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Comunicado de la plataforma británica 'Stop the War Coalition'

Iraq: Es el momento de irse

Fuentes: Comité de Solidaridad con la Causa Arabe

«El objetivo del movimiento contra la guerra es conseguir que el mensaje por la paz se mantenga lo más vivo posible. Esta es la razón por la cual las manifestaciones, los piquetes ante los centros de reclutamiento, las vigilias, las asambleas y los puestos de información en las calles son más importantes que nunca, sobre […]

«El objetivo del movimiento contra la guerra es conseguir que el mensaje por la paz se mantenga lo más vivo posible. Esta es la razón por la cual las manifestaciones, los piquetes ante los centros de reclutamiento, las vigilias, las asambleas y los puestos de información en las calles son más importantes que nunca, sobre todo ahora que Bush amenaza con realizar un ataque contra Irán».

Algunos datos estadísticos sobre Iraq bajo la ocupación estadounidense y británica:

  • En el mes de abril, más de 1.100 personas que habían sufrido muerte violenta fueron trasladadas a los depósitos de cadáveres de Bagdad.
  • Según los datos del gobierno provisional iraquí y de la UNICEF, el 25% de la población infantil sufre desnutrición crónica.
  • El orden público en la segunda ciudad de Iraq, Basora, ha desaparecido en la práctica y cada hora una persona cae asesinada.
  • Los ataques contra las tropas de ocupación estadounidenses y británicas aumentan de manera espectacular y el número de bajas es, actualmente, el más alto del último año.
  • Bagdad se desliza hacia la guerra civil, al cabo del día aparecen docenas de cuerpos mutilados. Casi con toda seguridad han sido asesinados por los escuadrones de la muerte relacionados con el gobierno iraquí.
  • 100.000 personas han huido de Bagdad, abandonando sus hogares, por temor a los asesinatos sectarios practicados por los escuadrones de la muerte.
  • Muy pocas de estas noticias aparecen en los grandes medios de comunicación. Incluso las muertes recientes de siete soldados británicos en el plazo de una semana, recibieron un tratamiento superficial. A ello se acompañaba un comentario procedente del nuevo Ministro de Defensa, Des Browne, que lamentaba las trágicas muertes, pero insistía en que las tropas británicas permanecerían en Iraq «mientras el pueblo iraquí quisiera que permanecieran», como si se les hubiese preguntado alguna vez. La realidad es que, en caso de haberlo hecho, la respuesta habría sido «váyanse ya», tal como indican todas las encuestas realizadas en Iraq.

    Sin embargo, la destrucción y la carnicería que tiene lugar en Iraq no se puede mantener ocultas, ni al pueblo americano, ni al británico, que en una mayoría aplastante quiere que la ocupación se acabe de inmediato. Por ponerlo en palabras del primer consejero de Bush, Karl Rove: «La guerra pende como una amenaza por encima de todo».

    Los arquitectos de la guerra no pueden huir de las consecuencias políticas de sus crímenes, Bush y Blair han sufrido una enorme bajada en su estimación como líderes políticos. El 26% de reconocimiento recibido por Tony Blair es el más bajo de los que haya obtenido un primer ministro británico desde que empezaron a realizarse estas encuestas y existen pocas dudas de que la guerra haya tenido mucho que ver en el descalabro del partido laborista en las últimas elecciones municipales.

    El objetivo del movimiento contra la guerra es conseguir que el mensaje por la paz se mantenga lo más vivo posible. Esta es la razón por la cual las manifestaciones, los piquetes ante los centros de reclutamiento, las vigilias, las asambleas y los puestos de información en las calles son más importantes que nunca, sobre todo ahora que Bush amenaza con realizar un ataque contra Irán.

    Por esta razón, la coalición «Stop the War» del Reino Unido ha convocado la segunda manifestación nacional para este año. Se celebrará el 23 de septiembre en Manchester, coincidiendo con el comienzo de la conferencia anual del Partido Laborista. El lema de la manifestación será «Es el momento de irse». Tony Blair fue quien metió a Gran Bretaña en una guerra ilegal. Fueron los diputados laboristas los que apoyaron esta decisión. Los malos resultados electorales de los laboristas en todas las elecciones celebradas desde entonces muestran que la mayoría del país quiere que los señores de la guerra respondan por lo que han hecho y que las tropas británicas regresen a casa. Este es el mensaje que nos llevará a las calles de Manchester.