Pese a insistir en declarar «bajo control» el 70% de Falujah, la aviación y la artillería estadounidenses seguían castigando, en el cuarto día de asalto, áreas del norte de la ciudad que fueron escenario del inicio de la operación «Furia Fantasma». Con el paso de las horas aumentan además las filtraciones sobre el verdadero alcance […]
Pese a insistir en declarar «bajo control» el 70% de Falujah, la aviación y la artillería estadounidenses seguían castigando, en el cuarto día de asalto, áreas del norte de la ciudad que fueron escenario del inicio de la operación «Furia Fantasma». Con el paso de las horas aumentan además las filtraciones sobre el verdadero alcance de la masacre que EEUU está perpetrando en esta parte del Irak «liberado». Y, más preocupante aún para el Pentágono, la creciente insurrección en el norte del país le augura un escenario de pesadilla. Con muchos Falujah levantados sobre las ruinas de esa ciudad.
La aviación estadounidense reanudó los bombardeos contra el noroeste de la ciudad de Falujah, evidenciando que este área, cuyo control total anunció en la tarde del miércoles, sigue en manos de la resistencia. «El combate es puerta a puerta, y cuerpo a cuerpo», resaltó el portavoz y teniente coronel John Sattler. Pese a que el mando militar insistía en que los soldados estadounidenses estaban desplegados ya a lo largo de dos tercios de la ciudad y que controlaban cerca del 70% de la ciudad, Sattler puntualizó que «la operación sigue su curso hacia los barrios noroeste, en especial Al-Yolan, donde la resistencia es mayor». Recordó que el distrito de Al-Yolan, uno de los más castigados por la aviación estadounidense, se caracteriza por sus callejuelas estrechas y sus edificios desconchados, escenario perfecto para una guerrilla urbana. Uno de los escasos periodistas que quedan en la ciudad ya hizo para Al Jazeera 24 horas antes este diagnóstico. Entonces el mando militar se limitaba a incluir a Al-Yolan entre las zonas controladas e informaba de bombardeos de desgaste previos a un avance hacia el suroeste. Aviones de combate y helicópteros artillados, secundados por baterías de artillería pesada, retomaron ayer sus bombardeos y el Ejército estadounidense reconoció que un proyectil alcanzó a una mezquita, aunque justificó que era utilizada por la resistencia como almacén de armas. Coincidiendo con el relato de algunos residentes, que ironizaban sobre el «excesivo optimismo» propagado por el mando estadounidense, sus portavoces tuvieron que reconocer el derribo de dos helicópteros Cobra. Lawrence Hill aseguró desde Bagdad que los pilotos fueron rescatados con vida y situó ambos ataques, con armas ligeras y lanzagranadas RPG, al sur de Falujah y 15 kilómetros al noroeste, respectivamente. A preguntas de France Presse, un oficial que pidió el anonimato cifró en «más de 500» los «insurgentes» muertos en cuatro días de asalto. El general Richard Myers, jefe del Estado Mayor conjunto, señaló que «hubo un combate duro. Y hubo muchos insurgentes, muchos, muchos insurgentes, cientos y cientos de insurgentes, muertos o que fueron capturados». Era su respuesta a una pregunta de la cadena ABC sobre informes de que la guerrilla se había retirado y que la ciudad era un pueblo fantasma. La respuesta a esta segunda cuestión llegó de la mano de testigos que, superando el bloqueo informativo total de los ocupantes, denunciaron que en las calles hay tendidos decenas de cadáveres, que se han comenzado a descomponer, mientras que cientos de heridos se refugiaban en los inmuebles, sin posibilidad de ser atendidos por la falta de hospitales. La Cruz Roja Internacional (CICR) expresó su «enorme preocupación» por la situación en el interior de Falujah. Las líneas de teléfono han sido barridas, no hay electricidad ni agua corriente, y apenas queda combustible para alimentar las lámparas de aceite, denunció uno de los pocos residentes que ayer pudo comunicarse con el exterior. En pleno contraataque mediático para cubrir las crecientes grietas de su muro informativo, el comandante del cuerpo de marines P.J. Batty anunció el hallazgo en sótanos de viviendas de Falujah de tres rehenes iraquíes «atados de manos y de pies, muriéndose de hambre y de sed y torturados». El mando militar estadounidense no informó de nuevas bajas propias en el asalto a Falujah. Sí informó de la muerte a última hora del miércoles de un soldado en un ataque al sur de la capital iraquí. El propio Pentágono auguraba a última hora de ayer la posible irrupción de nuevos Falujah a lo largo y ancho de la mitad norte de Irak.
