, presos y desaparecidos en la impunidad, se mantiene en el poder a pesar de las múltiples violaciones a la Constitución, renovando los Contratos de Concesiones de los recursos naturales estratégicos del país a las empresas mineras Canadienses y grandes Corporaciones Americanas en la mayor impunidad y represión sangrienta de la historia del Perú bajo el discurso de Libertad y Democracia.

En este escenario lo que no se dice es como estas grandes Corporaciones que pretendieron declarar otra epidemia con la viruela del mono a través de una OMS ampliamente desacreditada en tanto el 95% de su financiamiento depende de este capital financiero, y como el pueblo de EEUU sigue luchando en las calles para evitar la continuidad de una guerra genocida contra más de 20 mil niños asesinados, en medio del descrédito de ambas fuerzas de Republicanos y Demócratas en dicha contienda electoral.

Lo que no se dice tampoco, es como los pueblos del mundo están comenzando a tomar el liderazgo a través de las marchas que hoy se reprimen en EEUU, Perú y en Bolivia, frente a una política de desregulación del mercado planificada desde Wall Street con una visión suicida como plantea Hudson (2024) en su sitio web www.michaelhudson.com, en tanto se pretende la acumulación desmedida sin permitir ningún desarrollo de la productividad que permita sostener la economía global ahogando a los países con una política de deudas impagable y usurera, pero además aplicando una política de depoblación mundial a partir de la represión extrema de los homeless y de los afroamericanos como parte de una limpieza étnica en el corazón mismo de los EEUU y genera esta guerra económica contra la humanidad a partir de una política de recesión y de inflación de los precios que sumado a la escasez del dólar genera un mayor endeudamiento sobre todo en el sur global. Una política que está generando un mayor estancamiento de la economía de los países en desarrollo que afecta a los sectores más vulnerables como en el caso de Bolivia que hoy por hoy se juegan no solo la candidatura de Evo Morales sino la vida por retornar al poder y desde ahí planificar la economía de su país.

Tal y como lo hizo en el año 2005 con la elección del primer presidente indígena y el gobierno de los movimientos, o como lo hicieron el año 2007 con la aprobación de la Carta Magna y el cambio en la relación de poderes que marcó un antes y un después en la historia del país; o como lo hicieron el año 2008 con la crisis política y el golpe de Estado cívico prefectural.

Hoy 2024 a diferencia del 2019 cuando bajo el patrocinio de la OEA se gestó un golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales para dar paso a una presidenta Añez de facto y asesina que hoy responde en la cárcel por más de 30 muertos en Senkata y en Sacaba; la gente que se encuentra al lado de Evo Morales defendiendo también su candidatura son los reales protagonistas de una historia de cambio y de transformación económica de una Bolivia que paso de ser una Nación clandestina a ser un país reconocido por el FMI como el de mayor crecimiento en la región, a diferencia de lo que se declara en la agenda mediática impuesta por la oposición que pretende asumir que la demanda de la marcha de Caracollo se resume en una lucha política por la candidatura de su líder y no en rechazo a esta política genocida que viene aplicando Luis Arce con el ecocidio de la Amazonía y el apoyo a la agroindustria, así como la apertura de su gobierno al uso de bioingeniería genética cuyo uso estaría vetado por la misma Constitución del 2009, así como por su indolencia en la cooptación de líderes de organizaciones sindicales como en el caso de la toma de la Federación de Trabajadores Campesino Tupaj Katari con el aparato represivo del Estado.

Y así como señalan algunos analistas, en Bolivia la historia no se escribe a partir de las leyes solamente sino también y más aún a partir de la movilización masiva que se hace carne de ellas en la búsqueda de una mayor justicia social para los más desfavorecidos y de las marchas que con su lucha derrocaron presidentes militares que creyeron que se iban a mantener en el poder a punta de balazos o de represión y que a los meses fueron obligados a convocar a elecciones y dejar la silla presidencial. Hoy como ayer presidentes como Luis Arce que velan por intereses corporativos y mantienen una indiferencia ante el dolor y el hambre de su pueblo están condenados a admitir su derrota tarde o temprano, ahí donde el poder no es un privilegio sino una responsabilidad.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.