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Un miembro del cuerpo de la Marina estadounidense narra las presiones recibidas para "mantener la boca cerrada"

Documentos de la marina estadounidense revelan que los marines están implicados en simulacros de ejecuciones contra iraquíes y otros abusos

Fuentes: Rebelión

Documentos de la marina estadounidense dados a conocer por la Asociación Estadounidense por las Libertades Civiles (AELC) revela que el abuso e incluso la tortura protagonizada por los marines contra los detenidos en Iraq se está extendiendo. Un investigador penal de la Marina envió un correo electrónico en junio de 2004 describiendo el número de […]

Documentos de la marina estadounidense dados a conocer por la Asociación Estadounidense por las Libertades Civiles (AELC) revela que el abuso e incluso la tortura protagonizada por los marines contra los detenidos en Iraq se está extendiendo. Un investigador penal de la Marina envió un correo electrónico en junio de 2004 describiendo el número de casos atendidos [por médicos] en Iraq «explotando» [el tema] tras «un alto número de casos evidentísimos.»

«Día tras día, nuevos casos de tortura se hacen públicos y tenemos que saber cómo es posible que esos abusos se permitan», dijo el director ejecutivo de la AELC, Anthony D. Romero. «La extensión de este tipo de abusos no podría haber sido posible sin un grave quebranto en el mando al más alto nivel.» La salida a la luz de estos documentos se produce tras una orden de un tribunal federal dirigida al departamento de Defensa y a otros estamentos gubernamentales para hacer cumplir la exigencia de cumplimiento de la Ley de Libertad de Información, solicitada un año atrás por la AELC, el Centro por los Derechos Constitucionales, Médicos por los Derechos Humanos, y Veteranos por la Paz. La Unión de Libertades Civiles de Nueva York actúa como consejero adjunto en el proceso. El documento de la AELC hecho público hoy, se puede consultar en su totalidad en www.aclu.org/torturefoia , y describe incidentes, torturas y abusos cometidos por los marines estadounidenses, incluyendo:

– Apuntar con una pistola la parte posterior de la cabeza del prisionero mientras otro marine hace una foto (Karbala, mayo de 2003) – Arrodillar a cuatro jóvenes iraquíes mientras [los marines] descargan el cargador de una pistola para «llevar a cabo un simulacro de ejecución» (Adiwaniyah, junio de 2003)
– Producir quemaduras de gravedad en las manos de un prisionero tras rociárselas con alcohol y prenderle fuego (Al Mumudiyah, agosto de 2003)
– Producir descargas eléctricas al prisionero con un transformador provocando que el detenido «baile» mientras sufre las descargas (Al Mumudiyah, abril 2004)

Las nuevas pruebas aparecen inmediatamente después de que salgan a la luz los documentos hechos públicos por la AELC y sus grupos afines el pasado martes; estos documentos revelan que una unidad de operaciones especiales en Iraq se ocupaba de silenciar al personal de la Agencia de Inteligencia de Defensa que observó abusos y que el Departamento de Defensa adoptó técnicas de interrogatorio cuestionables en Guantánamo pese a las objeciones del FBI.
«Los abusos contra los prisioneros no se produjeron en un momento de aberración», manifestó un miembro del gabinete jurídico de la AELC, Jameel Jaffer: «el departamento de Defensa utilizó técnicas extremas de interrogatorios como una cuestión política.»

Además de resaltar la tortura y los abusos [cometidos] contra los iraquíes a manos de los marines estadounidenses, el documento dado a conocer hoy sugiere la existencia de una trama interna de secretismo, afirmó Jaffer. Por ejemplo, cuando se describe el «trato duro» que dan los marines a los prisioneros iraquíes, un miembro de la marina señaló «había mucha presión para que mantuviéramos la boca cerrada.» Otros informes hechos públicos por la AELC hoy incluyen interrogatorios con personal de la Marina que da una idea del trato abusivo cotidiano contra los prisioneros de las fuerzas estadounidenses en Iraq. Por ejemplo, en una entrevista un miembro de la marina describe el proceso normal por el cual a los iraquíes clasificados como «prisioneros de guerra enemigos» (PGE) se les llevaba a una piscina vacía con las manos y los pies atados y con una bolsa sobre la cabeza. Arrodillados les hacían permanecer en esa posición hasta 24 horas esperando a ser interrogados. A pesar de haber dado este testimonio, el oficial manifestó que nunca había visto «casos de abuso físico» hacia los prisioneros. En respuesta a los documentos hechos públicos la semana pasada, el Senador Jeff Bingaman (representante del estado de Nuevo México) envió una carta al Secretario de Defensa [1], Donald Rumsfeld, apelando a que «de forma inmediata investigara las acusaciones de ocultación de pruebas» y que «tomara medidas inmediatas para hacer públicos todos los documentos relacionados con casos de abusos de prisioneros que no fuesen de vital importancia para la seguridad nacional, y que exija responsabilidades a aquellos que hubieran intentado encubrir informes sobre abusos a prisioneros.»

Jaffer dijo que la AELC sigue presionando al gobierno para hacer públicos más documentos y volver a los tribunales fuera necesario para asegurar que los documentos relevantes sean hechos públicos. El gobierno ha sido requerido para sacar a la luz todos los documentos en junio de 2005.

El proceso está en manos de los letrados Lawrence Lustberg y Megan Lewis de la firma de abogados Gibbons de New Jersey; de los letrados Del Deo, Dolan, Griffinger y Vecchione de la firma P.C. y de los letrados Jaffer, Amrit Singh and Judy; Rabinovitz de la AELC; Art Eisenberg y Beth Haroules de la Asociación por las Libertad Civiles de Nueva York y Barbara Olshansky y Jeff Fogel del CCR. [

1] La carta se puede leer en la dirección: http://www.aclu.org/SafeandFree/SafeandFree.cfm?ID=17184&c=207.