Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Los habitantes de Bagdad, la capital iraquí, corren el riesgo de contraer una serie de enfermedades transmitidas a través del agua contaminada, al haberse colapsado el sistema de tratamiento de aguas residuales tras cuatro días de lluvias torrenciales, declaró el lunes pasado el Ministro de Sanidad.
Hace ya casi una semana que el profesor de 45 años Yasim Abdulah se ve obligado a comprar agua embotellada para el uso cotidiano de su familia a un precio que sus magros ingresos apenas alcanzan a pagar.
«No podemos usar agua del grifo para beber o cocinar. Son aguas residuales. Por eso he separado 100.000 dinares iraquíes (unos 75$ USA) para comprar agua para cocinar y lavarnos», dijo Abdulah, padre de cinco muchachas, desde la humilde barriada de Hurriyah en Bagdad.
El Dr. Abdul-Rahman Adil Ali, del Directorio para la Salud de Bagdad advirtió de las graves consecuencias de un sistema de aguas residuales prácticamente inoperante.
«Como el sistema de tratamiento de aguas residuales se ha colapsado, todos los habitantes están amenazados de gastroenteritis, fiebre tifoidea, cólera, diarrea y hepatitis. En algunos barrios pobres de Bagdad, la gente está bebiendo agua en la que se ha filtrado el contenido de las alcantarillas», declaró Ali.
Añadió que el Ministerio de sanidad había hecho ya preparativos para afrontar un brote inicial de enfermedades, pero expresó gran preocupación, ya que, a menos que la municipalidad pueda resolver la situación con toda rapidez y eficacia, los problemas sanitarios podrían alcanzar un nivel aterrador.
«Como primer paso, los equipos municipales deberían limpiar los lagos de aguas residuales que se han formado en calles y barriadas», declaró Ali.
La corrupción y la inmisericorde violencia que han aplastado Iraq desde la invasión estadounidense de marzo de 2003 han agravado los problemas de reconstrucción y renovación de la destrozada infraestructura de un país machacado por la guerra.
«Los iraquíes [en Bagdad] carecen de todas las necesidades básicas: casas, hospitales, electricidad, agua potable y un sistema operativo de tratamiento de las aguas residuales. Toda la infraestructura es vieja y no se ha renovado, a pesar del agudo incremento de población», dijo Hatam Yafar al-Nuaimi, portavoz para los medios de la ONG Green Iraq, volcada en las cuestiones que afectan al medio ambiente.
«Proteger el entorno y la salud de los residentes no es menos importante que la seguridad. Deberían instalarse alcantarillas nuevas, especialmente en las barriadas abandonadas de Bagdad donde los niños corren con los pies desnudos por calles sin pavimentar en medio de las aguas residuales», añadió al-Nuaimi.
Ambos, Ali, del Directorio para la Salud, y al-Nuaimi, culpan del problema de las aguas al Ministerio para la Municipalidad y Obras Públicas, que no ejecuta su trabajo como debiera.
Aunque el municipio está de acuerdo en que entra dentro de sus responsabilidades atender esos problemas, manifestó que no podía actuar con mayor eficacia a causa de los ataques violentos que sufren sus trabajadores.
«No podemos hacer nuestro trabajo debido a los ataques de los insurgentes contra nuestros empleados. En las calles, los insurgentes están eligiendo como objetivos a los trabajadores municipales y a sus coches», dijo Mowafaq Kittan, un portavoz de la Municipalidad de Bagdad.
«En los últimos nueve meses, alrededor de 600 de nuestros trabajadores han sido asesinados por los insurgentes. Necesitamos protección para poder hacer nuestro trabajo debidamente», añadió Kittan.
Texto original en inglés:
http://www.irinnews.org/report.asp?ReportID=57064&SelectRegion=Middle_East&SelectCountry=IRAQ
Sinfo Fernández forma parte del colectivo de Rebelión.