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Manual del manifestante de José Antonio Perez

Un diccionario para salir a la calle

Fuentes: Rebelión

 Libro Debolsillo Madrid, 2005, paginas 190En cierta ocasión, al repetido comentario de que Madrid padecía las manifestaciones de toda España, una señora mayor, muy mayor, respondió : ¡A ver, si no nos hacen caso, habrá que seguir saliendo!  Es una respuesta de sentido común. De quien no ha perdido ni el asombro ante la marcha del […]

 Libro Debolsillo
 Madrid, 2005, paginas 190

En cierta ocasión, al repetido comentario de que Madrid padecía las manifestaciones de toda España, una señora mayor, muy mayor, respondió : ¡A ver, si no nos hacen caso, habrá que seguir saliendo!  Es una respuesta de sentido común. De quien no ha perdido ni el asombro ante la marcha del mundo ni la esperanza por cambiar su rumlbo. Pues bien, en ese seguir y seguir obtiene su sentido este Manual.

Manual del manifestanteAmparado por la consigna de Camus  el hombre rebelde es el hombre informado , José Antonio Pérez ofrece, antes que nada, un manual de información. No es el primero que este periodista, perspicaz observador de los movimientos sociales, integrante activista de algunos de ellos, como el que lucha por la implantación de una Renta Básica, entrega a la ciudadanía. Su Manual práctico para desobediencia civil  (1994) o su Diccionario del paro y otras miserias de la globalización (2002) están igualmente al servicio de facilitar el conocimiento que con frecuencia se encripta en eufemismos con el perverso fin de enturbiar la percepción de la realidad social. En allanar ese camino consiste el trabajo del que empieza a ser conocido como Ciudadano Pérez .

Si las librerías se llenan de guías de autoayuda para prevenir el alzheimer o  los infartos; para dejar de fumar o de beber, para sobrellevar alergias o dolores reumáticos… hora va siendo de que, en esas mismas estanterías, aparezcan las guías que evidencian cuánto tiene que ver la salud con el salario y que su ausencia (o escasez) es más perjudicial que el tabaco. No es que este diccionario así lo diga, su autor se limita a recordarnos cómo deberían ser la cosas y las conclusiones son nuestras. Así, en la entrada ‘pobreza’ nos viene a recordar que no es un estado natural del ser humano, sino una institución social establecida por las estructuras de poder . O en la voz ‘darwinismo, tras su desarrollo enciclopédico, precisa que no es una teoría científica, (el social) sino una posición ideológica .  Definiciones lapidarias que, sin ambages, abren surcos de luz, tanta que no podrá estar junto a esos títulos, tan visibles, que reclaman nuestra atención para socorrernos el cuerpo.

Sin ruido, este  Manual del manifestante hará su recorrido. Y lo hará, porque es innegable que la globalización económica neoliberal, con sus secuelas de hambre, pobreza y precariedad a escala mundial, ha provocado un movimiento de resistencia, que se inició en Seattle, en los noventa, que no ha parado y que va adquiriendo nuevas formas con que ejercer la contestación. Este libro es el resultado de ese fragor que llena las calles de expresiones de rebeldía. Se nutre de esa realidad y se constituye como ayuda de información para la acción. Sale en ayuda del activista:  quien no se conforma con rumiar en casa su disconformidad con el estado de las cosas, sino que sale a la acalle a defender sus ideas en pública manifestación . Busca, en definitiva, a quien no lo tiene tan claro como aquella señora mayor de mi barrio.