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Un virus

Fuentes: An Arab Woman Blues

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


Cuadro de la pintora iraquí Yaqin Al-Dulaimi

Me he estado sintiendo fatal durante los dos últimos días. Ahora estoy ya muy enferma. Nada grave, sólo una antipática afección gripal.

NO soy muy buena compañía cuando estoy enferma. Soy gruñona, irritable y terriblemente anti-social. Pero tuve que salir y conseguir algo de Panadol en una farmacia cercana.

«Salam Aleikom, necesito una caja de Panadol, por favor.«

«¿El Panadol es para Vd. o para su marido?», preguntó el inquisitivo farmacéutico.

«Mi marido está muerto«, contesté con débil voz y tratando de contener la risa.

«Oh, lo siento«.

«No lo sienta. Lo maté

¡Madre mía! Tendrían que haber visto la cara que puso. Pero se las arregló para esbozar una levísima sonrisa y me dio lo que necesitaba sin hacer más preguntas.

Y así es cómo debería ser. Llevaba un anillo de boda, y barba. Supongo que conocen cómo se me pone el cuerpo en cuanto distingo una barba cerca…

Ahora bien, antes de que se metan por el mundo virtual a extender rumores sobre mí como «asesina de hombres», déjenme asegurarles que no maté a mi ex. Pero, por mí, como si estuviera muerto.

Como pueden imaginarse, no es el único sobre que el que podría cumplirse la sentencia de muerte. Los «hombres» a cargo del ministerio de sanidad en Bagdad se merecen el mismo veredicto.

Soy afortunada, todavía me puedo permitir el lujo de una caja de Panadol y si las cosas se ponen peor (espero que no), siempre puedo acudir a algún doctor iraquí amigo mío, que no sólo es muy competente sino que también hace descuentos a los iraquíes atrapados en el desierto.

Esto me recuerda un «chiste» que corre por Bagdad. Un tipo tiene dolor de muelas y necesita que le saquen la muela mala.

El dentista: «Esto le va a costar 100 dólares«.

El paciente: «¡¿No podría aflojarla sólo un poco por 10 dólares y ya me encargo yo de sacarla?!»

Humor negro «ocupación» en su máxima expresión.

Dadles un poco más de tiempo y verán a toda una generación de iraquíes que les sonríen sin dientes. Sonrisa «ocupación». ¡Qué pena que no salgamos en sus anuncios del dentrífico Colgate!

Como he mencionado anteriormente, los iraquíes ya no tienen empastes para los dientes, por eso se los hacen sacar. En primer lugar, es más barato. En segundo, se tarda menos tiempo: razones de seguridad. En tercer lugar, no siempre se dispone de anestesia, por eso supongo que un tirón fuerte es menos penoso que el taladro: especialmente porque este último puede traer a la memoria el miedo terrible sobre lo que le espera a cada sunní iraquí si él/ella no tienen cuidado en ocultar la secta a la que pertenecen.

Sí, suponen bien, la vil y psicópata milicia del Ejército del Mahdi. El ala militar de los sadristas cuyo jefe no es otro que el taladrador de primera clase de Bagdad: Su Eminencia Muqtada al Sadr.

Y da la casualidad que el Ministerio de Sanidad está bajo su «patrocinio» y el de sus «hombres».

Cada bagdadí sabe que si estás enfermo y sucede que vives en una zona sunní -estas categorizaciones NO EXISTIAN antes de nuestra «liberación»-, estás realmente jodido.

No sólo es peligroso acudir a un doctor fuera de tu zona, cuando no imposible, sino que incluso los hospitales en las zonas sunníes te rechazan.

Radhi no es un mentiroso. Jura que en su ghetto sunní se rechaza a muchos pacientes y que sólo aceptan «casos muy graves». ¿La razón? No tienen de nada.

No hay camas de hospital, no hay medicamentos, no hay equipamiento, no hay electricidad, no hay enfermeras y, lo peor de todo, no hay doctores.

Las cifras, y estas son las únicas que pude encontrar, afirman que alrededor de unos 20.000 médicos iraquíes huyeron del país en 2005. Sólo Dios sabe cuántos han huido hasta el momento. Y sólo Dios sabe cuántos dentistas, enfermeras y otros ayudantes paramédicos han escapado también del infierno de Iraq.

