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Bagdad: Al menos 150 muertos tras producirse el ataque más mortífero desde el comienzo de la guerra en Iraq

Fuentes: The Associated Press/The New York Times

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Según declaró la policía iraquí, tres coches bombas conducidos por suicidas y dos episodios de ataques con mortero golpearon el barrio marginal chií de Ciudad Sadr en la capital, matando al menos a 150 personas e hiriendo a 238. El ataque, llevado a cabo por supuestos militantes árabes sunníes, ha sido el más mortífero del sectario enfrentamiento que desangra Iraq desde el pasado invierno.

Los chiíes respondieron casi de inmediato, disparando 10 ráfagas de morteros contra el santuario más sagrado de Bagdad, la mezquita Abu Hanifa, en la barriada de Azamiya, matando a una persona e hiriendo a 14.

También se encendieron los combates en otra zona de Bagdad cuando 30 insurgentes sunníes, armados con metralletas y morteros, atacaron el ministerio de sanidad, controlado por chiíes. Los atacantes fueron repelidos tras una batalla de tres horas, en la que intervinieron soldados iraquíes y helicópteros militares estadounidenses.

El gobierno ordenó un toque de queda por todo Bagdad que empezó a las 20,00 horas de ayer jueves, pidiendo que ni personas ni vehículos circularan por las calles de la ciudad hasta nueva orden.

Altos funcionarios mantuvieron una reunión de emergencia en casa del dirigente chií Abdul-Aziz al-Hakim para discutir, al parecer, el grave deterioro de la situación de la seguridad. El presidente Yalal Talabani, kurdo; el vicepresidente Rariq al-Hashimi, sunní; y el embajador estadounidense Zalmay Khalilzad asistieron a la misma, según informó un ayudante de al-Hakim.

Los ataques sectarios y los asesinatos en venganza no se han detenido desde que el pasado mes de febrero estalló una bomba en el santuario chií de Samarra.

A partir de las 15,10 horas [de ayer jueves], tres suicidas con coches bombas hicieron estallar sus vehículos uno tras otro con intervalos de quince minutos en Sadr City, impactando en el mercado Yamila, en el mercado al-Hay y en la plaza de al-Shahidein. Alrededor de la misma hora, dos secuencias de morteros explotaron en las plazas de al-Shahidein y Mudhaffar, manifestó la policía.

El general de brigada Abdul-Karim Jalaf, portavoz del ministerio del interior, declaró en la televisión estatal Iraqiyah que un posible suicida-bomba había sido capturado y otros tres habían huido. Dio los números de las matrículas de los coches, pidiendo a la gente que informara a la policía en caso de verlos.

Como las tres tremendas explosiones llenaron el noroeste de Bagdad de inmensas columnas de humo negro y dejaron las calles cubiertas de sangre y cuerpos carbonizados, indignados vecinos y milicianos armados chiíes inundaron las calles, maldiciendo a los musulmanes sunníes y disparando sus armas al aire.

Ciudad Sadr es el hogar del ejército Mahdi, la milicia leal al clérigo radical chií anti-estadounidense Muqtada al-Sadr.

Las ambulancias llegaron a toda velocidad para rescatar a docenas de heridos de entre los puestos de fruta y hortalizas del mercado Yamila. Los equipos de rescate retiraron también cuerpos quemados de coches y mini-buses destrozados, llevándoselos en carretillas, pero muchos cadáveres de adultos y niños permanecían aún en las calles.

Poco después del ataque, los milicianos del ejército Mahdi se desplegaron por toda la zona, montando puntos de control y bloqueando carreteras para mantener fuera a todos los extraños.

El coronel de policía Hassan Chaloub informó que en Ciudad Sadr había al menos 150 muertos y 238 heridos.

El coordinado ataque ha sido el asalto más mortífero desencadenado en una única zona iraquí desde que la guerra dirigida por EEUU diera comienzo en marzo de 2003. El peor ataque precedente se produjo tras la explosión de una bomba al sur de la ciudad de Hillah en febrero de 2004, que eligió como blanco a los reclutas de la Guardia Nacional y de la policía, en su mayoría chiíes, matando a 125 e hiriendo a más de 140.

