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La corriente de as-Sáder negocia con los ocupantes su despliegue en barrios shiíes

As-Sáder respalda el plan Bush para Bagdad

Fuentes: IraqSolidaridad

Según representantes de [la corriente] de as-Sáder y otros responsables shiíes, el clérigo radical shií Moqtada as-Sáder ordenó a sus milicias no enfrentarse a las fuerzas de EEUU y apoyar las negociaciones dirigidas a facilitar el despliegue de tropas estadounidenses en sus baluartes. Frente al incremento de 21.500 soldados estadounidenses planificado para asegurar Bagdad, as-Sáder […]

Según representantes de [la corriente] de as-Sáder y otros responsables shiíes, el clérigo radical shií Moqtada as-Sáder ordenó a sus milicias no enfrentarse a las fuerzas de EEUU y apoyar las negociaciones dirigidas a facilitar el despliegue de tropas estadounidenses en sus baluartes. Frente al incremento de 21.500 soldados estadounidenses planificado para asegurar Bagdad, as-Sáder ordenó a su Ejército del Mahdi, descrito recientemente por el Pentágono como la mayor amenaza para la estabilidad de Iraq, que pasaran desapercibidos y que permanecieran fuera de las calles, señalan dirigentes de as-Sáder [1].

Un acuerdo con los partidarios de este acérrimo clérigo anti-estadounidense [2] podría atenuar la preocupación de los mandos militares estadounidenses, de que cualquier intento por mantener la seguridad en Bagdad conducirá inevitablemente a un enfrentamiento con el mayor ejército privado iraquí [con hasta 60.000 efectivos, según algunas fuentes] [3]. En 2004, el ejército estadounidense libró sangrientas batallas con el Ejército del Mahdi, en Nayaf y en Medina as-Sáder, barrio shií en Bagdad, y desde entonces ha evitado enfrentamientos directos con esta milicia.

La corriente de as-Sáder ha dado su bendición a una iniciativa liderada por uno de los dos alcaldes de Medina as-Sáder para negociar los términos bajo los cuales el ejército estadounidense se pueda desplegar libremente en el área. Si las negociaciones tienen éxito, Medina as-Sáder, el baluarte del Ejército del Mahdi en la capital, escenario de dos batallas anteriores entre las tropas estadounidenses y la milicia shií, dará la bienvenida al ejército estadounidense, afirma Rahim al-Darraji, alcalde de la mitad septentrional del barrio. Al-Darraji declaró que había sido autorizado para negociar en nombre del Ejército del Mahdi y de otras facciones shiíes.

«[…] Esto significará que cada soldado estadounidense será tan bienvenido en Medina as-Sáder como cualquier ciudadano iraquí», señaló al-Daraji, quien dice ser políticamente independiente. «[…] Podrá caminar libremente por Ciudad Sáder, sentarse en cualquier restaurante que le apetezca, y ayudar en la reconstrucción de la ciudad».

Evitar el enfrentamiento

Al-Darraji dice que se ha reunido en tres ocasiones con militares de la Coalición [fuerzas de ocupación] y con altos cargos de la Embajada de EEUU desde que el presidente Bush anunciara la revisión de la estrategia para Iraq. La Embajada de EEUU ha declinado confirmar o negar que esos encuentros hayan tenido lugar. «[…] Altos cargos de la Embajada de EEUU se reúnen de manera rutinaria con aquellos que tienen interés en asuntos iraquíes. Normalmente no revelamos el contenido de esos encuentros», declara el portavoz de la Embajada Lou Fintor.

Jamal al-Shammari, un alto responsable de [las milicias de] as-Sáder en Bagdad, dijo que la corriente de as-Sáder rechazó entablar negociaciones directas con EEUU pero que aprobó «negociaciones indirectas» que podrían evitar enfrentamientos entre el Ejército del Mahdi y las fuerzas estadounidenses:

«[…] Hay órdenes estrictas dadas por sus líderes a los seguidores de as-Sáder de apoyar el nuevo plan de seguridad y de no enfrentarse con las fuerzas de seguridad iraquíes o estadounidenses.»

Si as-Sáder ordena a sus milicias quedarse al margen, existe una gran probabilidad de que su milicia, fundamentalmente voluntaria, sobreviva a la última amenaza de disolver las milicias, incapaces de emerger nuevamente una vez que las tropas estadounidenses comiencen a marcharse, dijo Joost Hiltermann, quien se encuentra en Amán junto al Grupo Internacional de Crisis [de congresistas de loa partidos Demócrata y Republicano]: «[…] El juego de Moqtada [as-Sáder] es inteligente. Los miembros del [Ejército] del Mahdi están a punto de disolverse».

Los iraquíes sunníes temen que cualquier acuerdo con la milicia shií los convierta en el blanco principal de las operaciones de seguridad venideras, aumentando así la profunda división sectaria. Se sospecha que la milicia shií se encuentra detrás de la mayoría de los asesinatos de los escuadrones de la muerte que han provocado la huida de sunníes de muchos vecindarios de Bagdad, ayudando a avivar el apoyo sunní a la resistencia. «[…] Esto es algo nuevo. El plan de seguridad no contempla acuerdos con las milicias,» dijo Naseer al-Ani, parlamentario del Partido Islámico Iraquí [4], quien afirma que no estaba al tanto de las negociaciones. «[…] El plan de seguridad pretende dar caza y eliminar a todas las milicias. El Ejército del Mahdi es una milicia, por lo que deben perseguirla».

