Recomiendo:
0

Entrevista a Pablo Gitter, miembro de Agrupación Por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA)

«El memorándum es el ‘punto final’ del gobierno para no investigar la responsabilidad criminal del Estado en el crimen de la AMIA»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Estamos con Pablo Gitter representante de la Agrupación por el esclarecimiento de la masacre impune de la AMIA (APEMIA). El martes pasado hicimos una lectura de la declaración dirigida a la opinión pública realizada por APEMIA y me gustaría comenzar por un lado explicando ¿por qué «agrupación por el esclarecimiento de la masacre impune […]

M.H.: Estamos con Pablo Gitter representante de la Agrupación por el esclarecimiento de la masacre impune de la AMIA (APEMIA). El martes pasado hicimos una lectura de la declaración dirigida a la opinión pública realizada por APEMIA y me gustaría comenzar por un lado explicando ¿por qué «agrupación por el esclarecimiento de la masacre impune de la AMIA»? ya que hay varias asociaciones, ésta es una de ellas y, por otro lado, retomar el comunicado emitido el pasado 19 de enero en sus trazos centrales para luego irlo desmenuzando un poco más, ¿qué puede aportar a nuestros oyentes la Agrupación por la masacre impune de la AMIA ante la muerte del fiscal Nisman?

P.G.: Nuestra agrupación surge en enero de 2002, luego de los sucesos del 20 de diciembre de 2001, cuando fuimos expulsados del grupo mayoritario de individuos que conformaban Memoria Activa, un núcleo independiente de la dirección de la colectividad judía, de familiares, y con una fuerte predisposición a sumarse y a fortalecer el gobierno de la Alianza que ya estaba en caída. Nosotros hicimos la denuncia de todos los proyectos de encubrimiento durante el gobierno de la Alianza, que se estaban reflejando en ese momento, en el inicio del juicio oral, que se realizó entre fines de 2001 y el 2004. A fines de 2001 cae De la Rúa y el gobierno que duró una semana, de Rodriguez Saá, tomó como primer medida designar Ministro de Justicia, al que le bajó la categoría y lo designó Secretario de Justicia, a nuestro abogado. Después de haber sido aquéllos que batallábamos contra la responsabilidad del Estado en la materialidad del crimen de la AMIA y en su encubrimiento, después de haber iniciado un juicio con abogados que iban a defender esta posición, resultó que nuestro abogado se integró al Estado como Ministro de Justicia.

M.H.: ¿De quién estamos hablando?

P.G.: Estamos hablando del Dr. Alberto Zuppi, que duró una semana como Ministro de Justicia, pero cinco minutos como abogado de nuestra parte. Esto provocó la división de Memoria Activa, había compañeros que no estaban de acuerdo en denunciar la integración de Zuppi al Estado, lo que era intolerable.

En el último acto de Memoria Activa en el 2001, a fines de diciembre, nos expulsaron. Lo que hace que el público que está en la Plaza se conmueva y exija el comienzo de un debate. A la semana siguiente tampoco estaba Zuppi como Ministro, pero el daño ya estaba hecho. Nos conformamos como agrupación, primero éramos un grupo muy minoritario, habíamos perdido la representación legal pero intervenimos durante todo el juicio, fuimos explícitamente separados de la representación legal que nos asistía en el juicio oral y durante todo el proceso fuimos marcando lo que iba a terminar siendo nuestra caracterización esencial de que era un fraude, que iba a terminar liberando a todos los imputados.

Desde el comienzo del juicio, que fue en septiembre de 2001 bajo el gobierno de la Alianza, que continuó durante esa semana del gobierno de Adolfo Rodriguez Saá, durante dos años de gobierno de Duhalde y durante los primeros dos años de gobierno de Néstor Kirchner, fuimos siguiendo todo este proceso político desde el interior del juicio, denunciando que se trataba de una estafa a la opinión pública que iba a terminar liberando a todos los imputados. La noche misma del fallo, en agosto de 2004, mientras el tribunal oral nos daba la razón y dejaba en la calle a todos los imputados, incluso después de haber comprobado sus crímenes.

