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Entrevista a Enrique Vázquez Quintana, médico y escritor puertorriqueño

“La inmunidad e impunidad no protege a los jueces del Alzheimer”

Fuentes: Rebelión

Enrique Vázquez Quintana (Ponce, Puerto Rico, 1937-) es médico de formación y un escritor prolífico por vocación. Fue docente-investigador en la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico (1970-1998), entidad de la que es egresado Magna Cum Laude de Bachillerato en Ciencias (Río Piedras, 1955-1958) y de Doctor en Medicina (1962). Completó su internado y adiestramiento en Cirugía General en el Hospital Universitario y los hospitales afiliados al mismo entre el 1962 y el 1968. Desde el 1968 hasta el 1970 sirvió en el Ejército de los Estados Unidos, siendo en una parte del tiempo destacado como Cirujano en la República de Vietnam. Es diplomado por la Junta Americana de Cirujanos, y entre el 1997 y el 1999 fue Presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico. Dirigió la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico (UPR) entre el 1983 y el 1989, y fue Secretario de la Salud del Estado Libre Asociado de Puerto Rico entre el 3 de enero y el 15 de septiembre de 1993.

Vázquez Quintana tiene a su haber una prolífica producción investigativa y de difusión en revistas especializadas y en medios de comunicación, tales como El Post-Antillano, El Nuevo Día, 80 Grados y El Vocero. También, es autor de unos siete libros: Mi Amigo el Gobernador (1994), La Gran Decepción (1996), Diálogo en el Limbo entre Don Luis Muñoz Marín y Don Pedro Albizu Campos (1998), El Candidato (2004, con el pseudónimo de John Towers), ¿Quién eres tú? (2009), Historia de la Cirugía en Puerto Rico (2015) y Sistema de Salud de Puerto Rico, Pre y Post Guillermo Arbona y Post Reforma (2016). En el 2018 se publicó la película ¿Quién eres tú?, basada en el impacto en la familia de la enfermedad de Alzheimer que afectó a su esposa. Desde el 12 de junio de 2013 se acogió al retiró de su práctica de la Cirugía General. En el 2021 publica Del Estrado al Banquillo de los Acusados, libro en el que aborda su caso contra el poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico por violación de derechos fundamentales, radicado en el poder judicial de los Estados Unidos. Sobre ese caso, Vázquez Quintana ha contestado mis preguntas, y todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Desde hace algún tiempo vos demandó en el poder judicial de Estados Unidos de América a parte de la curia del poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. ¿Por qué? ¿A quiénes demanda y en carácter de qué?

Enrique Vázquez Quintana (EVQ, en adelante) – El Tribunal Supremo de Puerto Rico sentenció el 18 de diciembre de 2015 que este servidor le causó una demencia a una de mis pacientes luego de una operación de tiroides y paratiroides que resultó con el calcio bajo. Esa sentencia es un error judicial craso, que no puede ser confirmada bajo ninguna otra circunstancia, equivale a prevaricación en el sistema judicial español y de toda hispano-américa. Prevaricación en la Biblia significa aquel fiel que no sigue los preceptos de la Iglesia. Demandé a siete jueces del sistema judicial de Puerto Rico en la Corte Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico en San Juan. Los jueces son Gloria M. Soto Burgos del Tribunal de Primera Instancia, José Alberto Morales Rodríguez del Tribunal de Apelaciones y los jueces Liana Fiol Matta, Hon. Mayte Oronoz Rodríguez, Anabelle Rodríguez Rodríguez, Hon. Eric V. Kolthoff Caraballo y Hon. Roberto Feliberty Cintrón del Tribunal Supremo. Demandé, además al perito de la parte demandante, el Dr. Stephen A. Falk.

Los demandé porque fallaron en mi contra por un error judicial craso, pues nadie conoce las causas de las demencias. Su sentencia obedece a un castigo porque prevalecí sobre una abogada que me demandó frívolamente. No se supone que los tribunales de justicia impongan castigos a un ciudadano que va en busca de justicia ante los tribunales. Los demandé por derecho propio (Pro Se litigant) pues los abogados les tienen terror a los jueces.

