A poco más de dos años de la caída de Bagdad, el director y productor Arturo Cisneros ha realizado un documental a ritmo de rap, una música de denuncia con la que espera atraer a los jóvenes, con el que pretende denunciar lo que ocurrió en Irak y no se vio en los medios de […]
A poco más de dos años de la caída de Bagdad, el director y productor Arturo Cisneros ha realizado un documental a ritmo de rap, una música de denuncia con la que espera atraer a los jóvenes, con el que pretende denunciar lo que ocurrió en Irak y no se vio en los medios de comunicación.
«Creíamos que la información de la guerra (en los medios) era incompleta, tendenciosa, basada en mentiras, como luego se ha comprobado que así era», afirmó este joven director pamplonés en una entrevista con Reuters en Madrid.
El primer largometraje de Arturo Cisneros son 75 minutos intensos con duras imágenes en los que se cuentan las experiencias de un grupo de brigadistas españoles que viajó a la capital iraquí poco antes del estallido de la guerra en marzo de 2003, la gente que conocieron, sus temores, las consecuencias de los primeros bombardeos y la denuncia del armamento utilizado.
«Badgad Rap» ha obtenido el premio al Mejor Documental Internacional del Festival de Cine Independiente de Nueva York y el Barrilete de Oro al Mejor Documental Internacional en el Festival de Cine de la Juventud de Argentina.
El próximo 20 de mayo se estrenará en Madrid y Barcelona, y ya hay varias televisiones españolas que han mostrado su interés en él.
Pero este director y productor que hasta ahora había centrado su carrera en el mundo de la música, afirma que no basta con contar las cosas, sino que hay que intentar atraer al público, principalmente a los jóvenes.
«Yo había producido un corto con el que fuimos a los Goya, muy bonito, de denuncia de lo que ocurrió en Kosovo, pero nadie lo vio», reconoció. «La gente joven, que es la que a mí me interesa porque puede hacer que las cosas cambien, en general no va a ver documentales».
Por ello buscó un montaje especial, con un lenguaje audiovisual que permitiera denunciar una situación de un modo atractivo para los jóvenes. Su conocimiento del mundo del rap le llevó a intentar unir ambos mundos y así intentar seducirles.
«El rap y el hip-hop es la escena musical con más futuro», dijo Cisneros. «Los músicos de rap han heredado el papel de los cantautores protesta de los 60 y los 70».
Ahora proyecta volver a Bagdad y «cerrar el círculo», narrar lo que está ocurriendo dos años después y que no se está contando.
«A mí me gustaría seguir insistiendo en la denuncia desde un punto de vista de defensa de los derechos humanos, incluso medioambientalista», afirmó.
Cisneros, de 35 años, indicó que uno de los aspectos menos tratados de la guerra es la utilización de armamento con uranio empobrecido que algunos científicos aseguran tiene efectos desastrosos sobre el medioambiente y el organismo de las personas.
«Te quedan dos opciones: no hacer nada, y ser cómplice de todo lo que está pasando, ‘yo con mi silencio contribuyo’, y si tu conciencia te lo permite sigue adelante; si no te lo permite, como es mi caso, hay que pasar a la acción», remachó.