Sólo en 2005, fueron secuestrados y asesinados 250 doctores, otros 65 están aún en paradero desconocido. Dejo para Vds. el cálculo de cuántos han sido asesinados o desaparecido hasta la fecha.

Actualmente, Iraq tiene sólo la tercera parte de los doctores que necesita. Los que aún permanecen, son acosados a diario por las milicias armadas que no dejan de asaltar sus clínicas. Algunos las han cerrado y trabajan en sus hogares.

El Ministerio de Sanidad tiene una política DELIBERADA de no proporcionar ni financiación ni equipamiento ni medicinas ni personal a las zonas sunníes. Esa es una actuación deliberada típica de la naturaleza totalmente sectaria del gobierno títere. Otra forma de favorecer un genocidio más pequeño dentro del inmenso genocidio. El genocidio iraní contra los sunníes dentro del inmenso genocidio estadounidense contra los iraquíes.

Lo mismo se podría aplicar a los Ministerios de Obras Públicas, Transportes, Interior, Educación, etc… Pero los dejaré fuera por el momento porque quiero que se centren ahora en el desastre del «Servicio Sanitario» que constituye la norma ahora en Iraq.

No empezaré siquiera mencionando la proliferación de enfermedades que habíamos erradicado antes de nuestra «Liberación», pero hagamos un repaso: Cólera, Tifus, Malaria, Turberculosis, Polio y Sida. Está última era prácticamente desconocida en Iraq.

No me refiero siquiera a los casos de cáncer, especialmente en tejidos blandos y en sangre que se han multiplicado por 600 gracias al uranio empobrecido. Sólo esto es una tragedia absoluta.

Y no citaré otras enfermedades comunes, como las cardiacas, diabetes, hipertensión, para las que la gente no puede encontrar tratamiento adecuado ni puede permitirse tampoco comprar medicación.

Ni me referiré tampoco a la muy grave degradación de la salud mental de la mayoría de los iraquíes. Alteraciones de stress post-traumático de las que no se vislumbra el fin.

Ni tampoco mencionaré la ausencia de cuidados prenatales o postnatales. Ni las cesáreas forzosas antes del fin de los embarazos. Ni el número creciente de abortos. Ni los bebés que no tienen oportunidad de ver la luz del día. Ni los niños muriendo como moscas… No, no mencionaré nada de eso.

La situación actual de la sanidad en Iraq es una tragedia de proporciones monstruosas. Es otro de los crímenes cometidos tanto por EEUU como por el gobierno títere iraní en Bagdad.

Como dije, el Ministerio de Sanidad está dirigido por los hombres de Muqtada al Sadr. Es uno de los ministerios que se ha visto más afectado por la corrupción. Vean mi escrito anterior «Foul Play» (*).

Bajo los sadristas, el sistema sanitario se ha desintegrado TOTALMENTE. Y hay una carencia muy grave de servicios. Excepto quizá en su propio hospital en Ciudad Sadr. El sectarismo persa obliga.

Veinte mil millones de dólares se destinaron a suministros médicos y hospitales. Todo ha desaparecido. Parte del equipamiento y la medicación son más tarde encontrados a la venta en el mercado negro.

Los culpables no son otros que el Ministerio de Sanidad Y los contratistas extranjeros de la «reconstrucción». Los estadounidenses, los británicos y el resto de los parásitos que han infectado Iraq.

De 150 proyectos sanitarios, sólo seis se han completado y no totalmente.

El Ministerio de Sanidad, junto con esos contratistas extranjeros, se ha embolsado el dinero. De nuevo la corrupción y el fraude campean por sus respetos.

Y los iraquíes quedan abandonados a sus enfermedades, amputaciones, heridas y cicatrices en medio de la indiferencia total. Indiferencia tanto por parte del gobierno títere, como de los estadounidenses, como de la supuesta Comunidad Internacional.

Tampoco me he referido a los desplazados, dentro y fuera de Iraq, que en su mayoría no tienen absolutamente acceso a NINGUN cuidado médico.

No he hablado tampoco de todas esas escenas demasiado comunes: la de las madres, vendiendo algún alimento que recibieron por caridad para poder llevar a sus niños a un doctor…

Tampoco he tocado la situación de todos los que están plagados de cáncer y no pueden permitirse la morfina y son abandonados mientras se apagan agonizando…

¡Dios mío, no sé por dónde empezar, no sé por dónde terminar…!