M.H.: ¿De quiénes estamos hablando?

P.G.: De Telleldín, de Juan José Ribelli, todo el mando de La Bonaerense que estaba imputado, espías de la SIDE que estaban presos por ayudar a Telleldín y Ribelli. Una banda de delincuentes que sumaban 22 personas acusadas o del armado de la Traffic o de extorsiones diversas, pero que sin duda eran la primera línea, aunque no los responsables materiales, de la organización de un atentado. Los dejaron a todos libres. En el momento que el tribunal está dictando el fallo nosotros denunciamos que se trataba de un fraude.

Me hice un poco extenso en este punto porque, desde 2004 hasta 2013, el gobierno de Néstor Kirchner y luego su continuidad, el gobierno de la señora Kirchner han reivindicado ese juicio como un hito de la democracia y alrededor de ese juicio quisieron reformular el aparato de justicia.

En 2013 la señora Kirchner se presenta ante el Parlamento, el 1º de marzo y dice: «la verdad yo siempre fui la que más supo del tema, ese juicio fue un fraude, nosotros firmamos el memorándum como una alternativa». El memorándum no es una alternativa, y la señora Presidenta tardó 9 años en reconocer un fraude, sobre el cual ella montó toda una política que terminó en el memorándum, que lo presentó como la viabilidad para acusar a los iraníes y no como lo que es, el «punto final» para poder investigar la responsabilidad criminal que le cabe al Estado argentino en el crimen de la AMIA. Entonces, ¿por qué «impune»? Porque pasaron 20 años y sigue impune.

Cuando nos formamos como agrupación hace 13 años, nosotros decíamos que era una masacre impune, y todos hablaban de los juicios y suponían que iban a traer justicia. Cada uno tiene que hacer su experiencia, la nuestra fue entender que se trataba de un macaneo en nombre de la justicia que iba a traer más impunidad. Lamentablemente tuvimos razón, porque después de 20 años, hasta el fiscal, hijo de estas políticas de encubrimiento que se vienen siguiendo hace 20 años, denuncia al Estado en la figura de sus gobernantes de hoy en día como encubridores de los encubridores. Si al principio teníamos el encubrimiento de la conexión local para ir contra Irán y luego el encubrimiento de los iraníes para ir a ningún lado, sumamos en total 20 años de encubrimiento. Esta es la situación actual.

La Embajadora del Estado de Israel entregó a Nisman y le dijo al Estado argentino que se quedaran tranquilos que ellos no iban a molestarlos más con el tema del memorándum

M.H.: Pablo, ¿qué te produjo conocer la denuncia del fiscal Nisman?

P.G: Nosotros conocíamos la denuncia dos meses antes, nos la contó el mismo fiscal. Creo que fuimos los últimos en enterarnos. Le pedimos una entrevista, no era la primera vez que nos atendía, queríamos saber concretamente su opinión sobre temas referidos al próximo juicio, que nadie sabe en qué fecha se va a desarrollar aunque la Presidenta de la Nación quiere que se haga ya mismo.

Fuimos a verlo para saber cuál era su posición, su opinión, qué iniciativas iba a tomar y se despachó con esto que iba a denunciar. Después de la muerte del fiscal supimos que otras partes lo habían escuchado hacía ocho meses, nosotros apenas un mes y medio atrás, dos. También escuché que Nisman lo pensaba presentar en diciembre de 2015, después de que el gobierno sea reemplazado. El proyecto Nisman estaba al servicio de alguna maniobra del orden político electoral opositor, sin duda, porque estaba asociado a las direcciones de la colectividad judía, de la DAIA, AMIA y a todo el espectro político que se mueve alrededor de ellas.

M.H.: Hicieron una fuerte reivindicación. Hoy se conmemora un aniversario del Holocausto, y en esta oportunidad las autoridades de la DAIA hicieron una convocatoria y allí se hizo una fuerte reivindicación de la figura y la actividad del Fiscal Nisman.

