Traducido del inglés para Rebelión por Loles Oliván.
En carta dirigida al secretario general de las Naciones Unidas, al secretario general de la Liga Árabe, al presidente del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y al Comité Internacional de la Cruz Roja, el señor Khudeir Wahid Husein Al-Mushedi, en calidad de representante internacional del Partido Baaz iraquí y de su frente de resistencia, advierte a la atención internacional de la plaga en la que se halla inmerso el pueblo de Iraq, que viene soportando crímenes y violaciones, sometido como está a un gobierno títere impuesto por la ocupación, y reclama que se establezca la responsabilidad legal y moral de los mencionados organismos y agencias de la ONU por su inacción ante el genocidio y el baño de sangre que el pueblo de Iraq sufre cada día a manos de dicho gobierno ilegal.
A continuación el texto completo de la carta:
Señor Secretario general de las Naciones Unidas,
Señor Secretario general de la Liga Árabe,
Señora Presidenta del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
Señor Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja,Excelencias,
De acuerdo con las responsabilidades que a ustedes les incumben según la Carta de Naciones Unidas y la Declaración Internacional de los Derechos Humanos, así como según los dos pactos internacionales sobre Derechos Humanos, las Convenciones de 1949 y las bases constitutivas de la Corte Internacional de Justicia y otros documentos internacionales y regionales relacionados; considerando la internacionalización de los principios de los Derechos Humanos, su indivisibilidad y la norma única que representan para ponerlos en práctica sin ningún tipo de discriminación; teniendo en cuenta que las ejecuciones arbitrarias, las campañas de encarcelamiento, detención y abusos, exilio forzado y violaciones, etc. están considerados como actos de violencia cruel, inhumana y degradante contra los iraquíes que viven bajo la autoridad establecida por la Ocupación, y que constituyen flagrantes violaciones del Derecho Internacional, de los Derechos Humanos, y del Derecho Humanitario, y que pueden ser considerados como genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra según la descripción del Derecho Internacional y de la Convención de Roma sobre la Corte Internacional de Justicia, por todas estas razones hacemos un llamamiento a todos ustedes en nombre de las fuerzas patrióticas, nacionales e islámicas representadas por la gran mayoría del pueblo de Iraq, en todos sus distritos, y en nombre de todos los partidos políticos, para que encaren esta situación con valentía y den testimonio de sus responsabilidades poniendo fin a estas gravísimas violaciones y llevando ante la justicia a los responsables. Su intervención es urgente y en su renuencia, serán ustedes considerados responsables.
Las violaciones programadas, generalizadas, y sistemáticas que están documentadas y que han quedado probadas ante los ojos del mundo entero, son demasiado extraordinarias como para mantenerlas ocultas y demasiado enormes como para cuantificarlas. Baste indicar que el propio gobierno impuesto por la Ocupación ha declarado que desde el comienzo de este año de 2013, ha ejecutado a 129 iraquíes. Estos han sido víctimas de injustas denuncias por razones políticas y sectarias. Hay cientos, incluso miles de detenidos en los corredores de la muerte a la espera de una muerte injusta. En cuanto a las torturas y malos tratos, a las penas crueles y a las prácticas degradantes en las prisiones, en los campos de detención (los secretos y los conocidos), no hacen falta ni pruebas ni testimonios pues el mismo gobierno títere no ha podido negar las ejecuciones sistemáticas en las cárceles de Iraq, tras haberse hecho públicos los terribles vídeos que se han filtrado desde dentro de esas mismas cárceles y que muestran violaciones de mujeres, hombres y niños. Asimismo, el gobierno títere tampoco ha negado la existencia de cárceles secretas donde se recluye a presos iraquíes sin ninguna base legal. Estos vídeos están disponibles en Internet y YouTube.
Excelencias,
El Derecho Internacional Humanitario, los convenios de los Derechos Humanos y las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas -la última, la 161/67, de fecha 3/07/2013- afirman la responsabilidad de las personas que fomenten, inciten u ordenen tales acciones, de quienes ignoren las violaciones o pongan en marcha estrategias que las nieguen, y concretamente de quienes las acepten, incluyendo a los empleados que trabajan en los campos de detención donde se encuentran personas privadas de su libertad y sometidas a abusos. Dichos empleados deben ser igualmente llevados a juicio y condenados por sus crímenes. Asimismo, las resoluciones pertinentes de los organismos las Naciones Unidas -la última, la 67/168, de fecha 15/3/2013- afirman que las violaciones tales como las ejecuciones extrajudiciales, medidas sumarias y las torturas son consideradas crímenes de lesa humanidad, crímenes de genocidio y crímenes de guerra.
