Los fracasos de la coalición liderada por los Estados Unidos han demostrado que no hay ninguna solución militar para la violencia generada por la invasión de Irak. La experiencia de Washington es igualmente válida para las facciones iraquíes que imaginan que la lucha es el camino para la paz. Debe ser irónico para quienes han […]
Los 5000 soldados británicos en Basora se han concentrado ahora en el aeropuerto de la ciudad, desde donde sus comandantes dicen que están en posición de intervenir si las fuerzas iraquíes de la región necesitan su apoyo. La principal tarea residual de los soldados del Reino Unido es continuar el entrenamiento de las Fuerzas de Seguridad Iraquíes.
Una razón para que la paz haya retornado a Basora, para que por primera vez sus ciudadanos se sientan lo suficientemente seguros para pasear junto al Shat-el-Arab durante la tarde, es que al abandonar su posición en uno de los palacios de Saddam, los británicos han removido el mayor blanco de ataque de los militantes. La gente de Basora, por consiguiente, no tiene que soportar una zona de alta seguridad en el corazón de su ciudad ni vivir cuidándose de los constantes ataques con explosivos.
Esto no quiere decir que Basora esté ahora completamente en paz. Tres facciones shiitas rivales (el Ejército de Mehdi, de Moqtada al-Sadr; la Brigada Badr, del Consejo Supremo Islámico Iraquí, que ha ganado el mando de una parte importante de la fuerza policial, y el menos significativo partido Fadhila) se enfrentan por el control de la ciudad. Sin embargo, por el momento las actividades de estos militantes están principalmente enfocadas entre sí y no contra los ciudadanos ordinarios. El reciente ataque con un automóvil-bomba en una estación de policía que mató a tres personas e hirió a otros 20, fue atípico de la violencia militante local y se sospecha que puede haber sido el trabajo de una célula de Al-Qaeda.
Con las tropas británicas efectivamente retiradas y probablemente sin la decisión de intervenir nuevamente, es tiempo de que los iraquíes del sur busquen una solución política. Los fracasos de la coalición liderada por los Estados Unidos han demostrado que no hay ninguna solución militar para la violencia generada por la invasión de Irak. La experiencia de Washington es igualmente válida para las facciones iraquíes que imaginan que la lucha es el camino para la paz. La violencia no engendra otra cosa que más violencia; sólo la negociación traerá la paz. Aquéllos que quieren el poder solo lo podrán lograr a través de la negociación y el compromiso. Ninguna facción por sí sola podrá tomar el control por la violencia.
Por consiguiente, parece crucial en este momento, cuando los británicos han dejado el centro de Basora, que las milicias rivales usen esta victoria para encontrar un espacio común y hablar de paz. Después de todo, ellos compartieron su odio a la presencia británica en el Palacio de Basora. ¿Por qué no pueden ellos ahora estar compartiendo su ambición común por la independencia política libre de interferencias externas? Con las tropas británicas retiradas, la paz depende ahora de las facciones shiitas.
El mensaje que da esa gente que pasea al atardecer por la costanera es que Irak solo logrará la paz cuando sus ocupantes estén afuera.
La traducción pertenece a Sam More para elcorresponsal.com.