P.G.: Puede ser, esta gente está en cualquiera. Si hoy les viene bien estar con Nisman, lo van a usar en su favor. Yo te puedo decir que Nisman era muy consciente de que con la DAIA no contaba, mucho menos desde que la Embajadora del Estado de Israel entregó a Nisman y le dijo al Estado argentino que se quedaran tranquilos que ellos no iban a molestarlos más con el tema del memorándum.

Hubo declaraciones públicas de la Embajadora del Estado de Israel dirigiéndose al gobierno argentino, reconociendo sus derechos soberanos a fijar su propia política exterior. Sobre la base de este acuerdo, el canciller Timerman viajó el pasado 31 de marzo a Tel Aviv, en el momento más difícil del gobierno de Israel, para llevar la solidaridad con ese gobierno que se estaba derrumbando y rompiendo relaciones con los palestinos.

El gobierno argentino ha jugado un papel clave al servicio de Israel durante la última guerra en Gaza. No me extraña que la DAIA haya hecho una reivindicación de Nisman, aunque efectivamente estaba muy solo. Él no veía esto, creía que era una cuestión de fortaleza en cuanto a sus relaciones con la SIDE. Cuando nos contó esto, le dijimos que no nos parecía, primero no conocíamos el texto, luego le dijimos que estaba repitiendo lo que ya había hecho, hacer acusaciones políticas con la intención de judicializarlas, y hacer eso es muy difícil, mas allá de que es inconveniente. Se abren debates con Verbitsky y el mismo juez Zaffaroni alrededor de que aun demostrándose lo que todo el mundo sabe, dado que es cierto lo que Nisman dice, no es un delito, es del orden de lo ético, porque lo mandan a hablar contra Irán y ellos negocian por debajo de la mesa. En ese punto tiene razón.

Nisman descubre que lo habían dejado montando un caballo equivocado en la mitad del río

M.H.: En sintonía con la política exterior norteamericana.

P.G.: Por supuesto, lo que Nisman descubre es que la SIDE trabaja en ambos lados del mostrador. Fabrica pruebas para ir contra Irán cuando lo requiere el Departamento de Estado norteamericano y la política belicista de los gobiernos de Israel y Estados Unidos contra el «eje del mal» y también fabrica relaciones comerciales con Irán. Fabrica un atentado y también la defensa de Telleldín pagándole medio millón de dólares.

M.H.: En eso tuvo que ver el juez Galeano, ¿no?

P.G.: Juez Galeano mediante, le pagaron a Telleldín medio millón de dólares. Por supuesto que Galeano es un delincuente de poca monta, de lo único que lo acusan es de pagar medio millón de dólares que no salieron de su bolsillo. Nisman en ese sentido es una figura extraña, muy jugado con sus ideas, que en los últimos años hizo consciente su total aislamiento y esta dificultad de ser parte de un proyecto político que estaba siendo cambiado y lo habían dejado montando un caballo equivocado en la mitad del río, no tenía «trasbordo», no tenía marcha atrás, lo que puede de alguna manera reforzar la teoría del suicidio. Ahora, si la Presidenta dice «lo asesinaron», me tengo que callar la boca porque no me deja ni pensar. ¿Qué quiere decir que lo mataron? ¿Quién, fuera de la SIDE, lo mató?

M.H.: Cuando se da la noticia de la muerte de Nisman, sin conocer en profundidad el tema, tuve esta sensación que mencionás, la de un hombre que había llegado a un punto donde no sabía dónde estaba parado.

