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Reseña del libro escrito por Aline Castellanos Jurado, Ana María Hernández Cárdenas, Leticia Cuevas Rossette y otras.

Voces de la valentía en Oaxaca. Violaciones a los derechos humanos de las mujeres en el conflicto.

Fuentes: www.eutsi.org

Voces de la valentía en Oaxaca. Violaciones a los derechos humanos de las mujeres en el conflicto social y político, es un esfuerzo colectivo de mujeres de organizaciones de la sociedad civil de Oaxaca y avalado por un número amplio de mujeres y organizaciones, escrito con la finalidad de ser un instrumento de denuncia de […]

Voces de la valentía en Oaxaca. Violaciones a los derechos humanos de las mujeres en el conflicto social y político, es un esfuerzo colectivo de mujeres de organizaciones de la sociedad civil de Oaxaca y avalado por un número amplio de mujeres y organizaciones, escrito con la finalidad de ser un instrumento de denuncia de las violaciones a los derechos humanos de las mujeres. Inicia con una breve descripción del papel que las mujeres han jugado en el movimiento social. Presenta historias que no son todavía Historia, no solo porque no se habían escrito sino porque no son historias concluidas, ciclos terminados, sino historias abiertas, en proceso y que reclaman justicia. Historias que están llenas de mujeres con sus murmullos, sus gritos, sus dolores. Voces de mujeres que rompen el silencio y que nos dan una lección de resistencia, de lucha, de organización, de participación social, de valentía. Juntas denuncian y ejemplifican las distintas aristas de la violencia de género ejercida contra las mujeres y que determinan su vida. (A continuación, accede a la totalidad de este texto colectivo.)

La primera parte de este material relata las historias de cuatro mujeres, cuyos sucesos se ubican en un momento histórico anterior al conflicto de los últimos meses, y reflejan la situación crónica de abuso de poder por parte del PRI en el gobierno, violaciones cometidas contra mujeres por su condición de género o etnia, por prácticas caciquiles y porque las instituciones no funcionan. Diez de las miles de voces de mujeres oaxaqueñas que rompieron el silencio se encuentran en la segunda parte. Nos muestran cómo se fueron organizando en los últimos 6 meses de conflicto para ganarse un espacio propio y ser actoras vitales del movimiento social. Sus voces nos dicen cómo ellas directa o indirectamente son afectadas en sus derechos fundamentales y el valor para enfrentarse a situaciones que entrañan peligro o dificultad. La voz sumada hace un clamor. La voz de cada una de estas mujeres aspira a ser oída por muchas y muchos; a que el clamor sea, con su voz y la de ustedes: paremos la Tragedia, la Impunidad, la Ignominia. Voces de la valentía en Oaxaca aspira a ser un clamor por la Justicia contra el silencio, por la Libertad. Tenemos la convicción de que sumando los esfuerzos podemos poco a poco lograr que Oaxaca sea un lugar en donde todas las personas, en particular las mujeres puedan vivir con dignidad y justicia, y como canta la consigna feminista: que puedan transitar sin miedo por las calles.

CONTEXTO.

Seis meses de resistencia civil pacífica en Oaxaca. Un movimiento social emergente en el que la participación de las mujeres ha sido crucial. Protagonistas y copartícipes de cientos de acciones públicas, de resistencia y de discusión; defensoras de los derechos de familiares víctimas de violaciones a sus garantías individuales, y voces alzadas contra la impunidad. Sin el aporte de las mujeres, este movimiento sería en número e importancia, sin duda, la mitad de lo que ha sido.

Ellas, las colonas las indígenas, las campesinas, las maestras, las feministas las amas de casa, las estudiantes, todas han ayudado a tejer la historia actual de esta entidad y quizás, de México. Desde la audaz e insospechada toma de la televisora estatal y de distintas estaciones radiales que sirvieron como las vías principales de comunicación y articulación del movimiento, hasta el sostenimiento de los plantones y las barricadas que sirvieron como protecciones ante los operativos nocturnos de los grupos de pistoleros del gobernador que en distintas ocasiones han atacado a los pobladores. Desde la organización de los foros de discusión, hasta ponerle voz a la atrocidad.

