Me he pronunciado muchas veces, en público y en privado, sobre la necesidad de un modelo viable de derechos de autor, que concilie el derecho de los creadores a obtener una remuneración digna por su trabajo con el derecho del público a acceder a la cultura en el marco de una sociedad digital abierta. El […]
El actual modelo de canon digital y de gestión de derechos de autor es inviable, y no por las cuitas procesales de la SGAE, sino porque no es democrático ni eficaz. En alguna ocasión he apuntado cuáles serían, a mi juicio, las claves de un modelo alternativo.
Hoy las explicito aquí. Habría mucho que matizar, pero lo más importante, como en la anécdota de Cristóbal Colón, es poner el huevo de pie. O el cascabel al gato:
-Intervención de todas las entidades de gestión al amparo del artículo 159 de la Ley de Propiedad Intelectual.
-Creación de un organismo público de gestión de derechos de autor donde pueda integrarse el personal laboral de las extintas entidades de gestión.
-Establecimiento de un impuesto sobre derechos de autor pagadero por las operadoras de telecomunicaciones de banda ancha, principales beneficiarias de un tráfico de contenidos que no puede ser censurado. Dicho tributo no podrá ser repercutido sobre los usuarios.
-Control del reparto de derechos de autor mediante una comisión designada democráticamente por los creadores, fiscalizada adecuadamente por la administración pública.
-Reforma integral de la Ley de Propiedad Intelectual, con adaptación real a los nuevos modelos de negocio que posibilita la red de redes.
– Abolición de la Ley Sinde, del actual modelo de canon digital, y de cualquier normativa de censura de internet.