– WRS – ¿En cuál etapa del proceso judicial se encuentra su demanda contra parte de la curia del poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en el poder judicial de los Estados Unidos de América?

EVQ – El caso fue asignado al Hon. Juez Jay García Gregory. Lo primero que hizo fue desestimar el caso a favor del perito norteamericano Dr. Stephen Falk.

Ese perito testificó que el calcio bajo que resultó de mi operación le causó pérdida de memoria a la paciente. Mi abogado le preguntó si tenía evidencia científica para respaldar su testimonio. Contestó que no porque no existe esa evidencia en la literatura médica. En efecto incurrió en perjurio. Apelé al Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos en Boston. Ese foro nos ordenó a entrar en una transacción. Acudimos ante el Hon. Juez Charles A. Cordero y el Dr. Falk tuvo que entrar en una transacción, pagar una cantidad confidencial para salirse del caso. Lo próximo que hizo el Hon. Juez García Gregory fue desestimar el caso a favor del Juez José Alberto Morales Rodríguez, apelé a Boston. Luego desestimó el caso a favor de los otros seis jueces. De nuevo apelé a Boston. Como el caso no se movía coloqué un recurso de Mandamus. Se lo notifiqué al juez García Gregory el 7 de agosto de 2020. El lunes 10 de agosto de 2020 se cerró el Tribunal federal por la pandemia de COVID19. El viernes 14 de agosto de 2020 el Juez García Gregory decidió todas las mociones pendientes, todas en mi contra y cerró el caso. Luego el Tribunal de Apelaciones de Boston con una sola palabra, Affirmed, sin argumentación alguna, ratificó las decisiones del Juez García Gregory.

Entonces radique un Writ of Certiorari a la Corte Suprema de Estados Unidos el 22 de abril de 2022.

Esa petición fue denegada por lo que el 12 de julio de 2022 presenté una Petition of Rehearing. Esa petición fue denegada el 25 de agosto de 2022. En una escueta oración me informan que la petición fue denegada, sin ninguna explicación. Eso finaliza todo mi esfuerzo para que se me hiciera justicia.

– WRS – En la etapa de adjudicación ante el Tribunal Supremo del poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, ¿qué integrantes o integrante de dicho foro judicial se adjudicaron o adjudicó la sentencia? ¿Qué relación si algunas tenían o tenía tales o tal integrantes o integrante con los hechos del caso que adjudicaban o adjudicaba?

EVQ – Ya indiqué los nombres de los cinco jueces del Tribunal Supremo que sentenciaron que le causé demencia a una de mis pacientes. La Juez Anabelle Rodríguez Rodríguez fue la más inhumana y cruel. Su madre murió a los 84 años, en Guaynabo, de la enfermedad de Alzheimer. En un cuerpo colegiado la Juez Rodríguez Rodríguez estaba legal, moral y éticamente obligada a orientar a los demás jueces sobre esa enfermedad. El Tribunal Supremo convirtió una mentira científica en una verdad jurídica con la intención de penalizarme por haberle ganado una demanda a una abogada que me demandó frívolamente. Esa abogada me debe pagar $184,000 por daños económicos y mentales, y ha rehusado pagar en absoluto.

Los jueces no son ignorantes, quisieron castigarme, darme un escarmiento por haber osado demandar y prevalecer en una demanda contra una abogada. Esa ha sido la única demanda que un médico le ha ganado a una abogada, los jueces no me perdonan tal atrevimiento. La abogada fue suspendida de su práctica, pero restituida seis semanas antes de la fecha de la sentencia en mi contra del Tribunal Supremo, mintiéndole al Tribunal Supremo. El proceso de restitución es una charada, puede confirmarlo revisando el expediente de la Lic. Gladys E. Guemárez Santiago. La juez presidenta Hon. Mayte Oronoz Rodríguez se inhibió de la votación. Esa votación desdice de la seriedad y compromiso legal del Tribunal Supremo.