Es sabido que esta parte de la historia comienza el 14 de junio de 2006, día del intento de desalojo violento del plantón magisterial en el zócalo oaxaqueño, los agravios largamente acumulados en la historia de los pueblos de Oaxaca, hicieron crisis. El discurso de la gobernabilidad y la democracia en Oaxaca, como cortina de humo, cayó para dar paso a calles repletas de cientos de miles de indignados puños, de voces que a coro sorprendieron con su tenaz: «¡Ya cayó, Ulises ya cayó!» Síntesis última de las demandas políticas, de los pendientes sociales, de las deudas históricas con uno de los pueblos más pobres, violentados y olvidados de México.

Se sumaron entonces el rechazo popular al intento de desalojo y las demandas pendientes de diversos sectores y movimientos sociales: el indígena, campesino, de las mujeres, sindical, entre otros. Y surgió la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, (APPO), instancia amplia y plural que agrupa gran parte del movimiento social en la entidad.

Y si el factor de unidad es la caída de Ulises Ruiz, el pensamiento y el ideal colectivo giran en torno a la transformación profunda de Oaxaca. Transformación política, social, que vuelva realidad la Democracia, la Justicia, los Derechos Humanos, la Equidad entre mujeres y hombres, la No Violencia y la No Discriminación. Y las formas, en Oaxaca el pueblo, es decir, las mujeres con sus cacerolas, las y los indígenas, las y los jóvenes impetuosos, los y las ancianas de paso lento y sabiduría añosa, son los y las autoras de las barricadas, de las marchas multitudinarias. Son quienes han puesto su dicho en las reuniones y foros; quienes integran las organizaciones y nombran representantes para la Mesa Única de Negociación con la Secretaría de Gobernación.

Para las mujeres, la crisis fue oportunidad. Cientos de miles salieron a la calle y reclamaron el lugar, el espacio, el tiempo que les ha sido negado. La Coordinadora de Mujeres de Oaxaca Primero de Agosto es un ejemplo concreto, un medio de organización de las mujeres populares y se forma para potenciar su presencia y accionar dentro del movimiento mixto.

Sin embargo, la movilización pacífica, el hombro con hombro, el reclamo argumentado, la iniciativa ante el Congreso han dado frutos indeseados: más de seis mil efectivos de la Policía Federal Preventiva (PFP) ocupan desde el 29 de octubre el centro histórico de la ciudad de Oaxaca; suman ya 17 muertos; 450 detenidos y detenidas; hay todavía casi 30 personas desaparecidas; incontable el número de heridos y de cateos en viviendas particulares. Entre las víctimas de la represión se cuenta a decenas de mujeres detenidas y desaparecidas, de mujeres amenazadas y hostigadas. Ahí están además todas las afectadas por las consecuencias de la represión y asesinato a sus familiares. Tan sólo el pasado 25 de noviembre, paradójicamente el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, fue el día de mayor represión en todo este tiempo, y se estima en trece, las mujeres desaparecidas. Son 41 las detenidas,hay denuncias de tortura, de trato inhumano.

Hay líderes amenazados y detenidos, defensores de los derechos humanos acosados, rumores de ejecución de más de 200 órdenes de aprehensión y un clima generalizado, que parece corresponder más a la década de los 70 que al siglo veintiuno.

Accede a la totalidad del texto en formato pdf

 

Autor: Aline Castellanos Jurado, Ana María Hernández Cárdenas, Leticia Cuevas Rossette, Marievna Vázquez Marcial, Soledad Jarquín Edgar y Yésica Sánchez Maya.
Editorial: CIMAC,Equidad de Género..y otros
Pais: México
Año: 2006