El 2 de marzo de 2004, hubo una cifra de víctimas aún más alta, pero el ataque se llevó a cabo en dos ciudades. La acción coordinada de varios suicidas-bomba, además de varios ataques de mortero y estallido de explosivos que habían sido colocados en algunas zonas, golpeó los santuarios musulmanes chiíes en Kerbala y Bagdad, matando al menos a 181 iraquíes e hiriendo a 573.

Los combates en el Ministerio de Sanidad, al noroeste de Bagdad, dieron comienzo con fuego de artillería pesada alrededor del mediodía entre 30 supuestos insurgentes sunníes y los guardias del edificio, declararon oficiales de seguridad. El ministro de sanidad Ali al-Shemari es un seguidor de al-Sadr.

Las tropas iraquíes acudieron a la zona y cerraron todas las carreteras que conducían hasta el ministerio en la barriada de Bab al-Muadham, informaron los funcionarios de seguridad, hablando bajo anonimato porque no estaban autorizados a hacer declaraciones a los reporteros.

El teniente de policía Ali Mushin declaró que el ataque empezó a las 12,15 horas cuando tres proyectiles de mortero cayeron sobre el edificio causando daños. Después de esta acción, varios pistoleros situados en los pisos superiores de los edificios circundantes abrieron fuego, manifestó.

Los trabajadores del ministerio se vieron atrapados en el edificio durante unos minutos.

«Los pistoleros huyeron cuando empezaron a llegar helicópteros estadounidenses y vehículos blindados iraquíes. Los empleados pudieron empezar a salir alrededor de las 15,15 horas», declaró el portavoz del ministerio de sanidad Qassim Yehyah.

Varias horas antes, fuerzas iraquíes y estadounidenses peinaron una zona de Ciudad Sadr buscando a un soldado estadounidense secuestrado, matando a cuatro iraquíes, hiriendo a ocho y deteniendo a cinco, dijo la policía. La redada era la cuarta de los seis días en que las fuerzas de la coalición han estado asaltando el distrito.

Se sospecha que fue la milicia quien secuestró al soldado estadounidense Ahmed Qusai al-Taayie, de 41 años, que reside en Ann Arbor, Michigan, cuando estaba visitando, el 23 de octubre, a su esposa iraquí en Bagdad.

El ejército Mahdi es también sospechoso de haber secuestrado a docenas de personas durante el asalto a la oficina del ministerio de educación Superior que tuvo lugar 14 de noviembre. El ministerio está dirigido mayoritariamente por árabes sunníes.

En el asalto sobre Ciudad Sadr de las 4,30 de la mañana, las tropas de la coalición registraron las casas y abrieron fuego contra una furgoneta que transportaba a trabajadores iraquíes a la zona de la calle al-Fallah, matando a cuatro e hiriendo a ocho, dijo el capitán de policía Muhammad Ismail. Manifestó que las tropas habían detenido también a cinco iraquíes.

En una declaración, el ejército estadounidense confirmó el asalto y explicó que formaba parte de los esfuerzos para encontrar a al-Taayie. Confirmó la detención de cinco iraquíes y dijo que las tropas iraquíes dispararon contra un vehículo que «dió muestras de intenciones hostiles». La declaración no informó de víctimas iraquíes.

El ejército estadounidense también publicó una declaración el pasado miércoles informando que habían muerto tres marines mientras combatían en la provincia de Anbar, donde muchos insurgentes árabes sunníes tienen su base de operaciones.

Hasta el momento, durante el presente mes, han muerto 52 militares estadounidenses.

Texto original en inglés:

http://www.nytimes.com/aponline/world/AP-Iraq.html?ei=5094&en=c8c42a6fcab4f9e4&hp=&ex=1164344400&partner=homepage&pagewanted=print