Si el Tribunal Supremo de la Hon. Mayte Oronoz Rodríguez permite que una abogada que le mintió en tres ocasiones al Juez de Primera Instancia en el caso que presentó en mi contra, que indujo a su cliente a perjurio, que escondió evidencia exculpatoria a mí favor, que no paga sus deudas, que le miente al Tribunal Supremo al solicitar su reinstalación, que demandó a mi esposa por separado un año más tarde cuando llevaba años padeciendo de Alzheimer —si ese es el tipo de abogado que el Tribunal Supremo de la Hon. Juez Oronoz Rodríguez permite que practique en nuestro país—, sin duda nuestra patria está destinada a un fracaso total, no tenemos salvación.

– WRS – Vos no es brujo ni adivino, es Médico de formación. ¿cuántos médicos dentro de Puerto Rico ejercían y trataban la condición de salud de la que trata su caso? ¿Desde cuándo vos daba el tratamiento del que trata su caso? ¿Cuántos pacientes a los que diera el mismo tratamiento del que trata su caso padecen como resultado de su intervención de la condición que se le adjudica provocar por medio de la sentencia final del poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico?

EVQ – Para el año de la demanda yo había realizado más de 10,000 operaciones del tiroides y sobre 750 de paratiroides. Ninguno de esos pacientes terminó padeciendo de demencias. Las causas de las demencias se desconocen. Tan es así que el presidente Obama y el Congreso asignaron millones de dólares en el 2010 y en el 2013 para encontrar la causa de Alzheimer y descubrir un medicamento efectivo. Se fijaron la fecha 2025, ya estamos en el 2022 y todavía no se vislumbra encontrar la causa de la enfermedad. Curiosamente los jueces del Tribunal Supremo de Puerto Rico encontraron la causa del Alzheimer. Ese tribunal cualifica para un premio Nobel de la Medicina. Todo el país desconocía que los jueces tenían un laboratorio experimental en Puerta de Tierra.

– WRS – Resulta que para el poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico vos es capaz de crear mediante tratamiento médico demencia en humanos. ¿Cómo es posible hacer eso mediante tratamiento médico? ¿Cuántos casos conoce en los que mediando el tratamiento médico brindado por vos se halla dado igual resultado que el resuelto en su caso por el poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico

EVQ – La decisión del Tribunal Supremo de Puerto Rico no tiene base científica. Es imposible que un cirujano le cause demencia a un paciente tras una operación. Nunca he visto que eso ocurra, es una imposibilidad científica. Ningún médico en Puerto Rico ni el mundo ha visto un caso similar. Varios médicos del país revisaron la literatura mundial con resultados negativos.

– WRS – Vos estuvo casado con una paciente de Alzheimer. Es autor de un libro y de un guión relacionado al caso médico de su esposa. ¿Cuántos médicos conoce en Puerto Rico que sean autores de un libro y un guión sobre el desarrollo del Alzheimer? ¿Fue la sentencia del poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico un mecanismo para degradarlo o silenciarlo como escritor especializado en Alzheimer?

EVQ – Mi primera esposa falleció tras once años de padecer la enfermedad de Alzheimer. Escribí un libro titulado, ¿Quién eres tú? e hice una película con el mismo título que se exhibió en Puerto Rico en el 2018. Durante el juicio en el 2015 el que más sabía de la enfermedad era este servidor. Ningún otro médico en Puerto Rico ha escrito un libro sobre la enfermedad de Alzheimer. El Tribunal Supremo de Puerto Rico no conoce nada sobre esta enfermedad y menos aún de medicina.

– WRS – ¿Vos ha demandado con antelación a la acción actual en el poder judicial de los Estados Unidos de América a algún funcionario del poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico? ¿Por qué? ¿Cómo se relacionó dicha acción judicial con o en los hechos y procesos adjudicativos del caso por el que tiene ahora demandado a parte de la curia del poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en el poder judicial de los Estados Unidos de América?

EVQ – Nunca he demandado a los jueces del país anteriormente. Yo no tengo animosidad en contra de los abogados y jueces, meramente me estoy defendiendo de una injusticia en mi contra. Y al Tribunal Supremo federal denegar el caso, no tengo ninguna otra opción que esperar por el Juicio Celestial para que se me haga justicia.

