Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Un artículo de la época victoriana nos visita esta Navidad. Trae consigo los fantasmas eugenésicos de Navidades pasadas, de Navidades presentes y de Navidades que están por llegar. Ahora va a enterarse Vd. por qué Ebenezer Scrooge (*) era tan rico (superioridad genética y alto coeficiente intelectual) y por qué el pequeño Tim y todos esos pobres indigentes en el Londres victoriano merecían realmente seguir siendo pobres (genes malos).
Este es el artículo y su resumen, recién salidos del horno de la Universidad de Edimburgo:
W. David Hill, Neil M. Davies, Stuart J. Ritchie, Nathan G. Skene, Julien Bryois, Steven Bell, Emanuele Di Angelantonio, David J. Roberts, Shen Xueyi, Gail Davies, David C. M. Liewald, David J. Porteous, Caroline Hayward, Adam S. Butterworth, Andrew M. McIntosh, Catharine R. Gale & Ian J. Deary: Genome-wide analysis identifies molecular systems and 149 genetic loci associated with income [El análisis de todo el genoma identifica sistemas moleculares y 149 loci genéticos asociados con los ingresos], Nature Communications (2019), en: 10.1038/s41467-019-13585-5
«La posición socioeconómica (SEP, por sus siglas en inglés) es una construcción multidimensional que refleja (e influye) múltiples factores socioculturales, físicos y ambientales. En una muestra de 286.301 participantes del Biobank del Reino Unido, identificamos 30 loci independientes (de 29 de ellos no se sabía nada con anterioridad) asociados con los ingresos. Usando un método para metaanalizar datos de rasgos genéticamente correlacionados, identificamos 120 loci adicionales asociados con los ingresos. Estos loci muestran una clara evidencia de funcionalidad, con diferencias transcripcionales identificadas en múltiples tejidos corticales y vínculos con la neurotransmisión GABAérgica y serotoninérgica. Al combinar nuestro estudio de asociación del genoma completo sobre ingresos con datos de estudios eQTL e interacciones de cromatina, se priorizan 24 genes para el seguimiento, 18 de los cuales se asociaron previamente con la inteligencia. Identificamos la inteligencia como uno de los fenotipos causales, probablemente heredables, que podrían cerrar la brecha entre la herencia genética molecular y la consecuencia fenotípica en términos de diferencias de ingresos. Estos resultados indican que, en la era moderna de Gran Bretaña, los efectos genéticos contribuyen a algunas de las desigualdades socioeconómicas observadas «.
Ahí tienen, se han encontrado los genes por los que eres rico, y son los mismos genes que codifican la inteligencia, que es lo que investigadores de la inteligencia como los autores del artículo definen por un alto coeficiente intelectual.
El artículo sigue una versión preliminar publicada justo en marzo de este año, y en ese momento todos se preguntaban qué revista (si la hubiera) presentaría esa obra estrafalaria. Es un estudio de asociación de genoma completo (GWAS, por sus siglas en inglés), un método para intentar descubrir evidencias utilizado para correlacionar cualquier rasgo con algunos loci genómicos específicos y después emitir un comunicado de prensa por haber encontrado genes literalmente para cualquier cosa, y nada es demasiado estúpido ahí. Los psicólogos aman los GWAS.
Algo que me molesta acerca de muchos estudios genéticos es la frecuencia con la que son malos e inútiles. Hice una lista de ellos e iré actualizándola.
Algo desalentador: me preguntaba si alguien intentaba también encontrar los genes que hacían que uno estuviera excitado e INMEDIATAMENTE encontré un artículo , https://t.co/yvJuD7Hyg2
– Dan Samorodnitsky (@d_samorodnitsky) 20 noviembre 2019
El fantasma de las Navidades pasadas
El último autor del estudio de los genes del dinero, Ian Deary , es profesor de psicología en la Universidad de Edimburgo y su campo de investigación es: «Diferencias en la inteligencia humana». En su despacho , Deary tiene una foto de Francis Galton , estadista victoriano y padre fundador de la eugenesia, Galton también inventó el término. La eugenesia es una seudociencia que parece inicialmente inocua, ya que pretende abogar por que las personas inteligentes tengan hijos en beneficio de la humanidad. El supuesto del que parte es que la inteligencia se hereda genéticamente. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la eugenesia era tremendamente popular, muchos científicos se habían dedicado a ella.
