El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que reconsidere las sanciones adoptadas contra Irak tras la guerra de 1990. El mandatario iraquí hizo esta petición aprovechando la visita sorpresa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, aprovechó la visita sorpresa del […]
El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que reconsidere las sanciones adoptadas contra Irak tras la guerra de 1990. El mandatario iraquí hizo esta petición aprovechando la visita sorpresa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, aprovechó la visita sorpresa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para pedir la derogación de las sanciones impuestas a Irak el 6 de agosto de 1990 tras la invasión de Kuwait cuatro días antes. El Consejo de Seguridad amplió las sanciones con la aprobación de la resolución 1.483, adoptada el 22 de mayo de 2003, dos meses después de la ocupación de Estados Unidos y sus aliados.
Al-Maliki reclamó, sobre todo, la revisión de la cláusula que «clasifica a Irak como una gran amenaza para la seguridad mundial». Otra de las cuestiones que centró el encuentro fue el futuro de la rica ciudad petrolera de Kirkuk, a 250 kilómetros al norte de Bagdad.
Ban, de regreso de Pakistán e India, le aseguró que la ONU «está en pleno proceso de revisión de todas las resoluciones. En cuanto llegue a Nueva York, solicitaré al Consejo de Seguridad que aborde la situación».
La de ayer era la segunda visita que efectúa a Irak desde marzo de 2007. En aquella ocasión, un proyectil de mortero cayó a unos 50 metros de la sala donde Al-Maliki y él se disponían a dar una rueda de prensa.
«Es tiempo para la reconciliación de todos. Estoy satisfecho por la voluntad expresada por los dirigentes políticos», manifestó Ban.
«La ONU continuará junto a Irak. Creo que habéis recorrido gran parte del camino, pero tenéis que hacer más para disfrutar de una libertad genuina, de seguridad y prosperidad», afirmó. En esa línea, instó a los iraquíes a «lograr un compromiso sobre las cuestiones constitucionales todavía pendientes, ya que es esencial para garantizar la estabilidad del país y vital para el proceso de reconciliación nacional».
Ban también reclamó el fin de la impunidad. «Más soberanía implica más responsabilidad, y esto significa menos impunidad y que los ciudadanos sientan que, de verdad, avanzan hacia un Estado de Derecho. Sólo así se logrará instaurar una seguridad verdadera», insistió.
La llegada de Ban se produjo inmediatamente después del anuncio de los resultados preliminares de las elecciones provinciales que dieron la victoria a la Coalición para el Estado de Derecho, liderada por Al-Maliki, en ocho de las nueve provincias chiíes del sur de Irak.
Resaltó que, los comicios del sábado, los primeros desde la ocupación de EEUU, «han cambiado el mapa político» y felicitó a los iraquíes por «votar en función de los programas de los candidatos al margen de las afiliaciones religiosas».