El presidente iraquí, Jalal Talabani, dijo hoy en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que no pedirá el retiro de las fuerzas militares extranjeras en tanto el ejército gubernamental no esté lo suficientemente capacitado para asumir el control del país. Mientras, se informó aquí de la muerte de dos soldados estadunidenses […]
El presidente iraquí, Jalal Talabani, dijo hoy en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que no pedirá el retiro de las fuerzas militares extranjeras en tanto el ejército gubernamental no esté lo suficientemente capacitado para asumir el control del país.
Mientras, se informó aquí de la muerte de dos soldados estadunidenses y que 38 cadáveres fueron hallados en Bagdad.
Según Talabani, combatientes que colaboran con las organizaciones de la resistencia iraquí son partidarios del derrocado presidente Saddam Hussein y se infiltran por las fronteras comunes con Irak, por lo que deberían ayudar a contener su paso.
El mandatario no ofreció detalles, pero las naciones limítrofes con el territorio iraquí son Turquía, Jordania, Siria, Irán, Arabia Saudita y Kuwait.
Mientras Talabani hablaba en la ONU, unas 500 personas realizaron una manifestación en Tikrit -ciudad de donde Hussein es originario- de apoyo al ex gobernante.
Talabani, quien llegó al poder este año, agradeció a Estados Unidos y los países que integran el ejército de ocupación en Irak por haber tomado «parte en la liberación de nuestro país de la peor dictadura conocida en la historia».
Tras la invasión estadunidense en Irak, la ONU validó el envío de contingentes militares -150 mil a la fecha, de los cuales 139 mil son estadunidenses- y apoyó las actividades tendientes a la formulación de un nuevo régimen, que pasó por la redacción de un estatuto constitucional, la selección de un presidente y la formación de un gobierno, al frente de un primer ministro.
De acuerdo con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el gobierno iraquí debe decidir la fecha en que las tropas extranjeras se retiren del país.
El gobierno estadunidense cuenta en la actualidad con más de 100 mil soldados y policías, quienes junto con otros efectivos extranjeros tratan de contener los continuos actos de guerra de la resistencia y la lucha entre sunitas y chiítas, que arroja semanalmente centenares de muertos.
Este viernes, los 38 cadáveres hallados en Bagdad tenían impactos de bala y la mayoría se hallaban con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda.
El ejército estadunidense informó en Bagdad que dos de sus soldados murieron el pasado jueves, uno a causa de las heridas que sufrió durante una operación en Anbar y el otro cuando el vehículo en que viajaba fue alcanzado por una bomba.
Los depósitos de cadáveres de la capital han recibido en agosto y septiembre unos mil 500 cuerpos de iraquíes con esas características. Muchos de ellos también tenían huellas de haber sido torturados.
Durante el día, por lo menos nueve personas murieron en hechos de guerra, al norte y sur de Bagdad.
Al acercarse el comienzo del mes del ayuno musulmán, la rama iraquí de la red Al Qaeda deseó a los insurgentes de su país nuevas «victorias», hoy en un comunicado difundido por Internet.