Recomiendo:
0

La guerra contra el Ejército del Mahdi

Basora en erupción

Fuentes: CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

El ejército iraquí está combatiendo a la milicia chií del Ejército del Mahdi por las calles de Basora una vez que el gobierno lanzó su ofensiva más seria para conseguir el control de la ciudad sureña rica en petróleo.

Nubes de humo oscuro se elevan sobre Basora, a unos 540 kilómetros al sur de Bagdad, donde los soldados iraquíes tratan de hacerse con el control de las principales calles mientras milicianos vestidos de negro contraatacan desde los callejones. «Hay enfrentamientos en las calles», dijo Yamil, que reside en la ciudad. «Las balas vienen de todas las direcciones y podemos escuchar el sonido de las explosiones de los cohetes».

Los combates se han ido extendiendo por todas las zonas chiíes de Iraq mientras el clérigo radical Muqtada al-Sadr, el líder del Ejército del Mahdi, hacia un llamamiento para una campaña de desobediencia civil que llevara a cerrar tiendas, negocios, colegios y universidades.

En el bastión sadrista de Ciudad Sadr en Bagdad, hogar de dos millones de personas, el ejército y la policía abandonaron sencillamente los controles, apoderándose los milicianos de ellos. En una declaración leída ayer por un antiguo ayudante, el Sr. Sadr llamaba a los iraquíes a organizar manifestaciones y sentadas por todo el país, añadiendo que declararía «una revuelta civil» si continuaban los ataques por parte de las fuerzas de seguridad iraquíes y estadounidenses. En Iraq, la desobediencia civil es diferente de la mayoría de los países, ya que gran parte de los manifestantes van armados o tienen acceso a las armas.

El Primer Ministro iraquí, Nuri al-Maliki, se ha trasladado a Basora, donde se dice que está supervisando la operación en la que han muerto ya 22 personas y otras 100 han resultado heridas. Sin embargo, es poco probable que se haya lanzado el asalto del ejército iraquí sin el apoyo del ejército estadounidense, cuyos aviones y helicópteros están proporcionando apoyo aéreo.

En los cuarteles sadristas de la ciudad santa chií de Nayaf se ha ordenado a los comandantes de campo del Ejército del Mahdi que estén en máxima alerta y se preparen «para combatir a los ocupantes», lo que significa que van a atacar a las fuerzas de EEUU. Si así lo hacen, eso significaría el fin del alto el fuego declarado por el Sr. Sadr el 29 de agosto del pasado año, y que fue renovado en febrero.

Esa tregua es la que, según los comandantes estadounidenses, ha contribuido de forma significativa a que haya descendido la violencia en Iraq durante los pasados seis meses. Ayer estuvieron lanzándose cohetes desde las zonas chiíes de Bagdad que estuvieron machacando el baluarte estadounidense de la Zona Verde.

Las milicias chiíes han ido controlando cada vez más Basora desde la caída de Sadam Husein en 2003. Las fuerzas británicas no pudieron nunca imponer su autoridad sobre la ciudad y finalmente transfirieron a Iraq el control de la seguridad el 16 de diciembre del pasado año, diciendo que la presencia británica estaba provocando más que reduciendo la violencia.

El Sr. Maliki ha declarado que el gobierno está intentando restaurar la ley y el orden en Basora pero que el movimiento sadrista, el movimiento de masas chií más poderoso, ve la ofensiva como un intento de desplazarles por parte de sus rivales chiíes en el Consejo Supremo Islámico de Iraq. Si llega a producirse una confrontación general, el ejército iraquí podría muy bien buscar el apoyo de los Estados Unidos y Gran Bretaña, en principio mediante ataques aéreos. Hasta ahora las fuerzas británicas no se han implicado en los combates

EEUU lleva mucho tiempo ansiando que el gobierno central recupere el control de Basora, que se asienta sobre las mayores reservas petrolíferas del mundo y que también se encuentra cerca de la principal ruta de suministro al ejército estadounidense que pasa por el oeste de la ciudad, por la autopista principal, que va desde Kuwait a Bagdad. Basora ha estado gobernada hasta ahora por señores de la guerra locales en competencia unos con otros, cada uno de ellos intentado conseguir el control de valiosas concesiones locales y negocios ilegales, como en el caso del fuel y los puertos de Basora y Umm Qasr. Un hombre de negocios iraquí que envió un contenedor desde el puerto de Umm Qasr a Arbil, en el Kurdistán iraquí, dijo que había pagado 500 dólares por los costes del transporte y 3.000 dólares más en sobornos para asegurar que todo llegara bien.

Desde que combatió a los marines en Nayaf en 2004, el Sr. Sadr ha sido muy cuidadoso para no provocar una confrontación militar general con el ejército de EEUU o con las unidades iraquíes apoyadas por los estadounidenses. Aunque sus milicianos del Ejército del Mahdi sufrieron fuertes pérdidas debido a la superioridad de las armas de las fuerzas estadounidenses, mostraron que estaban preparados para combatir hasta el final. En el laberinto de las barriadas de Basora, podrían hacer lo mismo y podrían también extender los combates por todo el sur de Iraq, de abrumadora presencia chií.

Patrick Cocburn es autor de «The Occupation: War, resistance and daily life in Iraq», y fue finalista del Premio National Book Critics’ Circle al mejor libro de no ficción de 2006. Scribner ha publicado su nuevo libro: «Muqtada! Muqtada al-Sadr, the Shia revival and the struggle for Iraq».

Enlace con texto original en inglés:

http://www.counterpunch.org/patrick03272008.html