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Un paso más hacia la desestructuración de las conquistas populares

Fuentes: Rebelión

El presidente Macri habló por cadena nacional en un momento crítico, ante la profunda crisis que el modelo implementado por su gobierno nos ha llevado, como era previsible. Su discurso es más un marco poco interesante de exigencia de sacrificios, para una serie de anuncios que otros ministros y comunicaciones oficiales realizan a lo largo […]

El presidente Macri habló por cadena nacional en un momento crítico, ante la profunda crisis que el modelo implementado por su gobierno nos ha llevado, como era previsible. Su discurso es más un marco poco interesante de exigencia de sacrificios, para una serie de anuncios que otros ministros y comunicaciones oficiales realizan a lo largo de este mismo día.

La intención de esta breve nota es enfocarnos en algunos de los cambios institucionales anunciados, y de otros pensados pero finalmente no realizados. Enfocarnos en su significado histórico profundo.

Los cambios

Van a eliminar el Ministerio de trabajo. Subordinarlo como secretaria al Ministerio de Producción. Bueno, no es contradicción, es parte de su política: los intereses de los trabajadores no existen o no deben existir independientemente de los del capital. El ministerio de producción es un espacio para el desarrollo del capital, lo es muy claramente en esta administración, ya que «producción» podría ser otra cosa no solo «el capital», o peor, los grandes «inversionistas» en este mudo de transnacionales y saqueo.

En forma clara, la subordinación de trabajo a producción es una subordinación del área estatal que interpela los problemas de la clase obrera al área estatal que interpela los intereses de la burguesía. O sea el trabajo como mercancía, como una mercancía más. Es lo que las concepciones de clase de este gobierno son sin mediaciones. Es el ideal teórico del capital. Pero que ese ideal teórico se transforme en una reforma estatal no deja de ser grave y un retroceso a antes de Perón.

Van a eliminar el Ministerio de Salud. Subordinarlo como secretaría al ministerio de Desarrollo Social. Otra idea que en marco de este gobierno expresa claramente la idea de Salud Pública que esa clase en el poder tiene. Como concibe el rol del Estado en salud. O sea la subordinación de la salud pública a Desarrollo Social es la expresión de que el estado concibe la salud como un área en la que se hace cargo sólo para los pobres, el resto es un negocio que debe ser mercantilizado. Porque el ministerio de Desarrollo es el ministerio de los pobres, de los excluidos, de los que no tienen trabajo formal. Atenta contra la concepción de que la salud estatal debe ser universal de calidad para todos, reduciéndola a la atención de los que «quedan afuera».

En realidad esa concepción viene avanzando así hace mucho y se expresa con el retroceso del estado y el avance de las prepagas. Pero no deja de ser grave que se institucionalice y sea otro retroceso respecto de la conquistas del periodo peronista.

Otros cambios significativos quedaron en el tintero.

Uno, la fusión de seguridad con defensa. Una política que sabemos el macrismo tiene como estrategia. No hay defensa nacional para una clase para la cual la patria no existe no en la formalidad escolar. Solo existe seguridad frente a nuevas amenazas delictivas. Es la forma en la que van todos sus cambios hacia las devaluadas FFAA, adecuarlas a lo que es una fuerza de elite para respaldar a las fuerzas paramilitares o policiales y reemplazar a las fuerzas semi militares en tareas de frontera frente a la absorción de las mismas por tareas policiales urbanas y de represión de conflictos sociales.

Esto quedo en la discusión. Ruidos no visibles por el gran público hacen difícil la coronación de esta transición en una estructura institucional. Quizás, el apoyo específico que Bullrich tiene de oscuros centros internacionales (sionistas, derecha republicana, etc.) para ocupar el espacio que ocupa juegue para su estabilidad. Quizás el hecho de que los militares, desconcertados, hayan manifestado «dudas» de estas «confusiones» que serian institucionalizadas y los devalúan aún más.

También quedo en el tintero colocar un economista de influencia y/o relaciones con el poder económico como Prat Gay en cancillería. Lo que significaba ponerle nombre a la idea que tiene este gobierno de los que es la diplomacia (por no decir la geopolítica, una palabra bastardeada, y que no corresponde aplicar a las ideas de este gobierno). Es poner la diplomacia internacional argentina subordinada a la obtención de dinero y acuerdos con el capital financiero. No es necesario decir que, igualmente, cancillería macrista es ya de por si una herramienta de la visión empresarial que este grupo tiene de lo que es un país y sus relaciones con el mundo.

El avance del capital sobre el trabajo

En realidad estos cambios son la formalización de políticas ya desarrolladas. ¿Será un manotazo de ahogado para obtener beneplácito del FMI y que le tiren un salvataje? Sin dudas, el adelanto del «financiamiento» del FMI ante la estampida de capitales hacia el exterior, y la presión sobre el dólar, requiere de mas ayuda, más rápido y así será hasta el colapso.

Pero los dos primeros cambios que mencionamos implican algo más que solo ajuste fiscal. No es sólo despidos. Y es más que simbólico. Por ejemplo Trabajo, un ministerio que pasa a ser secretaria dentro de un ministerio con otra función, no es un cambio menor. Si bien de hecho ambos ministerios (Salud y Trabajo) están conducidos hoy con la misma política q llevarán adelante las secretarias. Su creación en los 40 fue la coronación de políticas nacionales de un modelo socio económico donde capital y trabajo se movían bajo ciertas reglas y fronteras. Hoy hay nuevas fronteras entre las clases en el mundo. La devaluación de Trabajo la institucionalización de esas nuevas fronteras.

No hay olvidar que por ejemplo el Ministerio de Trabajo fue una creación del peronismo que institucionalizo un nuevo esquema de relación entre clases. Una nueva frontera, una nueva relación de fuerzas. Junto con los sindicatos nacionales de alta penetración y generalizados, las negociaciones colectivas, los cuerpos de delegados, y la justicia laboral son logros cuya destrucción es más que simbólica. Perón realizó su proyecto desde allí.

Desde el inicio de esta desgraciada etapa, cuando la alianza Cambiemos ganó las elecciones, corrió la versión de que el equipo triunfante señalaba entusiasmado ante el cuerpo diplomático norteamericana en la embajada yanqui que se abría la oportunidad histórica de reencauzar el camino extraviado hacia unos 70 años.

El significado es transparente. Estamos en un tiempo difícil. Esperemos que este gobierno no dure, depende del pueblo, que cada tanto supera a sus dirigencias.

Artículo publicado en Contrahegemoníaweb

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.