Y cuando pienso en aquellos días en que Iraq, según la OMS (que, a propósito, pasa de todo, excepto de entretener a los «doctores» de la civilizada comunidad internacional pagándoles salarios de 10.000 dólares al mes para que puedan escribir informes y observen cómo nos vamos muriendo lentamente), era considerado el país más avanzado de todo Oriente Medio por la calidad de cuidados de su sistema sanitario.

No sólo teníamos los mejores doctores, todos ellos enviados al extranjero para que realizaran más estudios y especializaciones. No sólo teníamos el equipamiento más moderno. No sólo teníamos algunos de los mejores hospitales y facultades de medicina. No sólo afluían a Bagdad pacientes de todo Oriente Medio en busca de tratamiento… No sólo eso, sino que además TODO ERA GRATIS.

En la actualidad, las camas de nuestros hospitales no tienen sábanas. Ni mantas. No se sirve comida, tienes que llevarla tú. No hay guantes. No hay jeringas. No hay higiene. No hay equipamiento. No hay medicinas. No hay enfermeras. No hay doctores. No hay cuidados prenatales. No hay cuidados postnatales. No hay nada sino…

Sí, hay a montones, nos sobra, todo lo que es feo, diabólico, atroz… y ya no me quedan palabras…

Balas, enfermedad, radioactividad, desnutrición, desempleo, pobreza, corrupción, sectarismo, chauvinismo, miedo, dolor…

Esos son los virus de la doble Ocupación EEUU-Irán. NO, la triple ocupación, no olvidemos, por favor, a Israel en el norte. Pero después Israel ha llegado también hasta el mismo corazón de Bagdad, corroyéndolo lujuriosamente.

Sí, esos son los virus que encenagan el «Nuevo Iraq Liberado». Los virus que proceden de los depredadores al ataque, como animales salvajes rabiosos y enfurecidos… contaminándolo todo y a todos.

Resumiendo: el virus del Genocidio. Un Genocidio que tiene lugar frente a sus mismos ojos. Y no vengan más tarde y digan que no se lo dijimos.

Mi furia no se acabaría nunca… realmente no se acaba nunca, porque soy testigo de tantos niveles de crímenes que habéis perpetrado y de tantos niveles de mentiras que habéis dicho y de tantas técnicas de asesinato que estáis utilizando… No acabaría nunca.

¡Qué espantosa desgracia para alguien llamado Ser Humano!

Y todavía tengo que contemplar como seguís apoyando a psicópatas genocidas como Muqtada al Sadr. Y todavía veo a algunos de luto preventivo por el igualmente criminal Irán en lugar de denunciar su papel en el infierno que es ahora Iraq. Y todavía oigo que Iraq tiene que esperar y seguir abrasándose aún más en el horno trasero. Y todavía veo a algunos viviendo totalmente en la negación malintencionada, haciendo consideraciones de cuán civilizado es el mundo estadounidense/occidental.

Ahora me siento mucho más enferma. Realmente enferma. Esta antipática gripe no es nada en comparación con la enfermedad de la que soy incapaz de deshacerme y de la que soy incapaz de cicatrizar…

La enfermedad que procede de darme cuenta de que mi país está muy enfermo, debilitado por una febril enfermedad, enfermo, exhausto, mutilado, agonizante… acabado para siempre.

La enfermedad que procede de darme cuenta que VOSOTROS sois ese virus asesino que está devastado SU cuerpo…

N. de la T.:

(*) Enlace con escrito citado: http://arabwomanblues.blogspot.com/2007/10/foul-play.html. Se refiere en él a la información publicada por auditores estadounidenses sobre la reconstrucción de Iraq que indican que la corrupción del gobierno iraquí podría alcanzar los 4.000 millones de dólares al año, es decir, más del 10% del ingreso nacional. Hay rumores de que parte de ese dinero se está canalizando para financiar a las milicias y bandas de criminales. Todo ello agravado por un sistema judicial en situación de debilidad al estar sujeto a amenazas y presiones políticas.

Enlace con texto original en inglés:

http://arabwomanblues.blogspot.com/2007/10/virus.html