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Suníes contra chiíes, el «juego de guerra» de Washington

Fuentes: www.elwatan.com

Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Caty R.

Los enfrentamientos entre facciones activistas suníes y chiíes en Iraq, que presentan un nuevo empuje de fiebre mortífera desde la ejecución de Sadam Husein, hacen el juego a la teoría estadounidense del «caos constructivo», eufemismo inventado por Washington para legitimar la política de tierra quemada practicada en Mesopotamia.

El plan parece bastante simple: los chiíes de Iraq, el 60% de la población, reprimidos y marginados durante mucho tiempo, optaron por «wait and see» [esperar a ver] en el momento de la invasión anglo-estadounidense de 2003. Una elección defendida implícitamente por la máxima autoridad chií de Iraq, el ayatolá Ali Sistani, de origen iraní. La recompensa estadounidense fue reintegrar a la mayoría chií al juego político dándole el control, especialmente, de los servicios de seguridad, del Ministerio del Interior y una mayoría parlamentaria bajo la autoridad de la familia Al Hakim, mucho tiempo exiliada en Irán. Grupos armados que se proclaman suníes juran que acabarán con los chiíes a quienes acusan de colaborar con el ocupante estadounidense y con Teherán.

El problema político de la democratización y del fin de la ocupación cayó de repente en el regazo religioso. Lo peor acababa de llegar. El último despliegue de esta fomentada escalada de violencia y confusión, es el mensaje difundido ayer [1 de enero de 2007] en Internet por «el emir» del ejército islámico de Iraq (AII), uno de los principales grupos de la citada guerrilla suní del país, por el que se llama a los musulmanes a «salvar Bagdad de la ocupación iraní», considerando que Irán es peor que Estados Unidos.

Entonces, ¿nos dirigimos hacia una guerra de religiones que puede abrasar toda la región? No es seguro, afirman los analistas. Porque en el fondo, como advirtió Sayed Fadlallah, jefe espiritual del Hezbolá chií libanés, el juego estadounidense se concentra en la exacerbación de la discordia entre los musulmanes chiíes y suníes con un doble objetivo: hundir todavía más a Iraq en el caos y mantener a Irán no demasiado lejos del torbellino. Esto aparece como la nueva estrategia de USA que apunta a la pulverización de los estados árabes y musulmanes en provecho de la hegemonía regional del tradicional aliado israelí. Israel, ironías de la historia, un país construido sobre fundamentos teológicos.

Geografía chií.

Pero el discurso de los estrategas estadounidenses sobre el peligro de la expansión de un «arco chií» en Oriente Próximo, con el fin de alzar a los estados y las monarquías árabes suníes contra Irán, persas y chiíes, tropieza con un escollo importante. Los chiíes, que representan el 10% de los musulmanes de todo el mundo y en una gran parte están aliados con los estadounidenses en Iraq, son sus enemigos jurados en Irán y Líbano. Variados por sus implantaciones geográficas y sus escuelas de pensamiento, laicistas en Paquistán y en Turquía, teocráticos en Irán, no constituyen de ninguna manera una masa homogénea. Incluso aunque su dispersión demográfica parezca importante, la gran escuela chií duodecimana [1] representa actualmente más del 80% de la población iraní y el 60% de Iraq. La repartición de los chiíes en otros países de la región es como sigue: El 30% en Líbano, cerca del 50% en Kuwait y en los Emiratos Árabes Unidos, más del 20% en Azerbaiyán, Afganistán y Paquistán, el 66% en Bahrein, el 10% en Siria (los alauitas, en el poder). En Arabia Saudí no hay cifras pero los chiíes están establecidos en las regiones ricas en petróleo, al este del reino.

Profundamente ligado a la noción de justicia y de lucha contra los «poderosos» (al moustakbirin), el chiísmo político experimentó la influencia del marxismo y de los teóricos de la liberación anticolonial (Frantz Fanon a través del iraní Ali Shariati) [2]. Un dato que los estadounidenses intentan presentar como una amenaza contra las monarquías del Golfo y algunos países árabes (que Washington llama «suníes moderados», una denominación muy explicativa) que miran con desconfianza el reforzamiento de Irán. En este país, el desafío de los reformadores sobrepasa las fronteras de antigua Persia: evitar el aislamiento creciente de Irán -la problemática de lo nuclear está en el corazón de este problema- e insistir en la unidad del mundo musulmán frente a las nuevas amenazas de hegemonía estadounidense en la región y en el mundo.

[1] La principal vertiente chií es la escuela ya`farí (llamada así en honor de su fundador, Ya`far as-Sadiq) o escuela chií duodecimana, cuyo nombre deriva de los doce imanes o líderes infalibles que reconocen después del fallecimiento de Mahoma. Las principales comunidades chiíes duodecimanas están en Irán, Iraq, Bahrain y Líbano.

[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Ali_Shariati

http://www.elwatan.com/spip.php?page=article&id_article=57596

Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, la traductora y la fuente.