La Realidad, a veces imita a la Ficción En la novela «El Apocalipsis según Benedicto», que se publicó en el 2008, el laureado escritor paraguayo Esteban Bedoya, describió con precisión el retiro del Papa, a la edad de 85 años. Uno de sus párrafos, reapareció dos años después (2010), cuando Benedicto XVI lo expresó como […]
La Realidad, a veces imita a la Ficción
En la novela «El Apocalipsis según Benedicto», que se publicó en el 2008, el laureado escritor paraguayo Esteban Bedoya, describió con precisión el retiro del Papa, a la edad de 85 años. Uno de sus párrafos, reapareció dos años después (2010), cuando Benedicto XVI lo expresó como argumento para una eventual dimisión, en una entrevista con un periodista alemán que lo publicó en forma de libro. Y al final de la novela breve, luego de la renuncia, al ex-Papa le siguen llamando Benedicto…
En la primera parte, con una escritura admirable, precisa y quirúrgica, la novela hace un recuento, muy cercano a la realidad, de la vida más o menos pública de Benedicto XVI, cuyo nombre completo es Joseph Aloisius Ratzinger quien, ocurrido el deceso de Juan Pablo II, fue elegido como el 265º Papa, el 19-04-2005.
En la segunda parte, Bedoya da rienda suelta a su creatividad y, entre otros sucesos, Benedicto XVI dimite. Lo que sigue, es un reclamo para toda persona que todavía no haya leído la novela.
Pero no es solo la casualidad, o el azar, el que condujo a Bedoya a hacer semejante «escritura de adivinación», pues es el desarrollo de la novela el que conduce y justifica ese desenlace.
La dimisión y el retiro del Papa, en la ficción de Bedoya, hoy día se ve reproducida en la realidad que a muchos tomó de sorpresa. Por lo tanto, es de destacar el uso de esa ficción como método eficaz, para interpretar y explicar lo que ocurre en los sombríos, pero enriquecidos vericuetos del Vaticano.
Los otros fragmentos que describen con exactitud expresiones y razones que, años después de publicada la novela de Bedoya, Benedicto XVI las expondría, son:
«La prensa especulaba y echaba a andar trascendidos que hablaban de jubilar al Papa: el propio Benedicto había anunciado su intención de retirarse en el caso de estar imposibilitado para desempeñar tal responsabilidad» («El Apocalipsis…», pág. 21).
Esa expresión de Benedicto en la novela de Bedoya publicada en el 2008 , encaja a la perfección con el párrafo resaltado por el Diario GARA del País Vasco, en una nota del 12-02-2013, en la que se lee:
» El propio protagonista (Joseph Ratzinger), en un libro-entrevista al periodista alemán Peter Seewald, confesó en noviembre de 2010 su disposición a «renunciar por enfermedad, si física, sicológica y espiritualmente no estuviera ya en condiciones de desempeñar mi tarea»» (en: http://preview.tinyurl.com/cy9az8y ) .
La idea no es restar lectores potenciales a la novela, así que en ella, y luego de la renuncia, al ex-Papa le siguieron llamando Benedicto…
Al respecto, Cubadebate publicó la nota: «Lombardi: Seguiremos llamándolo Benedicto XVI» (en: http://tinyurl.com/bu7vd4r )
Por su parte, la película «Habemus Papam», del director de cine italiano Nani Moretti, cuenta la historia ficticia del Cardinal Melville, quien al ser elegido Papa sufre un ataque de pánico que le impide asumir el cargo. Sin embargo, en el caso de la novela escrita por Bedoya, en ella se describe la identidad y la edad del Papa que decide jubilarse: el mismo Joseph Ratzinger -Benedicto XVI-, a los 85 años.
Pensar que un Papa puede jubilarse, no es algo extraordinario, a pesar de que la última vez que ocurrió, fue 598 años atrás Pero de ahí a vaticinar el nombre del Papa que ahora renuncia y se retira, y su edad… eso ya es otro cantar.
A su vez, el escritor Frei Betto describió las hasta ahora cinco renuncias, incluyendo la de Benedicto XVI: « En la historia de la Iglesia son cuatro los papas que renunciaron…: Benedicto IX (el 01-05-1045), Gregorio VI (el 20-12-1046), Celestino V (el 13-12-1294) y Gregorio XII (el 04-07-1415). Benedicto XVI será el quinto, a partir del 28 de febrero» (en: http://tinyurl.com/bfdyls2 ).
La Literatura también es apta para escribir la Historia del futuro
Al hurgar en la Literatura universal los casos de autores que produjeron obras consideradas premonitorias, emergen emblemáticos Julio Verne, H. G. Wells, George Orwell, Ray Bradbury y Manuel Scorza.
Julio Verne fue un escritor francés con éxito, por su capacidad comunicacional para atraer a un público muy diverso, cautivado por el entramado de ciencia y ficción de sus numerosos relatos, tanto en su época como hasta hoy día. «Predijo con gran exactitud en sus relatos fantásticos la aparición de algunos de los productos generados por el avance tecnológico del siglo XX, la TV, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales» (en: http://tinyurl.com/ylmn3om).
