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No se detiene la oleada de ataques

El gobierno títere acorralado por el fuego de la resistencia

Fuentes: IAR-Noticias

Mientras Allawi anunciaba la nueva ley de seguridad su propia residencia, situada a 500 metros de la Zona Verde, fue sometida a un ataque con fuego de mortero, durante el cual fueron heridos cinco iraquíes presuntamente del equipo del primer ministro. En el plano funcional, el gobierno títere de Iyav Allawi se parece a cualquiera […]

Mientras Allawi anunciaba la nueva ley de seguridad su propia residencia, situada a 500 metros de la Zona Verde, fue sometida a un ataque con fuego de mortero, durante el cual fueron heridos cinco iraquíes presuntamente del equipo del primer ministro.

En el plano funcional, el gobierno títere de Iyav Allawi se parece a cualquiera de las administraciones políticas controladas por Washington a lo largo y a lo ancho del planeta: su función principal pasa por la represión.

Después de la formalidad de la asunción en medio de las bombas, el 28 de junio, el nuevo régimen anunciaba este miércoles una nueva «ley de seguridad» mientras los rebeldes se enfrentaban con las tropas estadounidenses y la policía iraquí en pleno centro de Bagdad.

El primer ministro interino de Irak, Iyad AllawiHasta ahora las fuerzas invasoras, alrededor de 200.000 efectivos, fueron impotentes para controlar o terminar con los grupos de la resistencia armada, no obstante lo cual el payasesco Allawi permitió «terminar con los rebeldes en Irak».

La nueva ley da prerrogativas al gobierno para imponer toques de queda, establecer puntos de control, hacer registros y detener sospechosos.

Lo que resulta un absurdo total dado que Irak, desde marzo del año pasado, es un país ocupado militarmente en el que las fuerzas ocupantes realizaron redadas, detenciones indiscriminadas de personas, mujeres, ancianos y hasta niños, asesinatos, fusilamientos a quemarropa de centenares de «sospechosos» en los que intervino el propio sicario Allawi como proveedor de inteligencia.

Decir que en Irak se estrenó una «nueva ley de seguridad» resulta tan ridículo como decir que Allawi gobierna Irak.

Antes y después de asumir en el cargo la nueva «administración» fue sometida a una oleada de ataques de la resistencia que no se detuvo en ningún momento.

Mientras Allawi anunciaba la «nueva ley» su propia residencia, situada cerca de la Zona Verde, fue atacada con fuego de morteros durante el cual fueron heridos cinco iraquíes presuntamente del equipo del primer ministro.

La televisión Al Jazeera, mientras tanto, informaba que esta mañana (en Irak) un grupo armado iraquí secuestró a un chofer egipcio que trabajaba para las fuerzas ocupantes estadounidenses.

El chofer, un egipcio llamado Sayed Mohamad Sayed Al-Garbaui fue secuestrado por hombres de la resistencia iraquí cuando conducía un camión cisterna cargado de carburante para las fuerzas estadounidenses proveniente de Arabia Saudí, indicó la cadena árabe.

Los disparos de mortero han tenido lugar «entre las 09:00 y 09:15 locales (07:00 hora peninsular española)», indicó a la agencia Reuters otro oficial de policía presente en el lugar, Saad Chanchoul.

Según este policía, uno de los proyectiles dañó una casa situada a 20 metros de la oficina de la Entente nacional, el partido del Primer ministro, y su residencia situada a 500m de la Zona verde. Dos personas fueron heridas en la casa y otras dos en la calle, agregó el testigo.

La Zona verde, perímetro ultra fortificado, alberga las oficinas de la embajada estadounidense y del gobierno interino iraquí, así como los principales hoteles en los cuales se alojan los extranjeros.

Las agencias de noticias reportaron varias explosiones y disparos de morteros que se registraron por la mañana en la capital iraquí (principalmente en el área de la Zona Verde donde se alojan los periodistas y los empresarios multinacionales) estimando que hay muchos heridos, aunque los portavoces militares estadounidenses no ofrecieron ninguna información.

Dos helicópteros estadounidenses dispararon contra un edificio en Haifa Street durante los combates, dijo un fotógrafo de Reuters. Los helicópteros lanzaron su ataque después de que los disparos de ametralladoras y explosiones de granadas asolaran esta zona normalmente concurrida y comercial que hoy estaba desierta.

Al menos tres soldados iraquíes yacían muertos en el puente de Abu al-Muadham. Dos policías heridos llegaron a un hospital después de un ataque contra una comisaría de policía, dijeron testigos a la agencia Reuters.

«Estamos en una situación de batalla con quienes creemos que son combatientes extranjeros», dijo un soldado norteamericano a la misma agencia.

Al menos dos agentes iraquíes murieron y una decena resultaron heridos, alguno de gravedad, en combates librados en la céntrica calle Haifa entre grupos de insurgentes, fuerzas de la seguridad iraquíes y soldados del Ejército de Estados Unidos.

«Eran muchos insurgentes. Cuando los policías les rodearon se subieron a uno de los edificios más altos y continuaron disparando desde allí», dijo a EFE Sami al Sujeir, un residente de esa concurrida calle a orillas del Tigris, a la agencia AFP.

La escaramuza duró cerca de hora y media, durante la que se oyó detonaciones de fusil, pero también de granadas de mano y artillería. El Ejército norteamericano selló con carros de combate y vehículos todo terreno los alrededores, medida que provocó kilométricos atascos en el centro de la capital.

Las fuerzas de EEUU a menudo se han enfrentado con los rebeldes chiíes en los barrios marginales del suburbio de Sadr City, pero las batallas en las calles, durante el día raramente, se han producido en el corazón de Bagdad.

Los portavoces militares estadounidenses no hicieron declaraciones inmediatas sobre las explosiones, pero dijeron que los rebeldes habían matado a cuatro marines en las zonas suníes al oeste de la capital el martes.

El ministro de Exteriores Hoshiyar Zebari ha dicho que la nueva ley de seguridad autoriza al Gobierno a imponer toques de queda, establecer puntos de control, buscar y detener a sospechosos.

El Gobierno de Allawi también ha dicho que planea restaurar la pena de muerte, suspendida durante la ocupación de Estados Unidos, y ofrecer una amnistía temporal a los rebeldes que lucharon contra los norteamericanos.

Otro absurdo inconmensurable, dado que, desde la ocupación militar, han muerto miles de iraquíes fusilados por los misiles de la aviación estadounidense o por los diversos operativos de represalia como el que sucedió en Faluya, donde fueron asesinados más de un millar de iraquíes, entre ellos mujeres, ancianos y niños.

Por otra parte, según el Pentágono 646 soldados estadounidenses han muerto en Irak desde que comenzó la ocupación en abril del año pasado.

Los ataques de la resistencia iraquí siguen concentrándose en los edificios públicos y en las comisarías, donde se encuentra el aparato civico-policial de los colaboracionistas iraquíes comandados por Allawi.