En Irak hay hasta 14 mil personas presas de las tropas británicas o estadunidenses sin que se hayan presentado formalmente cargos en su contra, según una estimación de Amnistía Internacional (AI), mientras la violencia dejó este domingo al menos nueve muertos en diferentes partes del país. En un nuevo reporte sobre la situación en el […]
En Irak hay hasta 14 mil personas presas de las tropas británicas o estadunidenses sin que se hayan presentado formalmente cargos en su contra, según una estimación de Amnistía Internacional (AI), mientras la violencia dejó este domingo al menos nueve muertos en diferentes partes del país.
En un nuevo reporte sobre la situación en el país invadido, la organización de defensa de los derechos humanos acusó a Gran Bretaña y Estados Unidos de violar el derecho internacional con estos encarcelamientos en el país que invadieron el 20 de marzo de 2003. Según AI, más de 200 personas llevan ya presas en estas condiciones un periodo superior a dos años.
Tres años después de la invasión a Irak los derechos humanos en esa nación siguen estando en una situación «terrible», afirmó AI, en el informe Más allá de Abu Ghraib: la detención y la tortura en Irak.
El organismo señaló en el documento que las tropas de los dos países citados son responsables de torturas.
En el reporte de AI, de 48 páginas, se afirmó que a los presos no se les permite recibir durante los primeros 60 días de su cautiverio visitas de abogados o familiares.
Amnistía Internacional citó asimismo la cifra proporcionada por la fuerza multinacional que calculó en 14 mil los detenidos, repartidos en cuatro centros de detención: Abu Ghraib (4 mil 710), Campo Bucca (7 mil 365), Campo Cropper (138) y Fuerte Suse (mil 176), así como diferentes centros militares en el país (650).
«La imagen resultante es que las autoridades iraquíes violan sistemáticamente los derechos humanos de los detenidos, incumpliendo las garantías contenidas en la legislación iraquí y en las leyes y normas internacionales», señaló el reporte de AI.
De otro lado, al menos nueve personas murieron en diversos actos de violencia en Bagdad y al sur de la capital, mientras el ejército iraquí logró frustrar un atentado contra el mausoleo chiíta más importante de Bagdad, dedicado al imán Kazem.
Por su parte, el legislador estadunidense, John Murra, reiteró en declaraciones a la televisora CBS que la presencia de Estados Unidos en Irak daña la guerra contra el terrorismo y beneficia sólo a Irán y a Al Qaeda.
A todo esto, el ejército estadunidense desmintió la información del diario británico The Sunday Telegraph, que refirió que Washington y Londres planean retirar sus tropas de Irak en la primavera de 2007.