Unos 50 empleados de una empresa comercial fueron secuestrados por hombres armados en Bagdad, en tanto, fueron hallados los cadáveres de 18 iraquíes acribillados o con signos de estrangulamiento, y dos soldados estadunidenses murieron y otros cuatro resultaron heridos en dos ataques en el norte y el oeste del país. El Ministerio del Interior informó […]
Unos 50 empleados de una empresa comercial fueron secuestrados por hombres armados en Bagdad, en tanto, fueron hallados los cadáveres de 18 iraquíes acribillados o con signos de estrangulamiento, y dos soldados estadunidenses murieron y otros cuatro resultaron heridos en dos ataques en el norte y el oeste del país.
El Ministerio del Interior informó que los asaltantes, que vestían con el uniforme de los comandos de la policía, irrumpieron en la sede de la compañía Al Rewaq, en Bagdad, y obligaron a los 50 empleados a seguirlos.
A su vez, el ejército estadunidense dijo haber encontrado en un minibus 18 cuerpos que fueron acribillados a balazos o con huellas de estrangulamiento. Ya en la morgue, se constató que se trataba de hombres de entre 25 y 35 años, vestidos de civil y sin documentos. Las autoridades dijeron haber identificado a cuatro de ellos.
Mientras, otros nueve iraquíes perdieron la vida en varios atentados con explosivos y con coches bomba en esta capital y otras regiones del país. Entre las víctimas mortales figuran cuatro policías y dos soldados. Asimismo, se reportó un atentado contra un depósito de la compañía de petróleo del Sur en Basora, con saldo de un herido.
Un nota del ejército estadunidense de ocupación informó que uno de sus soldados murió y otros cuatro resultaron heridos al estallar una bomba al paso de una patrulla cerca de Tall Afar, norte de Irak. Además, falleció un marine del primer grupo de logística en una emboscada en Al Anbar. Con esto, se eleva a 2 mil 302 el número de soldados estadunidenses muertos en Irak desde la invasión de marzo de 2003.
El ejército estadunidense anunció la liberación de otro grupo de 122 detenidos de las prisiones bajo su control y de las fuerzas locales aliadas en Irak. Su liberación fue decidida por una comisión creada en agosto de 2004, que reúne a delegados de las tropas de ocupación y autoridades gubernamentales iraquíes y de derechos humanos.
En el plano político, la crisis continúa ya que el presidente iraquí Jalal Talabani mantuvo su oposición a la confirmación de Ibrahim Jaafari, como primer ministro, pese a que desde febrero fue electo como candidato por la Alianza Unificada Iraquí, una coalición de chiítas conservadores con 128 asientos de 275 en el Parlamento.
Jaafari es criticado por las fuerzas opositoras kurda, sunita y chiítas laicos, lo que impide la formación de un nuevo gobierno.
En Londres, el primer ministro británico, Tony Blair, insistió en defender la presencia militar de su país en Irak y Afganistán, al ser interpelado en el Parlamento por su reciente afirmación de que será Dios quien juzgue su decisión.