Tras nueve años de investigación Manuel Gallego López nos expone en este libro el resultado de sus investigaciones, con todos los documentos policiales y de la instrucción sumarial, del trágico atentado a los abogados del despacho laboralista de Atocha de la noche del 24 de enero de 1977. Pero no se limita a ello, sino que nos permite contextualizarlos en los convulsos momentos que se aprobó la Ley de la reforma política en referéndum y que estaban se liquidando las instituciones franquistas, que la policía y la extrema derecha se aliaban en acciones brutales contra los manifestantes que querían la democracia y que el GRAPO se dedicaba a secuestrar a personalidades importantes del Régimen y atentar contra las Fuerzas de Orden Público. Igualmente nos explica que las consecuencias de la violencia de los actos de la ultraderecha acabó con los efectos adversos a los esperados, ya que al poco tiempo se legalizó el Partido Comunista de España. Finalmente el autor se arriesga a desmentir la hipótesis que sostiene que la masacre de Atoche forma parte de una estrategia escalonada que culminará en el intento del golpe de Estado del 23-F. Para él no hay una relación entre ambos sucesos, más allá de ser dos intentos de evitar la consolidación de una democracia en España. Los atentados de Atocha los interpreta como una acción desesperada de grupos de externa derecha que contemplaban, imponentes, el desmantelamiento del franquismo. Lo que sí considera que existía Manuel Gallego era una trama negra en la que estaban implicados sectores de la policía y estos grupos violentos de extrema derecha. Que contaban, además, con la impunidad de un sector importante del sistema judicial. La huelga de transportes tenía un enorme peso simbólico, ya que era la caída del último reducto del poder franquista en la negociación laboral.
El libro está muy bien estructurado, dividido en cinco capítulos. El primero trata de la violencia política en la Transición por parte del aparato policial y los grupos de extrema izquierda y de extrema derecha; el segundo del preludio de la masacre. El tercero de la semana negra del 23 al 28 de enero de 1977: dos secuestros por parte del GRAPO de personas relevantes del franquismo, el asesinato de dos jóvenes de izquierda y el atentado contra las fuerzas de orden público por parte del GRAPO. Todo ello en el clima enrarecido de la reforma política y de la huelga de transporte privado. El cuarto capítulo es el que trata directamente de la masacre de Atocha y de la detención, sumario y juicio de los autores. El capítulo quinto, finalmente de la complicada legalización del partido comunista.
Un libro necesario para recordarnos que la Transición fue compleja, difícil y con graves episodios de violencia. Que el aparato sindical, judicial y policial franquista se opuso en todo momento a que se llevara a cabo. Que hubo una violencia ultraderechista muy intensa, del que la masacre de Atocha solo fue el episodio más significativo. Y que no solo fue ETA, desde el bando contrario a Franco, la que desencadenó actos terroristas terribles que objetivamente se aliaron con las fuerzas más reaccionarias sino que aquí también el GRAPO jugó un papel especialmente nefasto. Un buen trabajo de Manuel Gallego López, que ha sido posible por las ayudas de CCOO, la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y la Fundación Abogados de Atocha.