Recomiendo:
2

El músico Pau Alabajos publica Vicent Andrés Estellés. La veu d’un poble (Ed. Sembra Llibres) en el centenario de su nacimiento

Vicent Andrés Estellés: un obrero de la poesía, un compromiso vital

Fuentes: Rebelión

Las Cortes Valencianas rechazaron en febrero, con los votos del PP y Vox (que entonces gobernaban en coalición), la declaración de 2024 como Año Estellés en conmemoración del centenario del nacimiento del poeta y periodista Vicent Andrés Estellés (1924-1993), nacido en el municipio de Burjassot; la propuesta de celebración fue realizada por la coalición Compromís.

“Ante la situación política en el País Valenciano, nada favorable a reivindicar y homenajear a nuestros referentes culturales”, se constituyó la Plataforma Cent d’Estellés.

Entre las entidades que integran la Campaña figuran Ca Bassot; Acció Cultural del País Valencià (ACPV); Associació Kulturcrítics del País Valencià; Col·lectiu Ovidi Montllor de Músics; Cantants en Valencià; Escola Valenciana; Fundació Sambori; Ca Revolta; Societat Coral El Micalet y Ateneu de Bètera; recuerdan uno de los versos de Estellés: “Allò que val és la consciencia / de no ser res si no s’ès poble”.

Se trata del “poeta valenciano más importante desde Ausiàs March”, en el siglo XV, destacaron los colectivos; uno de los actos conmemorativos, organizado el 7 de septiembre en el Auditori de Burjassot, fue el Concert del Centenari; en el evento participaron cantantes y grupos como Bèrnia; Carraixet; Miquel Gil; Pau Alabajos; Rafa Xambó o Tomàs de los Santos.

El Departament de Cultura de la Generalitat de Cataluña, a través de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), rememora también la figura de Estellés; en un comunicado del 15 de febrero, se caracterizaba del siguiente modo al escritor: “Cronista de los tiempos más oscuros de la larga posguerra y del franquismo (…); Joan Fuster lo definió como un ‘poeta de realidades’” y, principalmente, del “derecho a la alegría”.   

Vicent Andrés Estellés se inició en el teatro y la poesía poco tiempo antes y coincidiendo con la guerra de 1936; a partir de 1939 se desempeñó también en oficios como hornero, orfebre o mecanógrafo; y, en Madrid, cursó estudios en la Escuela Oficial de Periodismo; en 1948 trabajó de periodista en el periódico valenciano Las Provincias, del que fue despedido tres décadas después.

La nota informativa de la Generalitat subraya que en 1978 el poeta fue distinguido con el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes; había escrito en 1953 Ciutat a cau d’orella y tres años después La nit; dos de sus obras significativas datan de 1971: La clau que obri tots els panys y Llibre de Meravelles; también a los años 70 corresponde El gran foc dels garbons y, ya en 1988, la novela El coixinet.

De estilo y tono popular, “alejado de la sofisticación formal y con una gran intensidad lírica y fuerza narrativa”, los poemas de Estellés realzan –en su diversidad temática- lo más esencial; en concreto, según la fuente citada, el amor en sus diferentes formas, la muerte, la censura, la guerra, el hambre, el miedo, la identidad o la infancia.

Pasado un siglo de su nacimiento, la editorial Sembra publicó en enero la biografía Vicent Andrés Estellés. La veu d’un poble, del músico y autor teatral valenciano Pau Alabajos; el texto de 160 páginas recorre 16 ciudades y municipios relacionados con la vida del poeta de L’Horta, además de fotografías y una selección de sus poemas.

En la introducción Alabajos recuerda unos versos de Vicent Andrés Estellés, y que el grupo musical Obrint Pas incluyó en La flama: “No et limites a contemplar / Aquestes hores que ara vénen / Baixa al carrer i participa / No podran res davant d’un poble / Unit, alegre i combatiu”.

El horno representa un lugar capital en la vida del escritor y periodista, entre otras razones porque suponía la fuente de ingresos para la familia (este era el oficio de su padre);  y así lo destaca Estellés en el libro de memorias Tractat de les maduixes (1985).

También remiten a la primera etapa vital, en Burjassot, las palabras que Vicent Andrés Estellés dedicó a su mentor, Juli Llopis, en el texto Llibre del dret a la alegría; el homenaje –con referencias a la Novena Sinfonía de Beethoven- se incluye en la obra poética Mural del País Valencià, de 1996:

“Hi ha, proclamat, un dret universal: /  el dret a l’alegria, l’alegria / molt combatuda pel tirà, i que cerca / amagatalls de luminositat: / un cop de puny ho declarava, explícit, / anorreat, aquella nit de guerra, / en una casa del meu veïnat, / arribava, després, la cançó de bressol (…)”.

En Valencia acontece una parte importante de la vida de Estellés; de hecho, en el Llibre de meravelles aparecen numerosas referencias a la ciudad; y así, en Declaració de principis VIII –incluido en Mural del País Valencià-, el poeta se sitúa en la represión de la posguerra y escribe en la estrofa inicial:

“Em permetreu, encara, un orgull personal. / He estat pobre, / açò m’ha deparat, passats mesos i llàgrimes, / motes fondes felicitats”. Y, en el mismo poema: “He viscut al centre del poble i confós amb el poble, / un entre tants, com vaig dir i ara ho canten”.

Además de la biografía editada por Sembra, Pau Alabajos ha publicado tres discos que se basan en la obra de Estellés; y, en 2024, el espectáculo de teatro y música Arbres de pols, título de uno de sus poemas.

La editorial presenta al autor de Burjassot también como a un periodista comprometido, defensor de las personas explotadas y “la reconstrucción de un país vencido”; sus poemas podían ser musicalizados -por el cantautor Ovidi Montllor-, galardonados –premio de Honor de las Letras Valencianas en 1984-; y, del mismo modo, podía leerlos en una asociación vecinal.

“Se convirtió en emblema y materia prima del movimiento popular de la Nova Cançó; mientras nuestra red cultural de base lo reconocía por todo el País, era perseguido y amenazado por la derecha franquista que aún hoy intenta censurarlo”, añade la nota de los editores.

El ensayo de Pau Alabajos concluye con unos versos del poema Goig del carrer, que tal vez resuman el sentido de la obra del escritor: “Viure ens era un regal, (…) / La vida ens era una sorpresa, / una granota viva a la butxaca”.

O, en Declaració de Principis VI: “Res no em pot complaure tant com acabar la meua vida, / el meu obscur treball, / enllestint el cant general del meu País / el seu extens mural unánime de corbelles i veles, / de taronges i de magranes”.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.