Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Las autoridades jordanas han declarado en Ammán que no van a conceder ni a ampliar ya más permisos de residencia a los iraquíes que están residiendo legal o ilegalmente en el reino. Se suponía que el plazo límite para que muchos iraquíes pudieran poner en orden sus documentos era el del 17 de junio de 2008.
Jordania no es signataria de la Convención sobre los Refugiados de 1951 y no tiene leyes sobre refugio o procedimientos de asilo. Por tanto, el gobierno jordano considera a los 500.000 iraquíes que se estima están en ese país como «invitados», «visitantes temporales» o «extranjeros ilegales».
En marzo pasado, el gobierno jordano pidió a los iraquíes que residían en el reino sin los permisos adecuados que rectificaran su estatuto. Se les dio dos opciones: salir del país, a cambio de anularles la multa impuesta por no tener la documentación en regla, o pagar la mitad de la multa y conseguir un permiso temporal de residencia de tres meses.
«Los iraquíes que quieran quedarse deben aportar la documentación pertinente que les da derecho a permanecer en el reino, incluyendo contratos de trabajo o declaraciones bancarias probando que son inversores, de otra manera no recibirán más permisos de estancia», dijo Ziad Zubi, portavoz del Ministerio del Interior.
Según una fuente del Ministerio del Interior, la decisión no afectará a los que están como pacientes, a los trabajadores legalmente empleados y a los inversores.
Las leyes sobre inmigración afirman que cualquiera que sobrepase la fecha límite será castigado con 1,2 dinares por día, el equivalente, al año, a unos 761 dólares USA. Sin embargo, estos castigos financieros no han conseguido persuadir a los iraquíes para que obtengan los documentos legales necesarios [quizá porque les resulta imposible conseguirlos].
Hasta alrededor de 60.000 iraquíes han rectificado su estatus legal, según fuentes del departamento de inmigración.
Según el Ministerio del Interior, alrededor del 80% del total de iraquíes en Jordania no tienen actualmente los papeles necesarios que les permitan permanecer allí.
No habrá deportaciones
Sin embargo, dijo Zubi, no habría deportaciones: «Somos conscientes de la situación de la seguridad en Iraq y el gobierno ha decidido no enviar de vuelta a nadie a Iraq en contra de su voluntad», dijo a IRIN.
A Jordania le gustaría ver que muchos iraquíes se van del país debido a la pesada carga que suponen para su economía.
Las cifras publicadas esta semana por el gobierno jordano muestran que albergar a los iraquíes cuesta casi 1.600 millones de dólares USA, dedicados principalmente a gastos de educación y sanidad. No ha habido una verificación independiente de esa cifra.
Las autoridades de Bagdad han animado a los iraquíes a volver a casa, pero a pesar de algunos incentivos financieros, la mayoría se niega a hacerlo.
«Aquí puedo cuidar de mí mismo… pero, ¿dónde podría estar seguro con mi familia cuando mi casa ha sido dinamitada?, dijo un periodista iraquí que pidió mantener el anonimato por temor a represalias.
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