Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Señoras y señores formadores de opinión:
Las autoridades de EE.UU. se han apresurado en declarar «auténtica» la última banda vídeo de Bin Laden.
¡Qué curioso!
Justo después de la publicación de las cifras sobre la cantidad de civiles iraquíes muertos desde el comienzo de la guerra.
El informe habla de 100.000 civiles iraquíes muertos, sobre todo mujeres y niños.
El vídeo de Bin Laden llega justo a tiempo para distraer sus enfoques de Irak, donde el que mata es EE.UU.
En ese país en el que el ejército es políticamente intocable, el asunto sería una ofensa en pleno período electoral; y le costaría caro a un candidato si denunciara esos crímenes.
Entonces Bin Laden es un don divino para los dos candidatos. A uno le sirve para insistir en que la guerra contra el terrorismo no ha terminado, al otro para constatar que el primero ha fracasado lamentablemente.
Los dos dejan de recordar, igual que ustedes, que Bin Laden y los talibanes fueron la creación de los EE.UU.
No recuerdan, como lo hacen ustedes, que antes del 11-S, California se encontraba en una grave crisis económica que ponía en peligro toda la economía capitalista, ¡nada menos!
La culpa es de EE.UU.
Después de la primera invasión estadounidense de Irak, la esperanza de vida de los iraquíes descendió dramáticamente. Los 100.000 muertos se refieren sólo al «comienzo oficial» de la segunda guerra del Golfo.
Insisto en el «comienzo oficial» porque hay que recordar que los bombardeos diarios de Irak por las fuerzas de EE.UU. no cesaron después de la primera guerra dicha del Golfo, es decir desde hace 13 años, sí, 13 años de bombardeos diarios estadounidense.
¿Cuántos civiles iraquíes murieron durante esos 13 años de bombardeo? ¿Cuál es el promedio diario?
Señoras y señores formadores de opinión, a ustedes ya los engañaron durante la primera guerra del Golfo.
Porque ustedes saben desde hace varios años que esa guerra fue iniciada sobre la base de un testimonio falso, el «emocionante» testimonio falso de la hija del embajador de Kuwait en EE.UU.
Con lágrimas en los ojos declaró ante la prensa que Sadam Husein había hecho asesinar a decenas de bebés en sus incubadoras.
Señores y señores formadores de opinión, ustedes se hacen cómplices de esa mentira.
Porque hay poca gente que la conoce actualmente.
Es su responsabilidad profesional y ciudadana que la gente lo sepa.
Contrariamente a cierta propaganda que ustedes repiten, los ciudadanos del mundo han comprendido bien a Estados Unidos. Han comprendido que ese país se alimenta de la sangre de sus víctimas. La gente es democrática por naturaleza y simplemente rechaza esa dictadura mundial.