P.G.: En la última entrevista que tuvimos con él en noviembre fue tan así que esa fue la sensación que nos dejó a Laura Ginsberg y a mí, que recién pudimos conversar entre nosotros cuando llegamos a la esquina porque estábamos un poco paralizados, fue la de estar en presencia de un tipo que estaba profundamente quebrado. A tal punto, que nos hizo un reconocimiento que nosotros rechazamos, en el primer documento que sacamos el 13 de enero, el mismo día que Nisman hizo público que había presentado la denuncia, comunicamos que nos acabábamos de enterar que el fiscal había hecho la denuncia y que la misma se apoyaba en nuestros argumentos, pero para ponernos al servicio del secreto, que es justamente lo que nosotros exigimos terminar, porque si no se abre el secreto nunca se va a saber la verdad.

Nisman reconoce nuestros argumentos y él nos había dicho esto en noviembre: «cuando llegue el momento yo voy a reconocer que los que tenían razón eran ustedes». Fijate el nivel de conciencia del fiscal, profundamente quebrado, que maneja un discurso belicista o juridicista, aunque nunca lo reconoció a pesar de estar al servicio de esto, después dice que los únicos que no fueron cooptados, los únicos honestos intelectualmente fuimos nosotros. Está hablando de su propia deshonestidad intelectual.

Yo lamento mucho que haya muerto, con independencia del cómo, si me dan a elegir prefiero que se haya suicidado, a que lo hayan asesinado. El pueblo argentino no quiere saber nada con crímenes del orden político, sin embargo, aún suicidado, tengo que reconocer que este es un crimen que se inscribe en la impunidad del tema y que suma los últimos 12 años a los primeros 8, un total de 20 años de impunidad.

Es una tontería lo que dice Cristina Kirchner de que nadie hizo más que ella, porque a la luz de los hechos no se ve qué es lo que hizo por el tema AMIA: puso en libertad a la primera línea acusada del atentado, reivindicó una farsa de juicio durante 9 años, dirigió las investigaciones contra Irán, ella y su marido fueron a las Naciones Unidas para reforzar la presión ante una futura invasión a Irán y se acopló en el tablero mundial al ajedrez de las potencias para llegar a un acuerdo con Irán. Señora Presidenta, ¿de qué habla cuando habla de sus aportes al esclarecimiento? Si la causa tenía como objetivo el esclarecimiento y no esclarecieron nada de nada, la causa no tiene fundamento. La causa se murió con Nisman y merece ser enterrada con él.

El memorándum era el punto final a cualquier intento de investigación en la causa AMIA

M.H.: En tu intervención planteaste que el memorándum no era una alternativa. Me gustaría que profundizaras un poco más sobre este tema porque ayer fue uno de los que abordó en profundidad la Presidenta de la Nación.

La semana pasada, hablando con el analista internacional de La Jornada de México, Guillermo Almeyra, le decía que me sorprendía la mala lectura política, porque si Nisman está presentando tamaña denuncia, yo que no soy nadie, veo una foto pública donde está el vicepresidente de los Estados Unidos, Kerry, y sentado junto a él, uno de los tipos buscados por clave roja, que es uno de los principales asesores iraníes en la temática de energía atómica. ¿Cómo puede ser que este hombre no haya tomado nota de esto? Volviendo al tema, te insisto ¿por qué el memorándum no era una alternativa?

P.G.: Pasaron dos años del memorándum, nosotros organizamos actos denunciando que era el «punto final» a cualquier intento de investigación en la causa AMIA. Efectivamente tuvimos razón, en los últimos dos años no se avanzó en nada en la investigación. Está orientada a hacer el relevo de la acusación misma, no porque haya pruebas de algún tipo, el memorándum no servía para investigar porque para eso, que es lo que el Estado argentino nunca hizo, hace falta abrir los archivos que mantienen oculta la información en la que Nisman dice basarse para acusar a alguien. Nunca debió haber sido presentado el memorándum como una fuerza al servicio de la investigación, en realidad era un acuerdo político entre los estados para dejar de ser una acusación. Esa fue nuestra posición anterior, dijimos que el memorándum tiene como virtud desviar cualquier posibilidad de investigación, terminar con ella y poner el tema AMIA en el limbo internacional, que vengan en comisiones juristas que hablen, que evalúen la prueba, mandar a vía muerta cualquier proyecto de investigación y otra vez sopa. Primero era cargarse a la «conexión local» en nombre de investigar lo que creyeron importante, la «conexión internacional», y ahora terminaban con la conexión internacional para ponerla directamente en el limbo. Es la estrategia de la manipulación. Cualquier manipulador lo haría a la hora de quitarse culpas de encima y todo ello mostrándose comprometido en nombre de «la investigación».

