El general estadounidense David Petraeus asumió el sábado el mando del Ejército ocupante en Irak en sustitución de su compatriota George Cassey mientras los ataques se sucedían en todo el país. Así, al menos cinco personas murieron al estallar un coche bomba en un barrio chií de Bagdad al paso de una patrulla policial. Por […]
El general estadounidense David Petraeus asumió el sábado el mando del Ejército ocupante en Irak en sustitución de su compatriota George Cassey mientras los ataques se sucedían en todo el país.
Así, al menos cinco personas murieron al estallar un coche bomba en un barrio chií de Bagdad al paso de una patrulla policial.
Por otra parte, otros tres miembros de una familia chií fallecieron tras el asalto por parte de un grupo de personas armadas de dos viviendas en la ciudad de Musayib, al sur de Bagdad.
Petraeus señaló durante su toma de posesión que «en Irak las apuestas están altas, pero la situación de violencia sectaria que amenaza con destruir el país todavía no es insalvable».
En este sentido, abogó por la colaboración entre estadounidenses e iraquíes para superar la actual situación. «La carga es muy difícil de llevar para una persona. La aguantaremos todos juntos para aprovechar la oportunidad de construir un nuevo país», dijo Petraeus.
El general recibió el mismo sábado la noticia de las primeras bajas estadounidenses durante su mandato, ya que tres soldados fallecieron y otro resultó heridos al estallar un artefacto en una vivienda ubicada en la provincia de Diyala, a unos 60 kilómetros al noreste de Bagdad, según informó el Ejército estadounidense.
La explosión se produjo cuando los militares irrumpieron en la vivienda en busca de armas, precisa el breve comunicado oficial.
Por otra parte, un tribunal iraquí condenó el sábado a diversas penas de prisión a ocho ciudadanos iraquíes y seis de otros países árabes por portar ilegalmente armas y explosivos y por haber entrado en el país para unirse a la resistencia.
Mueren 30 policías en Bagdad al estallar una furgoneta bomba ante una comisaríaAl menos 30 policías resultaron muertos y otros 50 heridos como consecuencia de una furgoneta bomba que hizo explosión en la comisaría de Adwar, ciudad situada a unos 20 kilómetros de Tikrit, la localidad natal de Saddam Hussein.
La explosión se registró mientras los policías formaban para pasar lista. El suicida conducía una furgoneta cargada de explosivos, cubiertos de heno, y avanzó directamente hacia el grupo policial.
Por otra parte, la agencia española Efe, citando a testigos presenciales, informó de que un grupo de insurgentes derribó ayer un helicóptero estadounidense al norte de Bagdad.
Sin embargo, la oficina de información del Ejército de EEUU aseguró que no tenía constancia de la caída de ningún aparato militar.
El Ejército iraquí informó de que «catorce terroristas» fueron ejecutados ayer en cinco provincias. Junto a ello, fuentes militares añadieron que soldados estadounidenses e iraquíes encontraron catorce depósitos de armas y arrestaron a 140 sospechosos durante una batida contra insurgentes chiíes en Bagdad.