– WRS – Vos ha indicado que los “abogados veneran a los jueces y les tienen terror”. ¿A qué se refiere? ¿Se basa en su experiencia en el poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico?

EVQ – En mi caso no pude conseguir un abogado que acogiera mi caso. Y consulté con un gran número de abogados prominentes y todos declinaron aceptar el caso. Les tienen terror a los jueces pues expresan que los jueces pudieran fallar en su contra en casos futuros. En efecto están expresando que los jueces en ocasiones deciden por prejuicios o discrimen y no por la justicia. Eso es horrible.

– WRS – Vos se representa por derecho propio en el poder judicial de los Estados Unidos de América en su acción judicial contra parte de la curia del poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Los abogados litigantes en dicho foro judicial estadounidense tienen que estar admitidos al ejercicio de la abogacía por el Tribunal Supremo del poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. La jurisprudencia históricamente los considera funcionarios de dicho poder judicial. ¿Cómo ese hecho ha afectado su derecho a estar representado por un abogado en el poder judicial de los Estados Unidos de América?

EVQ – Al no conseguir representación legal me tuve que representar por derecho propio ante la Corte federal de San Juan, la Corte de Apelaciones de Boston y ante el Tribunal Supremo federal. Los abogados deben tener las credenciales para acudir a los foros federales. Pero los litigantes por derecho propio (Pro Se Litigants) como yo no necesitan esas credenciales. Para prepararme tuve que leer decisiones de casos legales de Puerto Rico y Estados Unidos, tuve que leer más de 14 libros sobre el sistema judicial de Puerto Rico y de Estados Unidos.

Deben los lectores saber que sobre el 99.9% de los abogados de Puerto Rico no saben cómo llevar un caso de Certiorari al Tribunal Supremo federal. No saben siquiera que ese documento comienza con una pregunta que el Tribunal Supremo debe contestar.

Vivimos en un país con miedo. Montesquieu dijo que debemos aspirar a crear una sociedad en la que ningún ciudadano le tema a otro ciudadano. El sistema judicial de Puerto Rico y Estados Unidos está politizado y desacreditado. El mecanismo de cómo seleccionar a los jueces y de cómo evaluar a los abogados debe ser cambiado, pero no hay voluntad para eso. Pero los abogados no están felices con el sistema judicial del país.

– WRS – Vos también demandó a un perito médico que intervino como testigo experto en el caso por el cual tiene demandado al poder judicial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. ¿Logró llegar a algún acuerdo transaccional con dicho perito? ¿Por qué considera que dicho perito optó por negociar con vos?

EVQ – Ese perito mintió, incurrió en perjurio, pero la juez lo favoreció. El perito Dr. Falk incurrió en perjurio. Hasta la juez emitió su opinión durante el juicio; dijo que la paciente estaba orientada en tiempo y espacio. Los abogados demandantes expresaron que yo no sabía nada de Alzheimer, que yo no era neurólogo ni psiquiatra. La juez concluyó que el testimonio del Dr. Falk era veraz y lo que se acostumbraba a hacer por la profesión médica. Esas son expresiones llenas de una gran ignorancia y estupidez. Mi perito Dr. Carlos Isales Forsythe, graduado de la Escuela de Medicina, UPR, adiestrado en Endocrinología en la Universidad de Yale y poseedor de fondos de investigación del Instituto Nacional de Investigación (NIH) testificó que una baja aguda del calcio puede causar desorientación o pérdida de memoria transitoria, se le administra calcio y vitamina D y los síntomas se corrigen y esos pacientes no padecen de Alzheimer en el futuro.

Pero ya no tengo nada más que hacer, sino seguir viviendo con la dudosa distinción de ser el único cirujano en el planeta que causa demencia en operaciones quirúrgicas a mis pacientes.

¡Esa es una distinción médica extraordinaria otorgada por una agrupación que no sabe nada de medicina!!!

Las razones que tuvo el Tribunal Supremo federal, no divulgadas pueden ser:

1. La inmunidad, impunidad e infalibilidad estatutarias en casos resueltos por los jueces para beneficio de los propios jueces. A los jueces no se les puede demandar no importa el daño que le hagan al ciudadano que acude a su tribunal en busca de justicia.