El atentado a la AMIA fue un ensayo de una futura política para incriminar a terceros estados en «el terrorismo»

M.H.: La pregunta del millón sería ¿por qué el atentado a la AMIA?

P.G.: La respuesta es muy difícil porque es lo que le reclamamos saber al Estado, qué fue lo que pasó. Tenemos algunas ideas, pero son hipótesis que no hemos desarrollado.

Hay que ver el atentado de la AMIA en el contexto, no de los dos barquitos que mandó Menem a Irak, nos parece una visión superficial. El otro tema es lo que pasaba en tierra, en Argentina hubo dos atentados, en 1992 y 1994 y un tercer atentado en 1995 contra la fábrica militar de Río Tercero, cuando hicieron volar no solo la fábrica sino que regaron de explosivos toda la ciudad y mataron a 8 ciudadanos y hubo cientos de heridos. Lo formidable es que ninguno de los 3 atentados fue resuelto. Entonces, cuando la señora Presidenta dice ayer a la noche que no saben nada del atentado a la Embajada y que la Corte Suprema nos tendría que informar, es cierto que la Corte Suprema por jurisprudencia tiene potestad encubridora.

Sobre el atentado a la AMIA tampoco sabemos nada porque durante estos 20 años la Corte Suprema lo único que hizo fue redondear la porquería de ese juicio oral de farsa, volviendo a ilusionar en un nuevo juicio contra Telleldín que todavía no se hizo, y liberando de prisión al comisario Castañeda que fue quien estuvo a cargo del Departamento policial antiterrorista y se encargó de extraviar los casettes donde podrían revelarse responsabilidades del Estado. Él fue el hombre de la Policía Federal que perdió los casettes, ese hombre que estaba condenado, fue liberado por la Corte Suprema de Justicia y en la SIDE no acusó a nadie.

Ahora la Presidenta y la oposición están de acuerdo y hablan de la posible intervención de la Corte Suprema. Estamos en contra, porque si así fuera, tenemos 20 años más de impunidad garantizados.

A lo que iba es a lo siguiente, con tres atentados sin resolver, en 1997 Argentina entra en la OTAN. Esto es inexplicable, ¿por qué la OTAN convirtió a la Argentina, un país que ni siquiera es del Atlántico Norte, en socio estratégico en las luchas contra «el eje del mal» que iban a venir después? Dejo esta pregunta picando porque no la podemos explicar. Pero esto nos lleva a pensar que el atentado a la AMIA fue de alguna manera un ensayo en nuestro país, de una futura política de terrorismo de Estado para incriminar a terceros estados en su realización, contra el terrorismo.

M.H.: Como las Torres Gemelas y Charlie Hebdo.

P.G.: Sí, Torres Gemelas por dos, porque también tuvieron un atentado en 1993 que terminó con un sheik egipcio preso por conspiración para producir un atentado. Mucho antes de septiembre de 2001, cuando no existía un «terrorismo internacional», cuando no existía Al Qaeda, apenas unos años después de la caída del Muro de Berlín, el atentado en Buenos Aires fue sin duda el de mayor magnitud, preparatorio de esa escalada contra el terrorismo internacional. No tenemos otra hipótesis, para nosotros el atentado de la AMIA fue responsabilidad del Estado argentino que sabía que se iba a realizar desde un año y medio antes. Entre otros, se lo dijeron las fuerzas de seguridad de Brasil, uno de cuyos miembros estuvo vinculado con la consumación del atentado en Argentina. El Estado argentino puso sus fuerzas para la comisión del atentado y su estructura jurídica para el encubrimiento y preservación del secreto. Los tres poderes del Estado son responsables, cada uno en su medida, esta es nuestra posición.