Al final resultó que la eugenesia trata de consolidar realmente la supremacía de clase y raza, a la vez que «controla la natalidad» de los que considera inadecuados o perjudiciales para la sociedad, lo que significa en la práctica esterilizaciones forzadas, eutanasia y genocidio. La Alemania nazi hizo todo eso, culminando en el Holocausto, y desde entonces la eugenesia tiene mala reputación. Nadie quiere ser llamado eugenista en estos días, aunque lo que defiendan sea en realidad eugenesia.
Volviendo al presente, Deary hizo su carrera académica como estudiante de doctorado y discípulo del exacadémico de Edimburgo Chris Brand , un vil misógino y un eugenista racista de la peor calaña. Finalmente, Brand fue despedido de su puesto de profesor, pero no por ser básicamente un nazi, no, por defender la pedofilia (¡por razones de eugenesia, sic!), un despido del que Brand culpó a los judíos. Murió en 2017, pero su repugnante sitio web sigue aún online, donde, entre otras cosas, lamentó la muerte de su héroe Augusto Pinochet. ¿Cuántas carreras académicas jóvenes destruyó ese monstruo fascista Brand en su época mientras ayudaba a Deary a establecerse en Edimburgo? Ahora, su legado es un estudio que afirma que la pobreza y la falta de acceso a la educación superior son causadas por tener genes malos.
Mi sensación tras verte un poco en otros sitios de Twitter con otras personas es que esta no va a ser una conversación productiva. Con mis disculpas por la falta que tengo de tiempo para esto, voy a silenciarte. Te animo a leer sobre Ian Dreary y algún otro trabajo de Edinburgo sobre esto . Ewan Birney (@ewanbirney) 8 abril 2019
Con anterioridad, Deary había intentado conectar el cociente intelectual con el estatus socioeconómico y la salud en un artículo en The BMJ, Batty et al 2006 , titulado: «¿Explica el cociente intelectual las desigualdades socioeconómicas en salud? Evidencias de un estudio de cohorte basado en la población del oeste de Escocia». No formaba parte de la edición navideña de BMJ y, por tanto, no era una broma. De hecho, el artículo era bastante moderado y los autores no pudieron probar su hipótesis inicial. Tal vez la revisión por sus colegas en The BMJ fue más seria, mientras que en Nature Communications los editores estaban motivados por el precio por publicar de 4.290 €.
Otro autor del discutido artículo de Nature Communications es el psicólogo Stuart Ritchie , anteriormente estudiante de doctorado en Edimburgo y ahora profesor en el King’s College de Londres. Ritchie es un gran defensor de la ciencia de calidad y autor de varios artículos con el psicólogo estadounidense y profesor del King’s College, Robert Plomin , sobre la herencia y la genética de la inteligencia. Un tema incidentalmente muy popular entre eugenistas y racistas. Merece la pena leer el libro «Superior» de Angela Saini para saber que Plomin participó también de las teorías del racismo: Plomin defendió hasta su muerte al psicólogo racista Arthur Jensen contra sus críticos. Jensen afirmaba que el coeficiente intelectual se hereda, y que los estadounidenses negros tenían un coeficiente intelectual más bajo que los blancos, con todas las consecuencias de eugenesia; el infame libro racista «The Bell Curve» estaba basado en los estudios de Jensen.
Plomin sigue descubriendo regularmente el gen o los genes de la inteligencia, que quiere poner en un » chip genético «, para que los funcionarios de la escuela lo utilicen a la hora de ver a qué niños hay que educar y con qué niños no hay ni que molestarse. Tanto Plomin como Ritchie son grandes seguidores de los estudios de gemelos, y les encanta utilizarlos para encontrar nuevos genes del coeficiente intelectual.
Nueva gran revisión en Nature Reviews Genetics por Plomin & von Stumm: «La nueva genética de la inteligencia». ¡Incluye el resultado asesino que un nuevo predictor genético que explica *más del 10%* de la variación en el coeficiente intelectual ! https://t.co/XsB9IOvKaa
Por cierto, el único revisor mencionado del artículo de Nature Communications fue La economista holandesa Aysu Okbay , quien hace más de tres años publicó un artículo en Nature. Okbay et al 2016 descubrieron 74 loci genéticos para el logro educativo, básicamente genes para esos misteriosos rasgos heredables que influyen en tus profesores para darte mejores calificaciones porque respetan a tus padres.
