Mientras los medios locales más grandes miraban para otro lado sobre lo que pasaba en el congreso estadounidense referente a la neutralidad en Internet contábamos como se estaba empezando a gestar una Internet para ricos y otra para pobres.
Hoy, cuando la virtualidad de Internet es abandonada para ser contaminada por los flagelos de la vida real, el grave problema empieza a preocupar lo suficiente como para que ya nadie pueda ocultarlo y nos lleva a recordar que es lo que pasaba hace solo unas semanas.
Una Internet para sitios ricos y otra para sitios pobres
La llamada enmienda por la «neutralidad en Internet» de Markey fue derrotada en una votación de 34 a 22 por los miembros del Comité de Energía y Comercio del Congreso de EEUU, sin prestar atención a la opinión de mucha gente de muy diversas ideologías y pensamientos políticos.
Fiel al estilo de Bush, un comité del Congreso de EEUU controlado por los republicanos rechazó ayer mayoritariamente una medida presentada por el representante Edward Markey que habría evitado que las compañías de telecomunicaciones cobraran a los sitios de Internet honorarios adicionales basados en la utilización del ancho de banda generado por los accesos a los sitios y sobre el que los sitios no tienen control.
Con la derrota a la enmienda, Markey advirtió ayer que los EEUU están cada vez más cerca de un sistema de Internet con dos carriles en el cual firmas de telecomunicaciones tales como AT&T, Verizon, Comcast y otras puedan comenzar a dar servicios de precio especial a algunos sitios, mientras que golpean a otros con honorarios más altos, terminando definitivamente con el concepto de igualdad que rigió hasta ahora en la red.
Markey dijo que «si eso es lo qué sucede, el carril rápido será para los sitios que puedan pagar y el carril lento para todos los demás». Timothy Karr, director de campaña de Free Press fue un poco más allá y sentenció: «La libertad de Internet está bajo ataque».
Pero la industria de telecomunicaciones, le respondió a los que estaban a favor de la enmienda de Markey diciendo que pretendían cambiar las reglas de Internet. «Es una solución a la búsqueda de un problema», dijo Brian Dietz, portavoz de la Asociación Nacional de Cable y Telecomunicaciones (NCTA). Agregando que Internet se ha desarrollado sin leyes que controlaran su tasación y esta medida pretendía «sofocar la innovación y la inversión».
Si se observa lo que ocurren en varios países con las empresas de telecomunicaciones, como es el caso de Canadá, en que contrariamente a los dichos de Dietz el problema ya existe y AT&T ya restringe el acceso a ciertos sitios y promueve el acceso a otros, podría decirse que a las compañías de telecomunicaciones hasta ahora poco les ha importado la libertad de expresión y están mintiendo sobre su argumento que se les quieren coartar la libertad de innovación y la inversión.
En realidad una visión más profunda diría que las compañías de telecomunicaciones solo pretenden producir un mayor lucro con el contenido gratuito producido por los sitios de mayor tráfico, debido a que el ancho de banda utilizado ya se lo están cobrando a los sitios y a sus abonados por la utilización de sus servicios. Por otro parte, como estas grandes corporaciones también tienen intereses económicos en los más grandes medios de prensa, les resulta un mecanismo sencillo para ejercer presión sobre aquellos medios más pequeños que gracias a la libertad e igualdad de Internet les han logrado generar competencia informativa.
Google que hasta ahora ha sido una de las poquísimas corporaciones que seriamente ha defendido el interés de los usuarios ante el avasallamiento del gobierno de Bush, ha expresado su muy alta preocupación de que firmas tales como AT&T pudieran comenzar a cargar honorarios adicionales a los sitios en función del ancho de banda ya que también les afectaría seriamente su negocio.
Los usuarios de blogs también se han quejado masivamente, dado que pueden terminar pagando fuertes sumas de dinero para mantener sus sitios actualmente gratuitos si se pone en ejecución un sistema de dos carriles, lo que destruiría definitivamente el concepto del blog como sistema de libre expresión.
EEUU sigue manteniendo de esta manera una posición dual, con un discurso hacia el exterior sobre los principio de libertad e igualdad en la red y criticando, en realidad sin demasiada fuerza, la censura de sitios ejercida por algunos gobiernos como el chino, sin embargo hacia adentro comienzan a desarrollarse muy serios mecanismos de control y restricciones de las libertades civiles que van a terminar afectando a todo el mundo.
Algunos países como Argentina ya tienen de hecho un sistema de dos carriles. En Argentina existen dos grupos de empresas de telecomunicaciones, uno denominado G4 y que está conformado por Telecom de Argentina, Telefónica de Argentina, Prima (del Grupo Clarín) e Impsat, que actuando monolíticamente restringen el ancho de banda de los sitios que se encuentran en el otro grupo conformado por todas las restantes empresas de comunicaciones.