Afirma el presidente títere de Irak, Jabal Talabani, y se muestran de acuerdo con él casi todos los medios occidentales… No; vuelvo a empezar. Afirman casi todos los medios occidentales, y se muestra de acuerdo con ellos el presidente títere de Irak, Jabal Talabani -así está mejor-, que el verdadero culpable de la espantosa avalancha […]
Afirma el presidente títere de Irak, Jabal Talabani, y se muestran de acuerdo con él casi todos los medios occidentales…
No; vuelvo a empezar.
Afirman casi todos los medios occidentales, y se muestra de acuerdo con ellos el presidente títere de Irak, Jabal Talabani -así está mejor-, que el verdadero culpable de la espantosa avalancha humana que se produjo ayer en Bagdad y que acarreó la muerte de más de 1.300 personas fue Al Zarqaui, al que considera principal dirigente de Al Qaeda en Irak.
Vienen los unos y el otro a aplicar el viejo aforismo jurídico latino según el cual «la causa de la causa es causa del mal causado».
Lo hacen siguiendo el siguiente silogismo:
Premisa primera: Al Qaeda comete atentados terroristas en Irak.
Segunda premisa: la histeria colectiva se apoderó ayer de la muchedumbre chií en Bagdad tras correr el rumor de que había un terrorista suicida entre los congregados.
Conclusión: la responsabilidad de la matanza recae sobre Al Qaeda, como causa del mal causado (causa causatum).
Valiente patochada.
Para empezar, y de aplicar con rigor el mentado aforismo, a quien habría que culpar de la matanza es a George W. Bush. Porque, si bien puede ser cierto que el desastre se produjo porque hay terrorismo en Irak, no lo es menos que, si ese terrorismo existe, es porque los EEUU ocuparon Irak. De modo que, en aplicación del principio según el cual «la causa de la causa es causa del mal causado», se debe considerar que el responsable de la matanza es el Gobierno estadounidense.
Además, ¿a cuento de qué apuntar al terrorismo de Al Qaeda, en concreto? No veo más razón para ello que el oportunismo puro y simple: quieren aprovecharse de la animadversión que produce ese nombre. Pero lo cierto es que, en este momento, quienes tienen más razones para mostrarse hostiles con la comunidad chií son los dirigentes suníes, que carecen de relaciones con Al Qaeda.
Yo no creo que «la causa de la causa sea causa del mal causado». Se trata de una argumentación tan inquisitorial como simplista. De seguir su lógica, no sólo habría que buscar la causa de la causa, sino también la causa de la causa de la causa, y luego la causa de la causa de la causa de la causa, y así hasta llegar a Adán y Eva o al Big Bang, según las preferencias de cada cual.
Para mí que lo sucedido ayer remite a un conjunto de elementos, uno de los cuales es el miedo de la población iraquí a los atentados terroristas, otro el miedo a la brutalidad de los invasores norteamericanos -ya empiezan a aparecer informaciones que apuntan en esa dirección-, otro los peligros inherentes a toda concentración masiva, particularmente las religiosas mahometanas (recuérdense las tragedias vividas durante varias peregrinaciones anuales a La Meca)…
Lo que pasa es que a mucha gente las explicaciones complejas le resultan engorrosas. Y cansadas. Prefiere que haya culpables muy definidos. Y si tienen nombres y apellidos (Al Zarqaui, Bush), mejor. De eso se benefician los vendedores de explicaciones simplistas. Como Jabal Talabani y casi todos los medios occidentales. O, mejor dicho, como casi todos los medios occidentales y Jabal Talabani. Por ese orden.