Por supuesto, estaba bromeando, el logro educativo depende siempre y exclusivamente de la inteligencia (es decir, del coeficiente intelectual), no hay más que mirar cuán terriblemente inteligentes son los líderes actuales de EE. UU. y el Reino Unido, todos ellos con títulos de las mejores universidades. Y, de hecho, justo el año pasado, los psicólogos de Edimburgo Ritchie, Deary y David Hill elaboraron un documento donde se ubicaban los genes para la inteligencia: Hill et al Molecular Psychiatry 2018. Lo nuevo en Nature Communications es la continuación, con un mensaje más amplio.
¡Nuestro nuevo GWAS UK Biobank sobre inteligencia ya está disponible! ¡187 loci asociados! https://t.co/Xy26SzpYT5 @uk_biobank @patrickaturley @rjhaier @_r_c_a @genscot pic.twitter.com/1dqnGhbkxG
-W David Hill (@WDavidHill) 12 enero 2018
El fantasma de las Navidades presentes
Hay ya muchos que han criticado los datos y la metodología reales del artículo. Al igual que el estudio anterior, utilizaron el conjunto de datos públicos disponibles de medio millón de participantes voluntarios de UK Biobank . Pero como se trata de datos humanos, debe solicitarse el acceso y una aprobación ética. Al final resultó que los autores engañaron al UK Biobank con el señuelo de una propuesta de subvención que no tenía absolutamente nada que ver con sus planes reales de investigación eugenésica sobre el coeficiente intelectual y los ingresos. Como comentó un lector:
«Según este documento, el UK Biobank recibió la aprobación ética del Comité de Ética de Investigación (referencia REC 11/NW/0382). Este trabajo se realizó en función de la solicitud 10279 del UK Biobank».Según la investigación aprobada, la página web del Biobank enumera la solicitud 10279 como «La relación de la función cognitiva y las emociones negativas con la morbilidad y la mortalidad: una investigación etiológica».
Enterrado entre métodos de mierda :
«Para reducir los efectos de la estratificación de la población, solo se incluyeron en el análisis los participantes de un grupo de ascendencia única, los de ascendencia británica blanca». https://t.co/CFPe0n46oF –
Purbita 🌵 (@hahabita) 18 diciembre2019
El investigador principal que figura en la subvención es Catherine Gale, investigadora visitante de psicología en Edimburgo. Para asegurar el acceso al UK Biobank para este estudio de genética de ingresos, Gale tuvo que solicitar una extensión. Así es como ella razonaba:
«Un resultado que también estamos interesados en explorar, en relación con la función cognitiva previa y otros factores, es la demencia. Por ejemplo, nos gustaría investigar en qué medida la función cognitiva previa ayuda a predecir el inicio posterior de la demencia vascular, independientemente de otros factores de riesgo. Tenemos experiencia investigadora en la epidemiología cognitiva de la demencia. Este no es un resultado que especificamos en nuestra solicitud original, así que escribo para pedir aprobación para ampliar el alcance de nuestro proyecto e incluir las demencias como resultado posible«.
No es realmente honesto pretender que te esfuerzas en ayudar a los pacientes con demencia cuando en realidad tu objetivo real es demostrar que tu cómodo estatus financiero como clase media blanca se debe a que tienes genes superiores. Y: falsificar una aprobación de ética suele ser motivo suficiente para una retractación.
Por supuesto, el documento se va a basar en datos débiles mal analizados (en el mejor de los casos), como sucede siempre con los estudios que buscan promover una visión eugenista del mundo. Después de todo, no hay ciencia detrás del darwinismo social o «realismo racial», solo cientificismo de derechas. Incluso partidarios de los autores como el director del EMBL-EBI, Ewan Birney , parecen sentirse asqueados y les defienden de sus propias afirmaciones:
Bien, respiren hondo, voy a hacer un hilo en este artículo sobre la genética de los ingresos del laboratorio Deary .
Tl; los ingresos de dr son ampliamente inferiores a la inteligencia, y las variaciones genéticas comunes tienen un papel muy modesto en la determinación de los ingresos, pero es una cuestión compleja. – Ewan Birney (@ewanbirney) 17 diciembre 2019
Pero el daño ya está hecho cuando un artículo así se publica, especialmente después de recibir el sello aprobatorio de la revisión por pares en una supuesta revista de élite (como Nature Communications pretende ser).