Proponemos la creación de una comisión investigadora independiente en el marco del Parlamento

M.H.: Hay una parte final del comunicado de APEMIA de la semana pasada, en la que aparecen una serie de propuestas que me gustaría que desarrolles.

P.G.: Desde el martes pasado a hoy, la crisis política se ha agravado enormemente. Nosotros en el texto que leíste, decimos que con independencia de si se murió o lo mataron a Nisman, acá lo que está en discusión es el crimen impune de la AMIA.

Nuestra propuesta es terminar con las iniciativas de injusticia e impunidad que impulsan diputados de sectores opositores como el macrismo o el massismo, que tienden a derivar en nuevos fiscales y nuevas intervenciones del Poder Judicial, que como te digo son responsables de la impunidad del pasado.

Ante eso proponemos la apertura de los archivos secretos y la constitución de una Comisión investigadora independiente constituida por figuras intachables como Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Laura Ginsberg, compañeros de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos, científicos, artistas, sociólogos, gente de la ciencia, del derecho, periodistas, indiscutiblemente independientes, es decir, no controlados por el Poder Ejecutivo de turno.

A esa comisión queremos sumarle a los familiares de las víctimas, querellantes en la causa AMIA y a un número de 4 diputados y 4 senadores para ser constituidos en minoría respecto de los comisionados de los que te hablaba al principio. Entregarle a esa comisión investigadora los archivos aún en poder del Estado y, en el plazo de un año, un año y medio aproximadamente, elaborar un dictamen donde se puedan determinar las responsabilidades en la comisión del delito. Que se abran los archivos y se sepan las responsabilidades criminales que le corresponden al Estado argentino y a sus distintos estamentos.

En esta última semana la crisis política se ha convertido en un fenómeno hasta admitido por el Partido Justicialista, que el jueves explicó que estamos al borde de un ataque institucional profundo, porque reconocen que el gobierno y las instituciones tiemblan como una hoja.

Frente a esto convocamos a una conferencia de prensa para mañana, con la CTA y distintas organizaciones, a las 11 de la mañana en el local de Lima al 600, para anunciar que haremos un acto y concentración el miércoles 4 de febrero para reclamar contra la impunidad, por el esclarecimiento de la masacre de la AMIA y de la muerte del doctor Nisman, frente al Congreso Nacional a las 17:00 para marchar luego a la Plaza de Mayo con este reclamo.

La señora Presidenta, anoche, anunció lo que todos los observadores han entendido como una iniciativa política. El anuncio de que retoma la iniciativa y manda un Proyecto de Ley. Nosotros vamos a estudiarlo.

M.H.: Te estas refiriendo a la disolución de la SIDE.

P.G.: Sí, me estoy refiriendo al Proyecto de Ley que ella dice que es para la disolución de la SIDE, pero cuyas primeras intenciones nos hacen pensar que no hay ninguna disolución. No vamos a hablar de disolución hasta que no la veamos, no es lo mismo reformar la SIDE que disolverla, y a los que cometieron todo tipo de delitos meterlos presos, que no hacerlo. Recordemos que la SIDE esta puesta «para todo tipo de criminalidad».

No conocemos el proyecto de la señora Kirchner, hasta que no lo hagamos no lo vamos a definir como una disolución, nos parece más bien una reorganización de todos los negocios del Servicio de Inteligencia, en lo que ahora sería una agencia gubernamental con injerencia directa de Milani.

Entonces, más que de una disolución se trata de una recuperación del espíritu invasivo sobre la población. Todo esto con un lenguaje moderno, progre, pero con Milani adentro.

