La Comuna del Cine de Rojava es un colectivo de cineastas fundado el 14 de julio de 2015 en la región autónoma de Rojava, norte de Siria. Desde ese día, la Comuna trabaja activamente en la región para reconstruir y reorganizar todas las infraestructuras de realización y proyección de películas, así como en la formación de jóvenes en el séptimo arte.
Diyar Hesso, nacido en Qamishlo, Royava, es uno de los fundadores de la Comuna del Cine. Se encuentra en Bilbao para presentar la primera producción de la Comuna, Ji Bo Azadiye (Por la Libertad), dirigida por Ersin Çelik. La pelicula ha ganado la Palmera de Bronze a la Mostra de Valencia.
Hemos hablado con Diyar Hesso y, por teléfono, con el director, Ersin Çelik de las actividades de la Comuna del Cinema de Rojava y sobre la película que se presenta en Euskal Herria (el domingo en Bilbao y el lunes en Donostia) y de su génesis.
La película cuenta la historia del asedio de Sur, el barrio histórico de Diyarbakir (Amed en kurdo) en el 2015 y de la resistencia protagonizada por un grupo de jóvenes al ataque el ejército turco. “El invierno de 2015-2016 fue difícil para los kurdos. – dice el director Ersin Çelik – En las elecciones del 7 de junio de 2015 se registró un gran éxito del HDP, un momento en el cual se debatía sobre la posible solución de la cuestión kurda por vías democráticas. Pero todo cambió dramáticamente. El 20 de julio, la masacre de Suruç, el 22 de julio el nuevo acuerdo sobre la venta de armas de Estados Unidos a Turquía, las detenciones masivas de miembros del HDP e intensas operaciones militares en Kurdistán.
En ese momento se filtraron unos documentos del MIT (servicios de inteligencia turcos), entre ellos uno que decía que en el 2014 se preparó un operativo denominado «Plan de destrucción» en el mismo momento en que continuaban las negociaciones con Abdullah Ocalan en Imrali.
Aquel invierno, el gobierno asedió varias ciudades con el objetivo de destruirlas mientras que la gente se rebeló y dejó muy claro que iba a resistir.”
Çelik trabajaba entonces como periodista y recuerda los testimonios recogidos en las ciudades asediadas, tanto en Cizre como en Sur (Diyarbakir). Por la Libertad nace de la lectura de los diarios de los resistentes. “Çiyager, – dice Celik – el comandante de la resistencia de Sur les dice a todos los que salen que cuenten la historia de la resistencia. Algunos miembros de las YPS (unidades civiles de defensa popular) lograron sortear el asedio, y nosotros pudimos hablar extensamente con ellos. El estado quería acabar con Sur, borrar la historia de este barrio milenario, de hecho lo destruyeron casi por completo. Las preguntas que nos hicimos a la hora de escribir el guion fueron esencialmente dos: ¿Qué fuerza fue la que llevó a 50-60 jóvenes, la mayoría de los cuales nunca habían tenido un arma en la mano, a resistir a una fuerza militar entrenada, durante un asedio de más de 100 días? Y la segunda fue: ¿Qué pasó afuera? ¿Por qué tanto odio? Por supuesto, es difícil entender la respuesta a estas preguntas solo con lo que pasó en Sur. Mas bien habría que mirar los últimos 100 años de la historia kurda.”
Escribir el guión, dice Çelik, “no era fácil. Lo facilitó el desarrollarlo de una manera colectiva.”
Diyar Hesso añade que “mientras sucedía el asedio de Sur, el mundo se quedó en silencio solo observando. Por lo tanto nuestra película también es una crítica a ese silencio.”
La película es ciertamente una joya desde el punto de vista técnico de realización. Fue rodada en Kobane, la ciudad que supo derrotar la arremetida del Estado Islámico, en un momento en que el mundo parecía resignado a convivir en un permanente estado de terror. Los habitantes de Kobane, organizados en milicias de autodefensa, lucharon animados por la defensa del modelo de coexistencia, propugnado por Abdullah Ocalan y, finalmente, en defensa de la libertad que significa el derecho a decidir como vivir y organizarse. “Rodar en Kobane – dice Çelik – tenía muchos significados y razones. Las historias de Kobane y Sur son muy similares. Las fuerzas derrotadas en Kobane querían atacar Sur. El objetivo era el mismo, destruir un modelo de vida. Los que resistieron eran los mismos, eran personas con la misma determinación, voluntad y conciencia.”
