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Enrrique Iglesias hijo llega a Santa Cruz para ofrecer "el concierto más caro de Bolivia".

Un referendo y un concierto

Fuentes: Yvke Mundial

La ciudad Boliviana de Santa Cruz (sí, la misma desde donde su gobernador, Rubén Costas, intentó desestabilizar al gobierno legítimo y promovió, junto con otros estados, la «autonomía») ahora se convertirá, al mejor estilo de la industria cultural, en un gran escenario para recibir a Enrrique Iglesias hijo, quien lleva una frenética gira por Europa […]

La ciudad Boliviana de Santa Cruz (sí, la misma desde donde su gobernador, Rubén Costas, intentó desestabilizar al gobierno legítimo y promovió, junto con otros estados, la «autonomía») ahora se convertirá, al mejor estilo de la industria cultural, en un gran escenario para recibir a Enrrique Iglesias hijo, quien lleva una frenética gira por Europa y ahora América Latina. Lo paradójico de la situación es que en una ciudad donde el salario mínimo no llega ni siquiera a 78 dólares, las entradas para ver a este cantante alcanzan la nada despreciable suma de 150 dólares, lo que lo ubica como el «concierto más caro de Bolivia», según lo reseñan con cierta gracia las agencias internacionales (¿de noticias?).

Surgen dudas ante semejante espectáculo mediático: ¿Acaso no es Bolivia uno de los países más pobres de América Latina? ¿No estaban en Santa Cruz aparentemente preocupados por las supuestas políticas autoritarias de Evo Morales?. Al parecer hay tiempo para todo: para un referendo y para un concierto costosísimo.

Mientras el país avanza lentamente hacia transformaciones a favor de la mayoría indígena, otra parte está ocupada de gastar en actividades que nada tienen que ver con el progreso de la nación. Pasa en Venezuela, en Estados Unidos y en todos los países. El consumismo ocupa recursos, pero no hace producir, bueno, sí produce: vacíos. El asunto es que en Bolivia la cosa parece paradójica, porque «más de la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza (según datos de 2002), es decir, no cuenta con lo mínimo indispensable para cubrir sus necesidades básicas de consumo», según reseña un artículo de la BBC, pero es posible que con las políticas de Morales esta situación haya cambiado por lo menos un poco.

Algunos argumentaran (o gritarán), y con razón, si es que no hay derecho a disfrutar o a ser felices viendo un concierto en vivo como los que pasan en MTV, simplemente por el hecho de ser un país «del tercer mundo». Y respondo que sí, lo hay, pero es altamente probable que para la mayoría de los habitantes de Bolivia un concierto de Iglesias junior no sea propiamente un objeto de felicidad, cuando «el 14,4% de la población en 2005 vivía con menos de un dólar al día, mientras que un 34,3% lo hacía con dos dólares diarios», según el artículo de la BBC.

El mismo texto señala que «entre los más pobres, están los que trabajan en el campo y los que pertenecen a las sociedades indígenas. Y es justamente este grupo el que históricamente ha quedado excluido de las estructuras de poder». Está claro, ese concierto no es para «hacer felices» a los indígenas ni a los agricultores. Sin embargo, habría que dejar el beneficio de la duda y preguntarse qué más llevará Iglesias a Santa Cruz aparte de sus canciones. Quizás con los miles de dólares que recolecte pueda ayudar a esas decenas de personas con recursos para la promoción de programas de educación y alimentación.

Enrique no es muy exigente: Operativo costará 200 mil dólares

Un artículo de prensa publicado en el portal lostiempos.com, es rico en detalles sobre la visita del cantante al país latinoamericano: «Enrique Iglesias arribará el domingo a Santa Cruz, tras tres jornadas seguidas de conciertos, en su avión privado». Al parecer, el divo no está interesado en conocer la ciudad, pues el artículo indica que «Se estima que llegará cansado y por eso ha pedido una suite ‘en la que no pueda entrar ni un solo rayo de luz, ni el más mínimo’, de acuerdo con las especificaciones del artista para los organizadores».

Hay más «detalles» sobre este fastuoso espectáculo que reseña la prensa:

«Las exigencias en el tema alimenticio no son grandes», agregó. «Lo único que se exige es que todo sea light y que tenga una buena presentación». En general, las peticiones del artista español no son muy exigentes. Una de ellas es tener un sofá en el escenario, pues en algún momento del show invitará a alguien del público a cantar con él.

En cuanto a su seguridad, estará protegido por seis guardaespaldas permanentes y un total de 40 personas en el operativo global. A eso suman más de 500 trabajando en este tema, durante el concierto, el domingo, en el estadio Tahuichi Aguilera. Según los organizadores, Enrique Iglesias repasará todos los temas más famosos de su carrera, que recopila en su último disco «95 08 Éxitos», e incluso sacará a algunos de sus seguidores al escenario.

Para armar este espectáculo, hay una gran logística, que tendrá un costo de alrededor de US$ 200.000, según informó la organización. La carga llegará mañana desde Perú. Un avión charter de AeroSur irá exclusivamente a Lima para recoger todo el aparataje para el concierto y a los integrantes del equipo de Enrique Iglesias. «Son alrededor de 30 toneladas de equipos, contando la pantalla led más grande que se haya visto en Bolivia, explicó López.

Por ello, el transporte del aeropuerto a unos depósitos privados de carga se hará por medio de grúas y camiones. Mientras tanto, gran cantidad de público acude a comprar entradas para lo que será el concierto más grande de este año.»

Sería muy interesante ver quiénes integran «esa gran cantidad de público» que quieren un concierto tan costoso ¿Acaso serían los mismos que querían un referendo separatista?. Pura especulación… Pero… ¿Quién sabe?

Noticia original
http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?15508

Fuentes consultadas:

http://www.lostiempos.com/noticias/29-11-08/tragaluz.php

http://www.eluniversal.com.mx/notas/559237.html

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/business/barometro_economico/newsid_4087000/4087540.stm