De ahí que algunas joyas del artículo, desde el momento en que pasaron la revisión por pares, cuenten ahora como hechos científicos:
«Identificamos la neurogénesis y los componentes de la sinapsis como asociados con los ingresos. Además, vinculamos las diferencias de transcripción a través de múltiples tipos de tejido cortical, así como la neurotransmisión GABAérgica y serotoninérgica, a las diferencias de ingresos. También mostramos que los genes vinculados a las diferencias en los ingresos son predominantemente aquellos que se han vinculado previamente con la inteligencia, y que la inteligencia es uno de los posibles factores causales que conducen a las diferencias en los ingresos».
Ahora sabemos con certeza que las personas ricas son ricas debido a su inteligencia superior que está codificada en sus genes superiores. Y así es como funcionan los trabajos GWAS, usted decide qué característica desea conectar a los genes y siempre tendrá éxito:
«Aunque los ingresos, como fenotipo biológicamente distal, no estarán directamente relacionados con la variación genética (Fig. 1 ) 7 , es probable que los genes que pueden ejercer una influencia causal lo hagan a través de su efecto en fenotipos más proximales .»
Esto se traduce así: por supuesto, los ingresos no tienen nada que ver científicamente con los genes, pero hemos decidido que vamos a encontrar alguna conexión, aunque tengamos que asaltar el UK Biobank para ello. Una conexión misteriosa, que atraviesa otros órganos del cuerpo, no solo el cerebro:
«Esta combinación de datos proporciona evidencias de que algunas de las diferencias individuales en los ingresos están relacionadas con las diferencias de expresión génica en el cerebro (Figs. 4b y 5c-e ), así como también subrayan el papel de clases específicas de neuronas (Figs. 4c y 5f ). Igualmente importante es que mostramos el papel de algunos tipos de tejido fuera del sistema nervioso central (Fig. 5d ), lo que indica que los factores genéticos asociados con las diferencias de ingresos también pueden estar fuera del fenotipo de inteligencia y fuera de los tipos de tejido cortical.
Cuarto, usando datos clínicos (MR, por sus siglas en inglés) proporcionamos evidencias que implican a la inteligencia como un fenotipo potencialmente causal, en parte heredable, que podría ser un puente en la brecha entre la herencia genética molecular y la consecuencia fenotípica. Este resultado podría ayudar a explicar por qué las diferencias individuales en los ingresos son en parte heredables.
Quinto, nuestros datos muestran que los ingresos y la educación tienen correlaciones genéticas similares con muchas variables. Sin embargo, algunas correlaciones genéticas difieren dependiendo de si los ingresos o la educación se utilizan como una medida de SEP, y los que difieren tienden a ser los relacionados con la salud mental».
La medida en la que la sobreinterpretación de la derecha y el escándalo de la izquierda sobre el GWAS sintetiza, casi al pie de la letra, las conversaciones de los años 60 y 70 sobre modelos con gemelos es exasperante. Si solo los niños en estos días tuvieran una expresión mimética que capturara este sentimiento…
– Dra. Paige Harden (@kph3k) 18 diciembre 2019
Sí, tal vez la gente pobre no solo es retrasada, sino también loca y antisocial, y también lo son sus hijos. Las personas ricas, por otro lado, no solo son muy inteligentes, sino que están también perfectamente tranquilas, son sociales y bien adaptadas, al igual que sus hijos. Ese razonamiento perfectamente científico explicaría cómo la pobreza y la riqueza se heredan a lo largo de las generaciones a través de la historia. El documento concluye nuevamente, para aquellos que se perdieron la hermosa simplicidad de todo ello:
«También priorizamos 24 genes para un mayor seguimiento y evidencia del análisis eQTL, interacciones de cromatina, con asociaciones previas de inteligencia que convergen para implicar a 18 de estos genes. Además, identificamos la inteligencia como uno de los probables rasgos psicológicos causales que impulsan en parte las diferencias en los ingresos y el SEP en Gran Bretaña hoy«.
18 genes codifican tanto la inteligencia como los ingresos. ¡La ciencia ha hablado! Esta es una invitación a revivir el darwinismo social, un concepto victoriano basado en un malentendido (deliberado) de la teoría evolutiva y su concepto de la «supervivencia del más apto». La realidad de la cohesión social compleja, la reciprocidad y el mutualismo en, por ejemplo, las sociedades cánidas, se pierde por la ventana porque la idea de perro-come-perro suena mucho más emocionante. Y como es solo natural y científico, también en la sociedad humana se puede robar y explotar a los pobres hasta que caigan muertos para que los ricos puedan enriquecerse aún más, porque la genética supuestamente lo dice.
Los autores afirman esto (con palabras más científicas) en la discusión, pero seguramente alguien va a pegar el título en alguna parte loca de Internet. ¡Es por eso que los genetistas de esta área tienen que mejorar su juego de comunicación !