Herbert George Wells fue un escritor, novelista, historiador y filósofo británico. Wells escribió las novelas de ciencia ficción «La máquina del Tiempo» (1895), cuyo título inicial fue «Los Argonautas Crónicos»; «El hombre invisible» (1897); «La guerra de los mundos» (1898) y «Los primeros hombres en la luna» (1901).
George Orwell, seudónimo de Eric Blair, escritor británico, escribió la novela «1984» en el año 1948. Tal vez de ahí surgió el título, al jugar con los dígitos finales de ese año para ubicar la obra en el futuro. Es citada con frecuencia como ejemplo opuesto a una utopía (imaginario social deseable), con la frase «ficción distópica» (equivalente a una situación, indeseable, de futuro). En ella emerge el «Gran Hermano», un Estado policíaco, totalitario, vigilante y represivo hasta el agobio, como ocurre desde unas tres décadas atrás, con los resultados de Proyectos como el intergubernamental «Echelon» (de la comunidad UKUSA: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda).
Ray Douglas Bradbury, escritor estadounidense de ciencia ficción, escribió relatos fantásticos con una prosa poética, como » Crónicas marcianas » ( 1950 ); » Las doradas manzanas del sol » ( 1953 ); » Remedio para melancólicos » ( 1960 ); Las maquinarias de la alegría (1964); Fantasmas de lo nuevo ( 1969 ); y, entre sus novelas, la inolvidable » Fahrenheit 451» ( 1953 ), también incluida como ficción distópica.
Manuel Scorza, excelente escritor, poeta y activista social peruano, escribió el monumental ciclo épico «La Guerra Silenciosa», compuesta por cinco novelas: «Redoble por Rancas» (1970); «Garabombo, el Invisible» (1972); «El Jinete Insomne» (1976); «Cantar de Agapito Robles» (1976) y «La Tumba del Relámpago» (1978). En esta última, aparecen algunos personajes y sus acciones descriptas por Scorza y publicadas en 1978, y dos años después se hicieron realidad en la selva y en instancias sociopolíticas del Perú.
Pero, en el caso de «El Apocalipsis según Benedicto», Esteban Bedoya avanzó un paso más, incursionando en una literatura en la que, cinco años atrás, describió con precisión asombrosa lo que entonces era futuro y hoy es presente. Es decir, lo que ahora está ocurriendo.
Reconocimiento internacional al formato nouvelle de Bedoya
En algunas propuestas de clasificación de las obras literarias en novela, nouvelle y cuento largo, la novela corta o nouvelle es un relato de menor extensión que una novela, definida por Julio Cortázar como un «género a caballo entre el cuento y la novela».
En lo que atañe al número de palabras de una nouvelle, algunos autores fijan sus límites entre las 30 mil y 50 mil palabras, pero no es una regla inflexible. Dos obras de nouvelle son: «El perseguidor» de Julio Cortázar y «El perjurio de la nieve» de Adolfo Bioy Casares .
Esta extensión que responde al formato nouvelle, al parecer es en la que Esteban Bedoya se encuentra más cómodo. «El Apocalipsis según Benedicto», en su versión en castellano posee 13.389 palabras y, en inglés, 14.756. Su excelente nouvelle que será reeditada con el título «El Coleccionista de Orejas», en su versión castellana tiene 35.914 palabras.
La novela «El Apocalipsis según Benedicto» no se agota en la precisión del relato y en la adivinación de lo que ahora en el 2013 sucede, pues posee suficientes méritos literarios que atañen, tanto a la estructura, como al nivel de creatividad. De hecho, por esta obra Bedoya recibió el Premio 2010 del PEN America, Lily y Edward Tuck.
Como escritor, Bedoya recibió premios de la Asociación Latinoamericana de Poetas (1982) y de la Editorial Helguero (1983).
Su muy divulgada novela «La fosa de los osos» (2003), fue traducida al francés con el título «La fosse aux Ours» (2005), al alemán con el título «Der Bärengraben» (2009) y será publicado en Francia por la Editorial «La derniere Goutte».
La novela «Los mal queridos» (2006) fue traducida y será publicada en Francia por la Editorial «L´Haremattan» con el título «Les Mal-aimés». Y la novela, intitulada ahora «El Coleccionista de Orejas» será traducida al francés y editada en Francia por «La derniere Goutte».
Y «El Apocalipsis según Benedicto», está siendo traducido al inglés para su publicación en Estados Unidos.
Luego de diez años de haber iniciado la publicación de su trabajo creativo, la escritura de Esteban Bedoya sigue incrementando el nivel de creatividad, con relatos genuinos que, no sólo valen la pena, sino la alegría de disfrutarlos, con el mismo placer con el que se disfruta lo mejor de Augusto Roa Bastos.