Oponemos a la solución que propone, que no es una solución porque la disolución de la SIDE no esclarece los crímenes de la AMIA ni de Nisman, la creación de una Comisión Investigadora independiente en el marco del Parlamento y exigimos a la señora Presidenta que lo ponga en la convocatoria a sesiones extraordinarias junto con su proyecto y deje de sabotearlo como lo ha venido haciendo durante los últimos 8 meses, para que esto se discuta en el Parlamento Nacional.

Por un lado está la propuesta de la Presidenta y, por otro, la de muchas organizaciones populares, de marchar hacia una Comisión Investigadora Independiente y quitarle a todos los bloques que han sido responsables de 20 años de encubrimiento, el manejo de la resolución del tema AMIA.

M.H.: Si hay algún tema que quieras abordar o que te parezca que no hayamos profundizado, te quedan unos minutos para hacerlo.

P.G.: Quiero agradecerte el tiempo disponible, en general no tenemos una hora en ningún medio para poder desarrollar ideas y aquí lo hemos podido hacer. No es mucho lo que me queda por decir, pero sí una reflexión.

La muerte de Nisman sea suicidio o asesinato, ha conmovido al pueblo argentino, que en un sentido identifica la muerte del fiscal con una nueva dificultad para el esclarecimiento de la causa AMIA, aunque son dos temas absolutamente distintos.

En cualquier caso, la señora Presidenta vuelve a insistir en delegar en la justicia -que ya reconoció su fracaso anterior, y que ella misma califica de «farsesco»- el intento de esclarecer el atentado.

Es difícil explicar cómo el atentado a la AMIA, tantas veces ninguneado desde todos los sectores políticos, vuelve constantemente y es utilizado para cualquier cosa menos para su esclarecimiento. Tiene razón la señora Presidenta cuando dice que ahora el atentado a la AMIA es usado como motivación política de la próxima elección. No es menos cierto que ella nunca le dio otra salida al tema AMIA que la acusación infame y sin pruebas contra los iraníes. Entonces, estamos frente a un tema que el pueblo argentino merece conocer, exige su resolución puesta en la figura de Nisman.

Nos parece que Nisman, más que una nueva victima de la AMIA, inscribe su muerte en el tema de esta resolución impune.

Vamos por el esclarecimiento, queremos una comisión investigadora, impulsemos esa comisión y abramos el debate en el pueblo argentino sobre cómo superamos estos treinta y tantos años de democracia sin tocar a ninguno de los servicios de inteligencia que heredamos de la dictadura, sin tocar a ninguna de sus instituciones y, por lo tanto, en las peores condiciones políticas y económicas para nuestro pueblo.

El atentado a la AMIA es parte de los problemas a resolver por el pueblo argentino junto con otros tantos temas más urgentes de la vida cotidiana, como pueden ser la deuda externa o las cuestiones vinculadas a la seguridad, todas tienen un denominador común: una política al servicio de intereses contrarios del pueblo.

Me parece que por ahí es por donde pasa el tema, entender que se trata de un crimen de terrorismo de Estado en democracia, discutir estos temas cuando muchas veces las organizaciones populares creyeron que con la democracia se superaban los años del terrorismo de Estado, cuando hasta la misma Estela de Carlotto llegó a decir que el crimen de la AMIA era una cuestión del «extranjero» y que, por lo tanto, debía resolverse fuera del país.

Nosotros estamos para decir que el crimen de la AMIA compromete profundamente al pueblo argentino, compromete a la responsabilidad del Estado en su comisión, por el delito criminal que fue reconocido incluso en un decreto firmado por Néstor Kirchner y que su no resolución compromete los próximos 30 años de vida democrática de este país. Por eso en estos días ves a filósofos, sociólogos, historiadores, opinólogos en general, vinculando la muerte de Nisman y la irresolución del tema AMIA y su impunidad con la vida misma de la democracia en la Argentina.

Esto es insoportable, necesitamos una comisión investigadora nacional, independiente y no como proponen desde el extranjero, una comisión de juristas internacionales, como dice el New York Times. Una comisión entre dos Estados propone la Presidenta también. Una comisión independiente de todos ellos, proponemos nosotros.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.