Aporte a la lectura del libro A leer para conocer la historia y conociéndola, tener las herramientas, que nos permitan luchar, con razones de peso, contra la explotación y opresión a las cuales son sometidos todos los trabajadores del clúster de la caña; la caña es azúcar, es panela, es energía eléctrica, es sucro-química, es […]
Aporte a la lectura del libro
A leer para conocer la historia y conociéndola, tener las herramientas, que nos permitan luchar, con razones de peso, contra la explotación y opresión a las cuales son sometidos todos los trabajadores del clúster de la caña; la caña es azúcar, es panela, es energía eléctrica, es sucro-química, es papel, es etanol, es agro-diesel, es mercadeo nacional e internacional, es un pulpo cuyos brazos hacen del Valle geográfico del rio Cauca un monocultivo que ahoga y cierra las esperanzas de diversidad agrícola, ya nuestras papayas, los bananos, las badeas, chirimoyas, anones, mangos, uvas, mameyes, piñuelas, o los arrozales, algodonales, se redujeron algunos de esos nombres, a simple historia y otros a vivir en espacios tan reducidos que no inciden para nada en la economía regional; un monocultivo que amenaza seriamente con convertir nuestro territorio en un desierto, que acabará con nuestros ríos, con humedales y acuíferos, claro, todo esto, si antes no los detenemos y este es nuestro gran reto. Es ante todo un gran campo de explotación y opresión sin límite en donde miles de personas viven en condiciones miserables producidas por los bajos salarios, la tercerización de la mano de obra, la inestabilidad laboral.
En este marco aparece como un bálsamo para curar heridas y reconocer la verdad de un mal alojado por cientos de años en el cuerpo de nuestro valle del cauca se escribe el libro «Subyugados, pero no vencidos» que fue el titulo utilizado en el borrador, luego cambiado en el original por el de: «Siempre de pie, nunca rendidos» así llega a la luz pública esta obra dedicada a hacer la historia de la caña de azúcar desde Nueva Guinea, de donde es conocida su existencia, pero , mejor, dedicada a reivindicar a nuestros aborígenes, a reivindicar a los hermanos negros llegados como esclavos a nuestra América; a mostrar la manera en que se explotó a los humildes y las características feudales, la mezcla de feudalismo y capitalismo y la actual forma capitalista, con las cuales los invasores españoles y luego sus descendientes llegaron desde cultivos de hacienda para el uso exclusivo de la misma, luego hacer panela para enviar a las minas del Chocó hasta el instante en que convirtieron al rico valle geográfico del rio Cauca en un monocultivo.
Es una obra escrita en donde las referencias históricas, las fotos que muestran instantes claves de la historia y el esfuerzo por recuperar la historia de los esclavos, los nativos, los campesinos, el proletariado agrícola, paso a paso, une emociones diversas de alegría por conocer la historia y rabia por encontrar una realidad de explotación y opresión sin límites. Como bien lo dicen los maestros Renán Vega y José Antonio Gutiérrez, es un esfuerzo por recuperar la memoria de un sector de la economía colombiana desde los trabajadores, los reales productores de la riqueza, para anteponer a la visión siempre presentada, en donde aparecen los dueños de los ingenios y los santos de la iglesia católica como los héroes de la historia de la caña.
De los tres últimos momentos de los levantamientos contra los explotadores, esto es, de la huelga de los años 59, con su referente del puente del comercio en Cali, de la huelga de Ríopaila de 1975-76 y de las del 2005 y 2008, en esta , donde participaron unos 12.000 corteros de 9 de los 13 ingenios azucareros he participado en las dos últimas, razón por la cual recibo entusiasmado este único libro, que por su extensión debió ser presentado en dos, donde el primero expone el tema; «De la esclavitud a la violencia» y el segundo titulado: «Entre huelgas y nuevas formas de explotación».
Si se quiere tener un texto de historia de la explotación de negros, aborígenes, campesinos, artesanos; de recuperación de la memoria histórica de la caña, de ayuda para el trabajo organizativo con los trabajadores del clúster de la caña es de gran ayuda tener este libro en la biblioteca de quienes queremos hacer de Colombia un territorio donde la unidad, la paz, la democracia y la unidad de los pueblos latinoamericanos se conviertan en una realidad.
Fabio Olaya, del sindicato de trabajadores de la alimentación, Sinaltrainal.
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