«Como Ministro de Defensa Dick Cheney aprendió a hacer la guerra; como ejecutivo de Halliburton aprendió a sacarle provecho.» Robert Bryce. The Texas Observer. 6/10/02Se privatizó la guerra. A comienzo de los noventa el Pentágono desplegó una nueva estrategia en la forma cómo se administra y atiende la guerra global: la contratación de empresas privadas […]
«Como Ministro de Defensa Dick Cheney aprendió a hacer la guerra; como ejecutivo de Halliburton aprendió a sacarle provecho.» Robert Bryce. The Texas Observer. 6/10/02
Se privatizó la guerra. A comienzo de los noventa el Pentágono desplegó una nueva estrategia en la forma cómo se administra y atiende la guerra global: la contratación de empresas privadas que se ocupen de las labores mundanas de las guerras, que laven los uniformes, que limpien la mierda, que instalen los campamentos, saquen la basura, repartan el correo, cocinen y hasta limpien los cadáveres. A un costo en dólares, los estrategas han quedado liberados de estas preocupaciones. Ofreciendo servicios expeditos, baratos y mejores, el capitalismo puede ser más eficiente que la burocracia gubernamental. Ahora, con los soldados peleando guerras y no pelando papas, la guerra se hace más fácil; pero no necesariamente más barata.
Solo en el 2002 el Pentágono pagó más de 150 billones de dólares a contratistas. Pero el costo más grande lo asume la democracia misma. La competencia para ganar contratos es poca, solo un puñado de multinacionales se favorecen de acuerdo a sus contactos dentro del círculo del poder. La probidad pública sufre serios reveses debido a que estos contratos, a parte de los secretos propios en la competencia capitalista, llevan también secretos militares. Es decir el ciudadano común no sabe cuanto de su dinero en impuestos está destinado a estas empresas para que laven y planchen los pantalones de los soldados.
Halliburton Co., la titánica compañía de servicios en áreas de petróleo creada en Texas 1919, representa uno de los casos más emblemáticos de cómo la guerra de Bush marcha de la mano con las grandes corporaciones transnacionales que sacan ganancias multimillonarias del drama humano de la conflagración. La Casa Blanca está más que abierta para la grandes corporaciones. El eslogan es «la guerra es una oportunidad para el crecimiento económico».
Involucrado hasta la médula se encuentra el vicepresidente Dick Cheney quién desde 1995 fue máximo ejecutivo de Halliburton hasta convertirse, en el 2000, en el segundo hombre de Bush. Aprovechando sus conexiones y contactos con jefes de estados – especialmente de los países del Golfo Pérsico – derivados de su cargo de Ministro de Defensa de Bush-padre, (1988-1993) Cheney logró conseguir apreciables contratos para la compañía.
Con el triunfo de Clinton, Dick Cheney pasó de Ministro de Defensa a máximo ejecutivo de Halliburton no sin antes cambiar la ley que restringía el uso de contratistas privados para trabajar en bases militares. Por ese tiempo el Pentágono comisionó a Halliburton ($3.9 millones de dólares) para realizar un estudio de cómo las compañías privadas podrían proveer un apoyo al ejército en todo tipo de servicios en las invasiones y excursiones militares de los EEUU en el extranjero. Por supuesto el Pentágono le estaba pagando a Halliburton para que «creara» su propio empleo. Después la compañía recibió 5 millones mas para continuar con la planificación y en agosto de 1992 el ejercitó contrató a la compañía por cinco años para que implementaran su plan.
