Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Atacantes suicidas desataron el pasado seis de junio otro día infernal en todo Irak, matando a por lo menos 18 e hiriendo a más de 67 personas.
Cuatro atacaron a fuerzas de seguridad iraquíes, junto con convoyes militares de EE.UU. alrededor de Bagdad. A pesar de la inmensa operación de seguridad iraquí respaldada por EE.UU. en toda la capital, los ataques no disminuyen.
La pequeña ciudad de Rawa cerca de Al-Qa’im fue nuevamente bombardeada por los militares de EE.UU. el domingo por la noche. Los militares reconocieron haber realizado el bombardeo, pero afirmaron que no hubo víctimas civiles. Hoy, en Al-Jazeera el canal satelital presentó secuencias de casas civiles arrasadas, así como de gente en la ciudad que afirmaba que siete civiles fueron muertos en los bombardeos.
En Hawija (cerca de Kirkuk), tres atacantes suicidas con coches bomba atacaron hoy puntos de control de la seguridad iraquí, matando a varios iraquíes. Mientras tanto, en Tal-Afar (cerca de Mosul), estallaron feroces enfrentamientos entre la resistencia iraquí y soldados estadounidenses. Continúan al escribir estas líneas.
Sigue siendo evidente que los planes de la administración Bush en Irak no incluyen la protección de iraquíes, o que no les importa, o las dos cosas juntas.
Recibí un mensaje electrónico de alguien en ese sentido que consideré interesante:
«Operé desde el Campo Anaconda, cerca de Balad. Casi todos, uniformados y contratistas, estaban de acuerdo en que el objetivo a largo plazo de la administración Bush se concentra sobre todo en el petróleo. Los corazones y las mentes son secundarios, muy por detrás del tema de los productos del petróleo, ya que EE.UU. sigue compitiendo por recursos en todo el mundo. Espero que los medios discutan más este tema en el futuro.»
También sobre este tema, un amigo iraquí, que es médico en Bagdad, me dijo que cuando estuvo ayer en Ramada, los soldados de EE.UU. atacaron la Facultad Médica Anbar en la que los estudiantes estaban pasando sus exámenes. Como dijo: «Ellos (los soldados de EE.UU.) destruyeron las puertas de entrada a la escuela de un modo bárbaro utilizando Humvees… y aterrorizaron a las estudiantes mientras arrestaban a dos estudiantes que estaban trabajando en sus exámenes. Luego sitiaron los hogares del decano de la universidad, junto con los de los profesores, a pesar de que sus familias se encontraban en el interior».
Mi amigo también informó que visitó recientemente Haditha (hay que recordar la «Operación Mercado Abierto») y descubrió que numerosos civiles habían sido detenidos.
«Incluso detuvieron a un amigo mío y a su padre porque encontraron papeles en su casa sobre una futura manifestación», me dijo.
Recientemente, el «gobierno» iraquí respaldado por EE.UU. anunció que había detenido a 900 «presuntos militantes». Un «presunto militante» en Irak parece ser más y más cualquiera que se encuentre en el sitio equivocado en el momento equivocado, cuando las fuerzas iraquíes o de EE.UU. realizan una operación.
Desde luego, el saqueo de las casas durante los allanamientos continúa junto con las detenciones de iraquíes inocentes. Llega hasta el punto en que como resultado de la inmensa operación de «seguridad» en Bagdad, Laith Kuba, portavoz del primer ministro iraquí Ibrahim al-Jaafari consideró necesario hacer la siguiente declaración:
«Alguna gente se ha quejado de que hay casos en los que los soldados aprovecharon para apoderarse de dinero y otros artículos. Uno no puede excluirlo. Las quejas que he oído de gente se referían a la agresividad de algunas de esas fuerzas mientras hacen cosas. Alguna gente ha sugerido a medias que han copiado algunas de las maneras de otras tropas extranjeras. Pienso que en algunos casos se trata de una crítica válida.»
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©2004, 2005 Dahr Jamail.
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