El primer ministro Nuri al-Maliki está aliado con el movimiento de as-Sáder, cuyos parlamentarios fueron piezas clave en asegurar su elección, y muchos de los políticos sunníes aseguran no confiar en que las fuerzas de seguridad gubernamentales vayan a dar un trato igualitario a shiíes y sunníes.

Shammari, alto cargo de [las milicias de] as-Sáder, señaló que los combatientes del Ejército del Mahdi no depondrán sus armas, pero que las dejarán en casa y volverán a sus vidas normales durante el tiempo que dure el nuevo plan de seguridad. «[…] Si el plan de seguridad funciona y se pone fin al terrorismo, no habrá ninguna necesidad del Ejército del Mahdi», señaló.

Discrepancias internas

El Ejército del Mahdi controla numerosos vecindarios shiíes en Bagdad, más allá de Medina as-Sáder y algunos residentes dicen que últimamente han notado menos hombres armados en las calles. Esto puede deberse a que cientos de miles de shiíes están reunidos en la ciudad santa shií de Kárbala para la [celebración de la conmemoración] shií de la Ashura. Sin embargo, no se ha producido un cambio perceptible respecto a la violencia en la capital. Todos los días la policía recupera decenas de cadáveres asesinados por los escuadrones de la muerte, y la semana pasada un incremento de los atentados, principalmente contra blancos civiles shiíes, mató a más de 150 personas.

Aún no es seguro que las negociaciones tengan éxito. El alcalde del sector norte de Medina as-Sáder, Hasán Karim, nombrado por los saderistas, dijo que apoya los esfuerzos de al-Daraji para negociar la entrada de fuerzas de seguridad iraquíes dentro de Medina as-Sáder, pero que esperaba que no estuviera de acuerdo con el despliegue de las tropas estadounidenses. «[…] Si el gobierno envía tropas, policía o ejército, ellos serán más que bienvenidos y existirá gran cooperación entre la gente de la ciudad y esas fuerzas», afirma. «[…] Pero no con las fuerzas estadounidenses, categóricamente no. Nosotros rechazamos su presencia, no sólo en Medina as-Sáder, sino que en todo Iraq». «[…] Rahim al-Daraji es un alto funcionario […] de la ciudad. Sabe lo que hace, y no estamos contra él por estar negociando», afirma Karim. Pero, advirtió, «[…] él no representa la corriente as-Sáder, y no representa a toda Medina as-Sáder».

Una relación de las condiciones incorporadas por el consejo municipal electo de Medina as-Sáder, y presentada ante responsables iraquíes y de la Coalición, incluye una solicitud para la formación de una Fuerza de Reacción Rápida especialmente dedicada a Medina as-Sáder, compensación a las víctimas causadas por EEUU y por los atentados terroristas, el fin de todas las incursiones estadounidenses en el vecindario y la distribución entre los residentes de Medina as-Sáder de puestos de trabajo en los ministerios gubernamentales.

La liberación de prisioneros, a debate

El movimiento de as-Sáder también está exigiendo la liberación de sus detenidos, lo que ha demostrado ser uno de los temas más polémicos en las conversaciones, dijo al-Daraji. Las fuerzas estadounidenses e iraquíes han detenido en las últimas semanas a cientos de seguidores de as-Sáder, lo que incluye al alto dirigente de [la corriente] en Bagdad Abdul Hadi al-Daraji. Rahim al-Daraji señala que hasta ahora está apremiando únicamente para la liberación de las docenas de residentes de Medina as-Sáder detenidos por las fuerzas estadounidenses y por el gobierno iraquí: «[…] Medina as-Sáder está llena de personas, y las personas cometen errores. Esperamos que el gobierno [iraquí] los perdone».

Shammari dijo que hay más de 1.000 partidarios de as-Sáder detenidos y que lo que el movimiento de as-Sáder quiere es o la liberación de todos ellos o que sean llevados a juicio.

Notas de IraqSolidaridad:

1. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Bush, al-Maliki y as-Sáder: dobles parejas. La corriente as-Sáder retorna a las instituciones colaboracionistas para desactivar el conflicto con EEUU y enlaces relacionados. 2. Pese a esta reiterada caracterización en medios occidentales, as-Sáder ostenta hasta seis ministerios en el actual gobierno colaboracionista de al-Maliki y ha participado en el proceso de institucionalización de la ocupación de EEUU y Reino Unido. 3. Así se expresan en estos días mandos militares de EEUU en Iraq, mientras que asesores de seguridad de al-Maliki han propuesto integrar a la milicia de as-Sáder en el plan estadounidense de seguridad. A tiempo. la presencia de los milicianos del Ejército del Mahdi se ha reducido notoriamente en barrios shiíes de la capital (Associated Press, 10 de febrero, 2007). 4. Partido confesional sunní que ha participado intermitentemente en el proceso político impuesto por los ocupantes y actualmente está presente en las instituciones iraquíes.

Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Nadia Hassan

www.iraqsolidaridad.org