2. La Cofradía Judicial (Broderhood)—los jueces se protegen los unos a los otros. Nadie sobrevive a una cofradía. Recuerden la novela y película de Mario Puzo, El Padrino. Ningún juez se expresa mal en contra de otro juez.

3. La aplicación de la doctrina de Edadismo (Ageism)—discriminar por edad, en octubre cumplo 85 años y es muy fácil discriminar en contra de un anciano que ni abogado tiene.

4. Las decisiones del Tribunal Supremo de Puerto Rico no tienen aplicación en la metrópolis.

5. Al Tribunal Supremo de Washington no le interesa hacer justicia y acoger un caso que pueda lastimar a los jueces de la colonia.

6. Es mucho más fácil para el Tribunal Supremo federal sacrificar, vilipendiar y humillar a un colonizado del territorio no-incorporado de Puerto Rico, que ni abogado tiene, que siquiera lastimar a sus colegas jueces del Tribunal Supremo de Puerto Rico.

7. Los jueces del Tribunal Supremo de Puerto Rico y ahora del Tribunal Supremo federal serán el hazmerreir de todos los que lleguen a conocer este caso.

8. Los Legal Clerks, Magistrados y Jueces del Tribunal Supremo federal comprendieron que si ellos aceptan mi caso yo prevalecería pues los abogados de los jueces no podrán encontrar un perito que testifique que el calcio bajo produce pérdida de memoria—estaría incurriendo en el mismo perjurio en que incurrió el perito anterior.

9. Los jueces del Tribunal Supremo federal están condonando una actuación delictiva del Tribunal Supremo de Puerto Rico utilizando la inmunidad e impunidad estatutarias y la cofradía judicial. Los jueces del sistema judicial de Puerto Rico al actuar en contubernio y común acuerdo para castigarme violan el Art. 291 del Código Penal de Puerto Rico y las secciones 241 y 242 del Código de Estados Unidos. Pero los federales declinan intervenir, son sus cófrades. Los abogados de los jueces son contratados por el Procurador General, una dependencia del secretario de Justicia. Cuando los jueces violan la ley no pueden ser defendidos bajo la Ley 9, deben contratar a sus propios abogados. ¿Pero quién puede con los jueces? Es la cofradía en marcha. Los jueces pueden ser acusados bajo la ley del Panel del Fiscal Especial independiente, Ley 2, del 1988, hecha luego del Cerro Maravilla. El Art. 4 de esa ley dice que los jueces y hasta el gobernador pueden ser acusados bajo esa ley. En mi caso los jueces del Panel Especial Independiente dicen que no tienen jurisdicción. De nuevo la cofradía en función.

10. Los jueces son inteligentes, personas educadas, pero rechazaron las expresiones lapidarias del Juez Raúl Serrano Geyls cuando en el caso Luciano Arroyo v. Pueblo de Puerto Rico (El caso del bolitero) expresó: “Nosotros los jueces no podemos ser tan ingenuos como para creer declaraciones que nadie más creería. Es tan sencillo como eso”. Los jueces que actuaron en mi caso prefirieron ser ingenuos, aceptar una mentira científica emitida por el Dr. Stephen A. Falk, y justificar en su sentencia que le causé una demencia a mi paciente. Eso como he expresado antes, es un error judicial craso, imposible de corroborar bajo ningunas otras circunstancias.

Escribí un libro titulado, “Del Estrado al Banquillo de los Acusados”. En el mismo relato el caso y luego incluyo 40 capítulos discutiendo eventos e historias relacionados al asunto en cuestión. Lo pueden conseguir en Medical Books, tel. 1-787-758-4846

Es muy difícil para mí a la edad de 85 años tener que continuar hasta mi partida de este mundo con esta injusta sentencia sobre mi conciencia de ser el único cirujano en el planeta que causa demencia a sus pacientes. La vida es ingrata, me dijo el psiquiatra y me acostó en la camilla.

Pero nadie está exento de padecer de Alzheimer. Existe un componente genético o hereditario. La inmunidad e impunidad no protege a los jueces del Alzheimer. La muerte es el igualador por excelencia.

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.