Çelik hace otra consideración, mas íntima: “El espacio influye en la formación de los individuos, tanto en la vida real como en el arte del cine, y las personas influyen de manera similar en el espacio. Los que resistieron en Sur le dieron a esas piedras un nuevo significado y un espíritu diferente. La ciudad de Kobane, sus calles, sus casas destruidas y los rastros de la resistencia tienen ese mismo espíritu. Ese ambiente o esta identidad de Kobane, estuvo presente durante todo el rodaje. Esto ayudó mucho a los actores a adentrase en su papel.”
Actores que en muchos casos son los propios resistentes sobrevivientes de Sur interpretándose a sí mismos. Un desafío plenamente superado, lo que convierte la ‘actuación’, individual y colectiva, en el otro grande logros de esta película. “Buscábamos – dice Celik – a los más cercanos a las emociones de los jóvenes que resistieron en Sur. Trabajar con actores no profesionales siempre es difícil. Pero creo que habría sido mucho más difícil trabajar con profesionales. Dos milicianos que participaron en la resistencia Sur (Khaki y Korsan Şervan) se interpretaron a sí mismos en la película, además la mayoría de los otros actores también eran jóvenes que habían participado en la guerra contra el ISIS o que han crecido en la guerra”.
“Rûbar también sintió que esto no era solo una película. Sabía que este papel también afectaría su vida”
Uno de los actores no podrá ver el éxito de Ji Bo Azadiye. Rûbar Şervan (Cihan Sever) era de Van, uno de los lugares más gélidos de Kurdistán en lo que se refiere al clima. Un propósito y un sentimiento habían llevado a Rûbar desde la parte más fría y montañosa de su país a la región más cálida y semidesértica. Rûbar Şervan había llegado a Kobane para sumarse a la resistencia contra los ataques de ISIS en 2014-2015. Participa en la guerra contra el ISIS en Kobane. “En el momento en que nos conocimos – dice Ersin Çelik – ya había luchado contra el ISIS en Rojava y otras zonas del norte de Siria. Varias veces había resultado herido. En octubre del 2017 nos reunimos con Rûbar en Kobane, mientras continuaban los preparativos para filmar la película.”
Recuerda Çelik: “Cuando vi a Rûbar por primera vez, me dije «ya está». Y mi impresión no cambió tras los 3 meses de entrenamiento. Sería Ciyager, uno de los papeles principales. Çiyager fue el comandante de la resistencia de los 100 días contra el asedio de la policía y el ejército en Amed-Sur, entre diciembre de 2015 y marzo de 2016.”
Rûbar tenía una cara sonriente y un corazón alegre y ligero como una pluma. “Fue muy humilde y positivo ante las dificultades, – dice Çelik – incluso desde lejos su forma de andar era el adecuado . Tenía todas las características de un comandante revolucionario. Era como el Çiyager que retrataría la película. Por supuesto, al principio no se ofreció voluntario para participar en el trabajo cinematográfico. ¿Para qué es eso? -decía- como si no fuera un asunto suyo, así lo veía. No tenía ninguna experiencia de actuación, ni en teatro ni en cine, así que tenía que confiar en sí mismo y en nosotros.”
Çelik recuerda que Rubar siempre se questionaba. «Me pregunto si podré representar a Ciyager, decía, ¿seré capaz? ¿y si no puedo? Nuestra película trata sobre una parte de un proceso que aún continúa. Aún así, todo está aun muy vivo, muy fresco. Rûbar también sintió que esto no era solo una película. Sabía que este papel también afectaría su vida.”
Çelik se despidió de Rubar en mayo de 2018. “Nos vimos por última vez en agosto de 2018, le hice visionar la primera versión de la película. Después de eso nuestra conexión se perdió. No recibí ninguna información hasta que nos enteramos de que había caído como mártir el 25 de octubre de 2019. Perdió la vida en los enfrentamientos de Heftanîn, en Sur Kurdistan.” Enfrentamientos que todavía siguen.
Aquí el tráiler de la película
Fuente: Berria