Basándonos en lo anterior:
Las Naciones Unidas y su secretario general, Ban Ki Moon, así como su representante en Iraq, el Sr. Martin Kobbler, tienen una gran responsabilidad por su negligencia y su silencio, e incluso por el encubrimiento que ha facilitado el representante de la ONU en Bagdad a esas violaciones sistemáticas y generalizadas.
La «preocupación» expresada por el Sr. Kobbler en sus informes no resulta un término adecuado habida cuenta de la gravedad y el grado de los crímenes cometidos contra los iraquíes en tanto que seres humanos. Las Naciones Unidas deben tomar medidas drásticas para poner fin a tales violaciones y llevar ante la justicia a los responsables, tal y como se explica en la resolución 1483 del Consejo de Seguridad de fecha 22/52003, en relación con las amplias prerrogativas que se concedieron al Consejo de Seguridad para gestionar el Iraq ocupado.
Por otra parte, la Liga Árabe representada por su secretario general, el Sr. Nabil Al-Araby y su delegado, el Sr. Shalqam, están acusados por su silencio y su complicidad, e incluso por encubrir los citados crímenes perpetrados contra el pueblo de Iraq a la luz día y que son conocidos internacionalmente, bajo pretextos sin fundamento como los de «justicia y rendición de cuentas», y el artículo 4, que trata sobre terrorismo. Estas acusaciones actúan contra centenares de iraquíes a los que se les acusa por diferir políticamente o por exigir derechos legítimos, y afectan a centenares de miles de iraquíes inocentes.
En una declaración del representante de la Liga Árabe en Iraq, el 4 de abril de 2013, el Sr. Shalqam afirmó con respecto a las prisiones de Iraq que «estas cárceles no son cárceles como tal, sino que son casas reformadas en las que he sido testigo de un alto nivel de igualdad y donde no he podido distinguir entre el responsable de la casa y el detenido». Tal declaración, que se burla de la verdad, le condena como cómplice de encubrimiento de esos crímenes genocidas y crímenes contra la humanidad, y le convierte en responsable de ellos.
En cuanto al Comité Internacional de la Cruz Roja al que la comunidad internacional ha confiado la custodia del Derecho Internacional y el control de su aplicación, ha abandonado sus esfuerzos, por modestos que fueran, en lo que respecta a los Convenios de Ginebra de 1949 para la protección de los civiles en tiempo de guerra, bajo el pretexto de que las fuerzas de ocupación se han retirado y de que la autoridad está ahora en manos de los iraquíes. Esta presunción no puede sostenerse frente a la realidad. ¡Ni mucho menos! De acuerdo con la Convención de La Haya de 1907 y los Convenios de Ginebra de 1949, el final de la ocupación requiere que se den muchas condiciones fundamentales tales como:
La retirada completa de las fuerzas de ocupación de la zona ocupada. Ese no es el caso, pues siguen existiendo todavía bases de los ocupantes, y se mantiene la presencia aún de miles de efectivos políticos, de seguridad y de inteligencia. Ellos son quienes verdaderamente gobiernan Iraq, quienes toman las verdaderas decisiones políticas, y quienes controlan la seguridad en este país ocupado.
El final de toda medida temporal impuesta por las fuerzas de ocupación. Ello no ha sucedido así, pues las leyes establecidas por Bremer siguen vigentes en Iraq, siendo la primera de dichas leyes la Ley de Desbaazificación, el desmantelamiento del ejército iraquí y centenares más de resoluciones ineficaces e ilegítimas.
El fin de la ocupación, según los citados convenios, supone devolver el gobierno a la población ocupada y a su resistencia patriótica. Tampoco es eso lo que ha ocurrido, pues se ha traspasado la autoridad a matones y colaboradores que trajo el propio ocupante.
