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¿Mercenarios franceses en Iraq?

Fuentes: France-Irak-Actualité

Traducido por Juan Vivanco

La guerra de Iraq ha dado el golpe de gracia al Convenio Internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de los mercenarios, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989 y ratificado por 32 países. Francia, que se había mantenido al margen del conflicto iraquí tras el discurso memorable de Dominique de Villepin en la ONU (2003), participa solapadamente, con un embajador agresivo y varias empresas de las llamadas «de seguridad».

¿Está Nicolas Sarkozy en guerra contra la resistencia iraquí? Al autorizar la instalación en Bagdad de «empresas de seguridad» francesas, ha metido a Francia en un engranaje muy peligroso, sin haber calculado realmente los riesgos. La población ve a estos «escoltas» franceses, que so capa de protección personal reciben y acompañan a los hombres de negocios, como contractors (mercenarios), similares a los empleados de las cuarenta EMP extranjeras (Empresas Militares Privadas) que siembran el terror en el país. A lo cual contribuyen las declaraciones halagadoras y pasmosas de Boris Boillon, embajador de Francia, sobre la seguridad del país, las virtudes de la ocupación estadounidense y el buen gobierno del régimen proiraní.

El modo de guerra usamericano

En verdad, los contractors de Geos, la mayor empresa francesa de seguridad privada, Gallice-Security y Anticip SAS, que se reparten las migajas dejadas por las EMP anglosajonas, no tienen nada que ver con los asesinos contratados por sus competidores, ni con los aventureros alistados por Bon Denard, el famoso «soldado de fortuna» francés. Geos, fundada por Stéphane Gérardin, ex agente del Service Action de la DGSE (1), está presidida por el general Jean Heinrich, antiguo jefe de la DRM (2). La agencia Gallice está dirigida por Frédéric Gallois, antiguo jefe del GIGN (3), y Anticip por Richard Terzan, ex asesor de «riesgos especiales» de Lloyd’s, uno de los líderes históricos de las compañías de seguros. Todas ellas se ajustan a una modificación de la ley del 14 de abril de 2003 «sobre la represión de la actividad mercenaria». En la práctica, el gobierno francés quiere reintroducir disimuladamente el mercenariado en el derecho francés. Después de haber elogiado el modo de vida usamericano, Nicolas Sarkozy trata de imponer el modo de guerra usamericano (el american way of war, como dice G. H. Bricet des Vallons, autor de Irak, terre mercenaire). En vista de que el mercado del mercenariado, según los cálculos, reportará 100.000 millones de dólares en los próximos diez años, en estos tiempos de crisis los argumentos que se aducen son, evidentemente, de orden económico: «no se pueden dejar estos contratos tan golosos a los otros países», «el presupuesto de Defensa se utilizaría mejor» y «así se podría recalificar a los militares que están a punto de licenciarse… reducir el paro». Como la decisión de externalizar las actividades militares combatientes, al parecer, es cuestión de tiempo, la empresa parisina Vitruve DS, dirigida por Didier Raoul, ex comandante de las fuerzas especiales, ha reclamado la privatización de la Escuela de Fuerzas Aerotransportadas de Pau (Etap por sus siglas en francés). Martine Lignières-Cassou, diputada socialista de Béarn y miembro de la Comisión de Defensa Nacional, considera que esta propuesta es «inadmisible», pues socava «las funciones soberanas del Estado».