Bajo la dirección de Cheney, Halliburton se afianzó como la compañía más grande del planeta. Cuando Cheney se retiró de la compañía, Halliburton anunció en agosto del 2000 la entrega de un paquetito de retiro valorado en $33.7 millones. A esta cantidad habría que sumarle otros $10 millones que Cheney hizo en salarios, acciones y bonos. También el Vicepresidente mantiene acciones por más de 18 millones de dólares y hasta el día de hoy recibe pagos diferidos por más de 150 mil dólares anuales. (Robert Bryce. The Texas Observer. 6/10/00)
Entre 1999 y el 2002, Halliburton contribuyó a las campañas políticas republicanas con más de 700 mil dólares. Por su parte la compañía tejana ha recibido hasta ahora, contratos por totales entre los $12.6 y los $16.8 billones de dólares por servicios que van desde reparar y construir nueva infraestructura petrolera hasta el corte de pelo a los reclutas en Irak. Siendo ejecutivo de Halliburton, Cheney creó un comité político para articular su candidatura a la presidencia. En este comité participaban grandes amigos que hoy son grandes contratistas en Irak. Stephen Bechtel, de Bechtel Corp, Duane Andrews vicepresidente de Science Applications International Corporation / Corporación Internacional para los Usos de la Ciencia, SAIC, y Thomas Cruikshank alto ejecutivo de Halliburton.
En Somalia Halliburton se convirtió en la empresa contratista más grande de aquel país africano. Casi todos los servicios que Halliburton proveía al ejército fueron realizados por contratistas locales. Es decir – por un total de $109 millones de dólares – Halliburton fue mayormente un subcontratista. Creándose su propio trabajo, sin competencia alguna y por los próximos cinco años, Halliburton realizó un trabajo similar en la región de los Balcanes por una suma de $2.2 billones de dólares.
En algunos países Halliburton y sus filiales han tratado de evitar los impuestos locales y han mantenido relaciones poco amistosas con la fuerza laboral nacional. Al término de su contrato en Somalia en 1994, Brown & Root Services, (también conocida como Kellogg Brown & Root, KBR) despidió a todos sus trabajadores somalíes. Estos realizaron protestas frente a la sede de la ONU en Mogadishu y fueron reprimidos a golpes de bastones y gases lacrimógenos por tropas de la ONU.
En Hungría, KBR fue obligada a pagar impuestos como cualquier otra compañía extranjera a pesar de los reclamos del Pentágono que argumentaba que KBR, como parte del ejército estadounidense, estaba exenta del pago de impuestos. Finalmente, en 1996, la compañía le pagó al gobierno húngaro $18 millones de dólares, lo cuales les fueron devueltos por el Pentágono. Durante ese mismo año, varias mujeres se quejaron de haber sido acosadas sexualmente por empleados de KBR.
Lyndon B. Johnson + Dick Cheney = Vietnam + Irak
Antes de ser adquirida por Halliburton en 1962, Brown & Root Services trabajó desde 1919 con el Ejército estadounidense en la construcción de diques, plataformas petroleras y barcos de guerra. La empresa jugó un papel central en la carrera política de Lyndon B. Johnson y fue parte importante de un consorcio que construyó casi toda la infraestructura militar en la guerra de Vietnam.
En su libro The Politician: The Life and Times of Lyndon Johnson / El Político: La Vida y la Época de Lyndon Johnson, Ronnie Dugger dice que la compañía le entregaba importantes aportes monetarios para su campañas políticas y a cambio Johnson se encargaba de conseguirle valiosos contratos gubernamentales. Este apoyo corporativo fue crucial para que Johnson fuera elegido senador en 1946 y presidente 17 años mas tarde. «Fue una relación totalmente corrupta la cual benefició tremendamente a ambosS Brown & Root se enriqueció y Johnson obtuvo poder y riquezas,» escribió Dugger en su biografía de Johnson.
La historia de Halliburton antes y después de la guerra de Irak también es representativa de cómo los personales intereses mercantiles de los ministros y asesores de Bush predominan a la hora de repartirse los jugosos contratos de las distintas agencias federales. El desempeño secreto de la presidencia, mas las influencias mercantiles sobre las políticas que salen de la Casa Blanca también invitan a nuevas dudas sobre los verdaderos motivos para la destructiva invasión a Irak.
El escrutinio a esta agraciada compañía se ha exacerbado después de que varios escándalos de sobornos y estafas se dieron ha conocer a comienzos del 2004. La subsidiaria de Halliburton Kellogg Brown & Root, encabeza la lista. KBR fue descubierta cobrando sobrecargos por comidas servidas a los soldados en Irak. Según un informe de Prensa Asociada 4/02/04, en una revisión «rutinaria» de las facturas de servicios a 53 comedores militares, la Agencia de Auditoria para Contratos de Defensa, AACD, se encontró con la sorpresa de que KBR no les estaba cobrando por el numero real de comidas servidas sino por la cantidad proyectada. KBR acordó devolverle 27.4 millones de dólares al Pentágono.
