Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Alrededor de 150 refugiados palestinos que huían de Iraq, entre los que se encuentran 50 niños, permanecen retenidos cerca de la frontera jordano-iraquí, según han denunciado funcionarios de organizaciones de ayuda humanitaria.
«Los niños están padeciendo mucho debido a la falta de protección y de alimentos», dijo Ahmed Barak, un voluntario de la Asociación de Ayuda Iraquí. «La asistencia médica en la zona es muy rudimentaria».
Los refugiados, muchos de los cuales huyeron de sus hogares en Iraq debido al reciente desbordamiento de violencia contra los palestinos, llevan esperando desde el 4 de abril el permiso de Ammán para entrar en el reino.
Según Barak, el Comité Internacional de la Cruz Roja y el Creciente Rojo Iraquí han estado proporcionando a los refugiados comida, mantas y tiendas. Sin embargo, Barak añadió que su situación podría empeorar si no se emprende acción alguna por parte de los gobiernos iraquí o jordano. Bagdad, por su parte, ha dicho que los refugiados retenidos estaban actualmente siendo protegidos por oficiales de policía y que el gobierno estaba intentando encontrar nuevas vías para ayudarles.
La situación de los palestinos en Iraq llegó a ser especialmente desesperada tras el estallido, el 22 de febrero, de las bombas colocadas en el reverenciado santuario chií en Samarra, que sirvió para desencadenar una ola de violencia sectaria. Según funcionarios de la Asociación de Musulmanes Palestinos, con sede en Bagdad, más de 200 familias palestinas de la capital se han visto obligadas recientemente a abandonar sus hogares por miedo a la violencia desatada, pues durante el presente año van ya asesinados más de 90 palestinos.
El resentimiento iraquí hacia los palestinos que viven en el país ha ido en aumento desde el derrocamiento en el año 2003 del anterior presidente Saddam Hussein por las fuerzas de la coalición dirigida por EEUU. Bajo el régimen de Saddam, los palestinos disfrutaron de privilegios que incluían vivienda, sanidad y educación gratuitas, beneficios a los que la mayoría de los iraquíes no tenían acceso.
La organización Human Right Watch, con sede en Nueva York, instó a Jordania el 7 de abril para que permitiera que los refugiados entraran en el país. Sin embargo, Ammán respondió diciendo que no era justo esperar que el reino mantuviera una política de puertas abiertas para cualquiera que deseara penetrar por sus fronteras.
Mientras tanto, la apremiante situación de las personas atascadas en la frontera se deteriora cada vez más. «Los palestinos que han sido forzados a dejar sus hogares están viviendo en condiciones penosas», dijo Ahmed Muffitlak, portavoz de la Asociación de Musulmanes Palestinos. «Necesitan ayuda urgente de las organizaciones internacionales humanitarias porque el gobierno iraquí no está haciendo nada para ayudarles.»
Texto original en inglés:
www.alertnet.org/thenews/IRIN/f41e959c504fa34c56f88d7a0ef92cd6.htm