Un total de dieciocho soldados estadounidenses y 34 guardias nacionales iraquíes han muerto durante la semana de la ofensiva militar estadounidense sobre la ciudad de Faluya, informó la televisión árabe Al Jazeera.
La emisora, que cita a portavoces militares estadounidenses, aseguró no disponer de cifra de víctimas registradas entre la población civil. Los bombardeos de la artillería estadounidense se reanudaron entrada la noche, y los enfrentamientos cuerpo a cuerpo se centraban en el sur de la ciudad.
Testigos citados por Al Jazeera dijeron que la ciudad tiene un aspecto fantasmal, con todas las calles y callejuelas vacías, y los hospitales desiertos o destruidos.
Poco después del avance suministrado por la cadena árabe, el general Richard Natonsky, jefe de la 1 División de Infantería de Marina, confirmó que las tropas de EEUU han sufrido 18 muertos y 69 heridos desde el inicio de la ofensiva.
Añadió que cinco soldados iraquíes que participaban en la operación también murieron y otros 34 han sufrido heridas en el asalto.
Homenaje de Bush
En el «Día de los Veteranos», el recientemente reelegido presidente de EEUU, George W. Bush acudió al cementerio nacional de Arlington y colocó una ofrenda floral ante la Tumba del Soldado Desconocido.
En línea con su discurso habitual estos últimos cuatro años, Bush aseguró que EEUU ha sido desde su independencia, hace más de dos siglos, «la mayor fuerza del bien en el mundo».
«Nuestros soldados hoy siguen siéndolo, y tienen una misión clara: derrotar a los terroristas», añadió. «Y están haciéndolo con profesionalismo, con los mejores equipos, la mejor instrucción y los mejores comandantes. Están ganando».
Los ex combatientes más jóvenes «han barrido de Afganistán un régimen maligno aliado con los terroristas», dijo. «Ellos han liberado al pueblo iraquí de la tiranía de un dictador que ahora languidece en la celda de una prisión», se ufanó.
En pleno levantamiento general, EEUU apunta ahora a Mosul
El Ejército estadounidense anunció ayer el inicio de ofensivas aéreas y ataques terrestres contra la ciudad de Mosul, 370 kilómetros al norte de Bagdad, y justo en el límite con Kurdistán-Sur. Horas antes, varias columnas de guerrilleros tomaron simultáneamente al asalto seis comisarías. Los policías huyeron en desbandada y la resistencia se hizo con todos los arsenales de armas y explosivos antes de prenderles fuego. En Ramadi, ciudad oriental bajo control de la resistencia, tres personas, entre ellas un guerrillero y un policía, murieron en enfrentamientos. El entierro del guerrillero fue multitudinario, con cortejo fúnebre por las calles del centro. En Bagdad, un coche cargado con explosivos y conducido por un kamikaze se empotró contra un control policial en la Plaza Al Nafr, escenario el 9 de abril de 2003 del televisado derribo de la estatua de Saddam, dejando un saldo de 17 muertos y 30 heridos. En la hace semanas «pacificada» Samarra (130 kilómetros al norte de Bagdad) dos iraquíes murieron ayer en un ataque indiscriminado de represalia estadounidense después de que una base resultara alcanzada por morteros. En Baquba, al norte de la capital, un paramilitar iraquí murió en un asalto armado a una comisaría. Trece personas, entre ellas nueve policías, han resultado heridas en 24 horas en dos ataques en la provincia de Babilonia, al sur de Bagdad. El miércoles, una carga explotó al paso del jefe de la Policía de la provincia, el general Qais Hamza, cerca de la Mssayab, 50 kilómetros al sur de la capital iraquí. El blindaje de su vehículo le salvó; no así a nueve policías, que resultaron heridos, dos muy graves. Cuatro personas más resultaron heridas ayer en otro atentado en esta provincia. Por otro lado, soldados estadounidenses irrumpieron en los domicilios del secretario general de la Organización de Ulemas de Irak (OUI), jeque Harez al Dary, y del portavoz , jeque Abdelsalam al Kobeisi. En Kirkuk, capital de Kurdistán-Sur, 14 personas resultaron heridas en un ataque al convoy del gobernador de Kirkuk, Abdelrahman Mustafa Mohamad, que salió ileso.