KBR también fue sorprendida cobrando precios excesivos por la gasolina llevada desde Kuwait a Irak. A un costo de $2.65 por galón – casi un $1.60 más del precio razonable – KBR sobrecargó más de 61 millones de dólares al Pentágono. Cuando la auditoria AACD demandó documentos que justificaran los precios, la compañía se negó a entregarlos. A pedido de la propia Halliburton, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, la agencia del Pentágono encargada de este tipo de contratos, emitió unilateralmente un subterfugio para no obligar a la compañía a entregar información sobre costos y precios.
¿Enredada la cosa? Veamos: Por el transporte de gasolina Halliburton le pagó a una inexperimentada subsidiaria de Kuwait; Altanmia Commercial Marketing. Está comprobado que esta decisión la tomó Halliburton y fue secundada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército. La pregunta es ¿por qué Halliburton prefirió a un inexperimentado y carero intermediario en vez de obtener los servicios directamente del gobierno de Kuwait?
Según Jane Mayer, de la revista The New Yorker ninguna gota de gasolina sale de Kuwait sin el conocimiento y consentimiento del Ministro del Petróleo Shiekh Ahmad Al-Fahad Al-Sabah. Entrevistados anónimos de Mayer dicen que Talal Al-Fahad Al-Sabah hermano del ministro y también sobrino del Emir y del Primer ministro de Kuwait tendrían secretísimos vínculos comerciales con Altanmia. El parlamento de Kuwait habría iniciado una investigación al respecto.
Halliburton también se encuentra bajo investigación por un soborno de más de 180 millones de dólares por lograr un contrato para la construcción de un proyecto de gas natural en Nigeria en los años en que Cheney trabajaba para la compañía. El presidente Olusegun Obasanjo ha pedido una investigación a alto nivel mientras que Prensa Asociada informó, 7/02/04, que el juez francés Renaud Van Ruymbeke dijo que cargos por malversación podrían ser presentados en contra de Cheney en París.
Este caso se suma a otro soborno de 2.4 millones de dólares pagados por empleados de KBR a un oficial de impuestos Nigerianos a cambio de una reducción en los impuestos que la compañía paga por hacer negocios en ese país del oeste africano. Y si esto fuera poco, en enero del 2004 Halliburton reconoció públicamente que dos de sus empleados recibieron sendos sobornos para subcontratar a una compañía de Kuwait en Irak. A raíz de esta movida Halliburton sobrecargó $6.3 millones «extra.» Forzada por el escándalo la compañía dijo que los empleados fueron despedidos y el dinero devuelto.
A través de su amigo James Harmon presidente del banco Export-Import, Cheney le consiguió a la compañía rusa Tyumen Oil un préstamo de 490 millones de dólares para realizar excavaciones petroleras en Siberia y de pasadita contratar los servicios de Halliburton. Pero hubo un escándalo cuando se descubrió una disputa entre la compañía rusa y varias compañías rivales. El Departamento de Estado intentó detener el préstamo por considerar que Tyumen estaba envuelta en actividades ilegales, pero el fiero vicepresidente trabajó arduamente, incluso en contra de la CIA. Finalmente el préstamo fue aprobado y se dice que desde entonces Cheney quedó «frustrado» con la burocracia gubernamental cuando se trata de defender a la empresa privada.
Dios no vio necesario poner las reservas petroleras en lugares democráticos
Lo que es malo para los Estados Unidos puede ser muy bueno para Halliburton. Cuando se trata de negocios da lo mismo trabajar para los terroristas que trabajar en su contra. A finales de los noventa, cuando los EEUU impusieron sanciones a Libia, Irán e Irak por un supuesto apoyo al terrorismo, la compañía realizó lucrativos negocios con estos tres países usando sus propias subsidiaras y – en el caso de Irak – a través de subsidiarias internacionales de la compañía Dresser Industries que Halliburton compró en 1998. Al parecer el uso de estas subsidiarias también le ahorraron a Halliburton el pago de impuestos en los EEUU. En 1996 Brown & Root Services fue penalizada con $3.8 millones por el delito de exportar artículos y servicios a través de una subsidiaria internacional hacia Libia.