– Ewan Birney (@ewanbirney ) 17 de diciembre de 2019
Por supuesto, los autores dirán que nunca tuvieron la intención de respaldar el darwinismo social. Pero su trabajo y sus afirmaciones proporcionan el fundamento científico para la injusticia social, y sería un insulto para la autoproclamada alta inteligencia de los autores sugerir que carecen de cerebro para descubrir la conexión. Por supuesto que son capaces. Simplemente piensan que como académicos no es su responsabilidad porque la ciencia está de su lado. Incluso si no es así, basta con el factor de impacto sobredimensionado de Nature Communication.
El fantasma de las Navidades que están por venir
Gran Bretaña es una nación multiétnica, desgarrada por muchos conflictos internos mientras sigue obses ionada con el sistema de clases sociales, y aquí es donde el artículo hace su principal daño. Especialmente a la vista de los acontecimientos actuales del Brexit y del gobierno conservador recientemente elegido, cuya característica principal es su odio desvergonzado hacia los pobres y los inmigrantes. Deary y sus colegas proporcionan a Boris Johnson y a su gabinete de delincuentes y sociópatas los argumentos científicos perfectos para decir que no, que no existe discriminación, ni de las mujeres ni de las minorías. Los ciudadanos del Reino Unido de piel más oscura son probablemente genéticamente inferiores, por eso se les paga menos por hacer el mismo trabajo que los blancos, y rara vez obtienen títulos de Oxbridge y trabajos superiores como hacen las clases altas blancas. La inmensa riqueza heredada y acumulada por monstruos como Jacob Rees-Mogg es justamente merecida, porque las clases altas tienen mejores genes.
Aparentemente, la ciencia ha dicho que no tiene sentido desperdiciar programas de educación, bienestar e integración laboral en los pobres, porque de todos modos sus genes son malos. ¿Por qué no enviar a sus hijos a trabajar en fábricas y minas, si su composición genética les impide obtener el éxito educativo? Y si no hay suficientes trabajos para mantener ocupadas a las clases trabajadoras, comencemos una guerra. ¿Quién necesita inmigrantes cuando son genéticamente tan inferiores, como lo demuestran sus ingresos relativamente bajos? Y el NHS se puede seguramente vender a los capitalistas de EE. UU., porque las personas pobres tienen mala salud de todos modos, congénitamente. ¿Por qué malgastar el dinero en esos subhumanos tontos y enfermizos, pensarían algunos conservadores, mientras que el primer ministro genéticamente superior, Johnson, embaraza a otra amante, para Inglaterra?
La eugenesia está también volviendo a ganar popularidad en otras partes de las ciencias. El científico estrella de Harvard e imitador de Dios, George Church , sugirió anteriormente utilizar la tecnología CRISPR para criar una raza de superhumanos casi inmortal y libre de enfermedades. Ahora Church está desarrollando una aplicación de citas para ayudar a las personas a reproducirse de acuerdo a la mejor combinación genética. La idea es también eliminar todas las enfermedades en beneficio de la humanidad. Vale la pena recordar que Church solía recibir dinero del traficante sexual pedófilo Jeffrey Epstein (ahora fallecido), quien diseñó un proyecto para » sembrar a la humanidad » a través de la inseminación masiva de esclavas sexuales con su propio semen y el de otros académicos y élites.
El científico George Church habla sobre aceptar donaciones de Jeffrey Epstein https://t.co/l7hk4SCjF0
– 60 Minutes (@60Minutes) 10 diciembre 2019
La eugenesia no funciona. Nadie va a tener éxito en criar humanos más inteligentes o más ricos, aunque el equipo de Deary pueda pensar que han proporcionado una base científica sólida para eso. Todos los eugenistas se encontraron con el problema de que su proyecto de reproducción no funcionaba realmente tan eficientemente como se había planeado, y los humanos que ven como inferiores siguen estando ahí y algunos incluso tienen hijos. La solución lógica para los eugenistas frustrados era detenerlos, ya sea por esterilización en masa, o mucho más simple, por asesinato en masa. Lo que hicieron los nazis fue precisamente aplicar la eugenesia.
¡Gracias, Nature Communications, por tan útil artículo!
N. de la T.:
(*) Alusiones a Cuento de Navidad, de Charles Dickens.
Leonid Schneider es un periodista científico y viñetista. Anteriormente fue biólogo celular y molecular.
Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.