Traducción para Rebelión de Loles Oliván
Quienes creen que la actual forma de gobierno en Bagdad -el resultado de la ocupación de Iraq por las fuerzas estadounidenses- es sostenible, están tremendamente equivocados.
Esto es exactamente lo que preocupa al actual primer ministro que, nervioso, se dedica con ahínco a conseguir un nuevo acuerdo que de a la presencia militar estadounidense una ventaja sobre Iraq.
Bajo los acuerdos actuales, las tropas de ocupación estadounidenses deben irse a finales de año.
El primer ministro cuenta con declaraciones de los generales de su ejército, entre ellos el jefe de personal, según las cuales las tropas iraquíes aún no están preparadas para defender al país y no estarán listas al menos hasta dentro de diez años.
El primer ministro entiende que el hundimiento del barco en el lodazal que dejará la retirada de las tropas de Estados Unidos ocasionará daños peores que los infligidos al país por la propia ocupación.
[Al-Maliki] siente ahora que casi todo el mundo es su enemigo, incluso los que trabajan para él dentro de su propio círculo bajo la bandera política o de las facciones.
Este es un tipo de rasgo característico que engendra la raza de los dictadores con el transcurso del tiempo.
Por tanto, es erróneo decir que el statu quo de Iraq es producto de un acuerdo constitucional que organiza las relaciones entre sus sectas y facciones o grupos de interés externos, es decir, Estados Unidos e Irán.
El pueblo iraquí todavía tiene un enorme potencial a pesar de las políticas que intentan aplastar su poder latente. El surgimiento de ese poder latente restaurará un equilibrio en el poder ahora distorsionado por el puño de hierro sangriento que presiona al país por el momento.
Nada es estable en Iraq; los mimbres que mantienen el sistema político vigente son hoy más finos que nunca. Y entre algunas categorías, como el marco político que reside en la Zona Verde y el resto del pueblo, no hay mimbre en absoluto.
Un gran acontecimiento está a la espera en Iraq, un acontecimiento que rebasará en su enormidad las revoluciones que han tenido lugar tanto en Túnez como en Egipto.
Fuente: http://www.azzaman.com/
rCR