La Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) ha informado que la seguridad en la provincia iraquí de al-Anbar sigue empeorando. El número de refugiados en la zona de Heet sigue en aumento, y solo la semana pasada, cuando la crisis ha entrado ya en su tercer mes, ha generado 25.000 refugiados. Hay informaciones […]
La Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) ha informado que la seguridad en la provincia iraquí de al-Anbar sigue empeorando. El número de refugiados en la zona de Heet sigue en aumento, y solo la semana pasada, cuando la crisis ha entrado ya en su tercer mes, ha generado 25.000 refugiados.
Hay informaciones de que en varios lugares de la provincia las familias están padeciendo ahora un segundo desplazamiento, dirigiéndose ahora hacia el oeste desde los lugares que antes eran seguros, entre ellos Habaniya y al-Saqlawiya y los pueblos de al-Falahat, al-Nassaf, al-Azragiya, según indica Adrian Edwards, portavoz de ACNUR en Ginebra en un comunicado. Afirmó que Faluya continúa sitiada y las carreteras permanecen cerradas, lo que provoca carencias de alimentos, petróleo y otros suministros básicos. Los enfrentamientos armados se producen en el norte, sur y este de la provincia, incluso durante el alto el fuego de 72 horas iniciado por el gobierno iraquí que acaba ahora.
La situación también es muy inestable en Ramadi, donde los bombardeos y los enfrentamientos han sido constantes durante los últimos días tanto en la ciudad como en los vecindarios rurales.
Según Edwards. Debido a la situación de seguridad, la misión interdisciplinar -formada por ACNUR, UNICEF y la FAO- se ha visto obligada a posponer sus trabajos de evaluación en el distrito de al-Qaim, que acoge a unos 5.000 refugiados sirios.
Sin embargo, en el campo al-Obaidi, que pertenece al distrito de al-Qaim y está situado a unos 50 Km al noroeste de Bagdad, la misión interdisciplinar pudo evaluar las actuales condiciones de vida de las 2.000 personas desplazadas que viven en viviendas provisionales y en dos refugios colectivos.
«[…] El equipo identificó a muchas personas con necesidades, especialmente mujeres con cargas familiares y un gran número de hijos. En una de las visitas observaron que tres mujeres cabezas de familia vivían hacinadas con 13 niños en una pequeña vivienda», declara Adrian Edwards quien advierte que: «[…] Aunque las comunidades locales ayudan generosamente a los desplazados, la gente necesita alimentos y cuidados sanitarios.
Como ayuda inmediata, ACNUR distribuyó 300 sets de ayuda inmediata a otras tantas familias con las que el equipo pudo entrevistarse en los cuatro días que duró su visita al campo de al-Obaidy.
A fecha 6 de marzo, el número de desplazados en al-Anbar y en las otras provincias era aproximadamente de 380.000, equivalente a unas 63.494 familias. 42.059 familias de al-Anbar, la provincia más grande de Iraq, están desplazadas; 21.435 familias desplazadas provienen de otras provincias de Iraq.
El Sr. Edwards explicó que «[…] el prolongado desplazamiento supone una presión para los desplazados y también para las comunidades de acogida porque sus reservas se agotan.» ACNUR y otras agencias de ayuda están recibiendo un número creciente de solicitudes de ayuda humana y de apoyo. La falta de alojamiento o refugio es uno de los asuntos más urgentes.
El pasado 5 de marzo, el ministro de Migración y Desplazamiento junto con Naciones Unidas se presentó el Plan de respuesta estratégica para afrontar las necesidades inmediatas que padecen las personas afectadas por las luchas que se están produciendo en al-Anbar. El plan, con un presupuesto de 103,7 millones de dólares pretende cubrir la asistencia a las 240.000 personas desplazadas en el interior así como a las comunidades que los acogen y las personas atrapadas en las zonas de conflicto.
Edwards afirmó que en los próximos seis menes ACNUR necesita unos 26 millones de dólares para ayudar a los desplazados por la crisis de al-Anbar, y solo se ha reunido el 11% de esta cantidad.
Traducido para IraqSolidaridad por Paloma Valverde
Texto original en inglés aquí