Señoras y señores:
Ha llegado el momento de que, por una vez, las organizaciones internacionales y regionales cumplan con sus compromisos y con sus responsabilidades morales y humanas ante lo que el pueblo de Iraq viene soportando desde la ocupación. Descuidar sus obligaciones les hará responsables moralmente ante la Ley no importa cuánto tiempo pase. Ciertamente, la recompensa y el castigo son principios inseparables en el Derecho Internacional.
Durante los últimos 60 años, las Naciones Unidas, sus agencias y su personal han recibido el Premio Nobel en nueve ocasiones en reconocimiento a sus buenas acciones, de manera que ¿por qué no exigirles que rindan cuentas cuando están muy lejos de cumplir con sus obligaciones?
No cabe duda de que hacer responsables a esas organizaciones como si fueran personas morales puede ser una difícil tarea, pues no hay base legal para ello. Sin embargo, es necesario hacer responsables a individuos por su silencio y por su complicidad en lo que respecta a las violaciones del Derecho Internacional, y no hay ningún impedimento legal para ejercer tal acción contra el Sr. Kobbler y el Sr. Shalqam, pues ya han sido, en muchas ocasiones, acusados de complicidad por muchos partidos iraquíes y no iraquíes. Este estado de la cuestión requiere que sean investigados y que se les haga rendir cuentas. Deben ser reemplazados porque se trata de individuos que, desde sus posiciones, están participando en delitos según la Ley.
Excelencias,
El ilegal gobierno iraquí establecido por la Ocupación se tambalea debido a sus inconcebibles crímenes contra el pueblo de Iraq y hoy en día se halla en la unidad de cuidados intensivos según lo declarado por su jefe, el títere al-Maliki, el 4 de abril de 2013. La revolución del pueblo de Iraq va a derribar ese régimen y todos los efectos y consecuencias de la ocupación, con el fin de establecer un gobierno patriótico, democrático y multipartidista que respete y proteja los derechos humanos y las libertades fundamentales. Ya ha llegado la hora. O las organizaciones internacionales y regionales cumplen con sus responsabilidades, o aceptan ser condenadas como cómplices y responsables de las violaciones de los derechos humanos en Iraq. En ese caso, deberán ser responsables tanto moral como legalmente. Además, serán también sus conciencias y la Historia las que les hagan rendir cuentas.
Señoras y señores,
Basándonos en lo anterior, les dirigimos este llamamiento en nombre de las fuerzas patrióticas, nacionales e islámicas de Iraq para que ejerzan las acciones y medidas que exijan al gobierno títere, que ponga fin a sus crímenes, por un lado, y por otro, que enjuicien a todos los responsables e instigadores de tales crímenes y que los lleven ante la Corte Internacional de Justicia por sus crímenes diarios contra la humanidad. Ello requiere una sesión extraordinaria de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para que se examine la situación en Iraq. Nosotros solicitamos asimismo que se celebre una sesión especial del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con el mismo propósito.
Solicitamos a ustedes, asimismo, que respalden y se posicionen al lado de los derechos y las reivindicaciones del pueblo de Iraq, según lo vienen exigiendo millones de manifestantes iraquíes en muchos distritos y que incluyen, entre otras cosas, la supresión de la ley de rendición de cuentas y justicia, la liberación inmediata de todos los presos y presas, y el fin de las redadas y las ejecuciones.
El pueblo de Iraq perseguirá legalmente a todo aquel que haya participado, cooperado, incitado, haya sido cómplice o guardado silencio, entre los tomadores de decisiones, sean países, individuos u organizaciones, en relación a los desmesurados crímenes que todavía se siguen perpetrando contra Iraq empezando por el delito de agresión, el de embargo y el del delito de la ocupación de Iraq, de su destrucción, del asesinato y de desplazamiento forzado de sus gentes, y acabando por los crímenes diarios que sufre bajo el gobierno títere de la ocupación impuesto por quienes lo invadieron. Ustedes saben a ciencia cierta que la persecución de tales delitos no está sujeta a plazo limitado alguno.
Khudeir Wahid Husein Al-Mushedi, representante del Partido Socialista Árabe Baas de Iraq, encargado de Relaciones Exteriores.
7 de abril de 2013
Traducido del árabe al inglés por Abu Assur (Behnam Keryo)
Fuente original: http://www.albasrah.net/ar_articles_2013/0413/morshdi_070413.htm
rCR