Franceses en las EMP anglosajonas

A la espera de una posible modificación de su legislación en materia de mercenariado, Francia hace la vista gorda ante la presencia de ex militares franceses en las EMP anglosajonas. «Franck Hugo» es un ex legionario que participó en el intento de golpe de Estado de Bob Denard en las Comores en 1995 y estuvo de mercenario en Iraq en 2003-2004. Al parecer fue él quien, de acuerdo con la delegación de la DGSE en Bagdad, negoció la liberación de Christian Chesnot y Georges Malbrunot, secuestrados por el Ejército Islámico de Iraq. Dos EMP usamericanas, EHC(Earthwind Holding Corporation) de Bruno Trinquier y Eagle Black Group, también dirigida por un francés, reclutan contractors franceses, lo mismo que la australiana Unity Resources Group, con base en Dubai, responsable de 38 matanzas de civiles iraquíes… todas justificadas, por supuesto. La justicia australiana sólo le echa en cara el haber matado a tres diplomáticos de este país que circulaban demasiado cerca de uno de sus convoyes. Por último, Philippe Legorjus, ex comandante del GIGN, presidente de Atlantic Intelligence, ha creado una filial con la británica Stirling Group para acceder al mercado de la «gestión de riesgos internacionales», sin infringir la ley de 2003.

Sahwa y contractors: ¡la misma lucha!

En Iraq, Anticip factura 6.000 dólares diarios por la protección, más si hay desplazamientos por el interior. Por ahora ningún hombre de negocios ha sufrido atentados o ataques, menos mal. Pero ¿qué ocurrirá cuando Al Qaida de Mesopotamia cumpla sus amenazas? El pasado 25 de marzo el Frente del Yihad, la Liberación y la Salvación Nacional (JLNSF por sus siglas en inglés) de Izzat Ibrahim al-Duri avisó a las empresas extranjeras de que son «objetivos legítimos» para la resistencia, como parte de las fuerzas ocupantes. ¿Y qué decir del riesgo insensato contraído por la empresa Gallice al asociarse con el jeque de la milicia tribal sahwa de los Abu Rish, uno de los peores satélites de la CIA, para garantizar la protección del ministerio iraquí de Asuntos Exteriores? La firma del primer contrato estatal otorgado a una empresa francesa de seguridad ―500.000 dólares― ciertamente obedece más al deseo del ministro curdo Hosiar Zebari de tener un detalle con su viejo amigo Bernard Kouchner que a la capacidad, reconocida, de esta agencia. ¿Qué pasará el día en que estos «escoltas» franceses desenfunden sus armas para proteger a una delegación o para escapar de una emboscada? Entonces ya no se tratará de una misión defensiva, sino de una guerra abierta, con todas las consecuencias. A eso nos está llevando la política mercantil y miope de Nicolas Sarkozy en Iraq. La legalización de EMP francesas, con sus «errores» inevitables, ensuciaría aún más la imagen que tiene Francia en el extranjero.

Apéndice

El «nuevo Eldorado» iraquí

En el momento en que cuarenta empresarios franceses se disponían a viajar de París a Bagdad, por donde se desplazarían en un convoy blindado encabezado por una autoametralladora de Gallice, el «Alto Tribunal Penal» iraquí condenaba a muerte a Tarek Aziz, Saadun Shaker y tres ex dirigentes baasistas. Mientras Boris Boillon, embajador-Rambo, presentaba Iraq como un «nuevo Eldorado» y Anne-Marie Idrac, ministra de Comercio Exterior, visitaba la Feria Internacional de Bagdad protegida por mercenarios de Triple Canopy, las fuerzas de seguridad iraquíes atacaban la catedral católica de la Virgen del Perpetuo Socorro, donde se habían parapetado unos terroristas, provocando la matanza de cincuenta fieles. Al día siguiente, unas bombas y unos obuses de mortero estallaban en los barrios chiíes, causando más víctimas. El ministerio francés de Asuntos Exteriores ha condenado estos atentados, pero no ha dicho nada a favor de Tarek Aziz y sus compañeros, todos ellos «amigos de Francia». ¿Habrá que recordar, como hizo en una conferencia de prensa celebrada el 12 de octubre en París el abogado Vergès, acompañado por la señora Shaker, que la pena de muerte, suspendida en 2003, momento de su detención, por la Autoridad Provisional de la Coalición, no puede aplicarse a ninguno de ellos, aunque se haya restablecido después?

NOTAS

1. División de la Dirección General de Seguridad Exterior encargada de las operaciones clandestinas.

2. Dirección de Información Militar.

3. Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional.

Fuente: http://www.france-irak-actualite.com/article-des-mercenaires-fran-ais-en-irak-62220293.html