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Entrevista a al cantautor Javier Krahe

«Ahora es más fácil dar a conocer lo que haces»

Fuentes: 20 Minutos

El artista presenta su último trabajo discográfico: ‘Querencias y extravíos’, en el que se mantiene fiel a su estilo humorístico de siempre.

Javier Krahe vuelve con un nuevo trabajo: Querencias y extravíos. Acompañado por un libro de Paloma Leyra que recoge varias Charlas con un vago burlón, el artista presenta en formato de directo once fragmentos con un estilo único: el de Javier Krahe.

¿Este disco es más de lo mismo? Usted así lo dice…

Hago las canciones con unas características determinadas, y en ese sentido es más de lo mismo. Va de lo que me llama la atención y, como casi siempre, en clave de humor. Es algo así como si Velázquez pintara algo y dijera que es más de lo mismo… (risas).

Esta vez ha tardado menos de dos años en grabar otro disco

Me gusta espaciar más mis álbumes, tener material de sobra para elegir

Ha sido culpa de mis músicos, que me han pillado con trece canciones. A mí me gusta espaciar más mis álbumes, tener material de sobra para elegir, pero ahora tengo que darme más prisa en componer.

¿Qué hace con el material que le sobra?

Lo guardo, claro. Siempre he tenido canciones de sobra, pero esta vez no. Me quedan dos canciones, pero son dos temas que nunca he metido porque siempre me han generado dudas. Es algo psicológico porque tampoco las he desechado, pero hace mucho que las he compuesto y el caso es que aún no las he metido. 

Ahora que está de moda lo de volver a juntarse, ¿La Mandrágora nunca ha pensado en volver a dar un concierto?

Cualquier intento de hacer algo con La Mandrágora quedaría artificial

Eso no sucederá nunca. Fue un proyecto que se hizo en unas circunstancias determinadas, pero no éramos un grupo. Cualquier intento de hacer algo quedaría artificial porque hay que tener en cuenta que nuestros caminos han sido muy diferentes y cada uno está con sus proyectos. Sabina, por ejemplo, no podría ir a tocar a garitos como hago yo, porque se formaría una… (risas).

Usted empezó en la música a los 35, ¿cree que podría hacer lo mismo si empezara ahora?

Sí, aunque creo que es más fácil ahora. Hay más locales y, sobre todo, hay internet. Ahora la gente se puede dar a conocer sin muchos gastos, combinando los conciertos en directo con internet. 

¿Le afecta la piratería?

 Mis discos no están en los top manta, pero sí se descargan mis canciones. En cualquier caso, también sucedía antes con las casetes, no es una novedad. A mí me decían que copiaban mis discos para pasárselos a amigos (risas).

¿Y usted qué les decía?

Yo no estoy en contra de eso. Sí, en cambio, de que se pongan a fabricar cintas para venderlas, como en el caso del top manta. 

¿Le daría algún consejo a alguien que empieza? Que no se ponga obstáculos. Hoy día se pueden hacer discos caseros de buena calidad sin mucho dinero y es más fácil dar a conocer lo que haces. Otra cosa es que la gente quiera dar un pelotazo y forrarse, ese ya es otro tema.

¿Se puede vivir sólo de local en local?

Sí, yo he vivido así muchos años –de garito en garito– y, además, solventemente. Para ello hay que currar y tocar mucho, claro. No te da para comprarte un porsche, pero para vivir… 

Pocos artistas pueden sacar un disco en el que las canciones impares sean introducciones…

No, técnicamente lo puede hacer cualquiera (risas).

¿Qué dice usted que le gusta tanto a la gente?

En los recitales siempre presento mis canciones

Pues una serie de chorradas que me vienen a la cabeza… y van y se ríen. En los recitales siempre presento mis canciones e intento ir cambiando las introducciones, porque me acabo aburriendo.

¿Cuántas grabaciones en directo hizo para confeccionar ‘Querencias y extravíos’?

Se grabaron cuatro conciertos, y de ahí se escogió lo mejor. 

¿Sigue jugando al ajedrez?

Todos los lunes. Me encanta ir a la partidita, pese a que suelo perder. 

¿Con cuál de sus canciones se quedaría?

 con la mayoría (risas).