Igual, la marina le pagó 37 millones de dólares a Halliburton para la construcción de los campos de detención en Guantánamo, Cuba y el Departamento de Estado le pagó otros 100 millones para construir una embajada en Kabul. Para el 2002 Halliburton se encontraba trabajando para las tropas estadounidenses en la República de Georgia, Uzbekistán, Kuwait, Jordania, Afganistán, Djibouti e Irak.
Soslayar la ley no es un deporte nuevo en Halliburton. El periodista Jim Hightower concluye que de hecho Cheney ayudó a construir la industria petrolera de Saddam Hussein. Durante las elecciones presidenciales del 2000, el «hipócrita» mintió cuando le dijo a Sam Donaldson de ABC que «tengo una política firme de que no haría nada en Irak ni siquiera (negocios) supuestamente legales.» Un día antes de estas elecciones el periódico Financial Times de Londres reveló que dos subsidiarias de Halliburton ayudaron a restaurar las capacidades productivas petroleras de Irak vendiéndole más tecnología petrolera que cualquiera otra compañía estadounidense; $24 millones. (Jim Hightower, The Texas Observer. 12/4/02)
«El problema es que nuestro buen Señor no vio necesario poner las reservas naturales de petróleo y gas en lugares donde existen gobiernos democráticos.» Dick Cheney. Conferencia sobre Energía. New Orleans, 1996.
A pesar de parecer un poquito exagerado echarle la culpa al Supremo Divino, Frida Berrigan dice que en esta, Cheney esta en lo correcto. El petróleo y la democracia no se mezclan. Especialmente si se considera que la mayoría de los países que suministran este preciado elemento a los Estados Unidos son dictaduras o mantiene un régimen represivo en contra de sus propios ciudadanos.
Para asegurarse un flujo constante de petróleo, Washington ha entregado ayuda y entrenamiento militar a estos países para mantener el estatu quo, es decir para que puedan defenderse de cualquier amenaza, incluidas aquellas provenientes del clamor democrático de sus propios ciudadanos. Según Berrigan, desde el 2001 países como Arabia Saudita, Nigeria, Algeria y Angola, entre otros, han recibido un aumento del 350 por ciento en ayuda y entrenamiento militar.
Cuando el asistente del Secretario de Estado para asuntos africanos William Burns dijo en un viaje a África en el 2003 «Washington tiene mucho que aprender de Algeria en las formas como se combate el terrorismo,» contradijo y obviamente no leyó el informe de derechos humanos del propio Departamento de Estado que indicaba que las fuerzas de seguridad Algerianas han cometidos numerosas torturas y crímenes extrajudiciales. (Frida Berrigan. In These Times, 4/2/04)
Camaradas del régimen: Los guerreros de Bush lo conocen todo menos la pobreza.
«No quiero ver a ningún millonario de la guerraSsurgido en los Estados Unidos como resultado de este desastre mundial. Franklin D. Roosevelt durante la Segunda Guerra Mundial.
Cheney no solo se ha preocupado en satisfacer los insaciables intereses de Halliburton. Según la revista The New Yorker, el vicepresidente tenía comunicación periódica con miembros de la Autoridad Provisional de la Coalición, Coalition Provisional Authority, CPA, en Irak, para entregarles referencias de grupos o personas interesadas en hacer negocios en ese invadido país.
Cheney ayudó al ex congresista republicano y Ministro de la Vivienda y Urbanismo Jack Kemp, ha instalarse con dos compañías: al-Ruba, yia, una compañía de 200 millones de dólares para inversiones en diversos proyectos como educacionales y energéticos y el Free Market Global dedicada al comercio de gas, petróleo y otros recursos. Tommy Franks, el comandante que lideró la invasión a Irak, es miembro del Consejo Consultivo de la compañía.
En el verano del 2003 Kemp invitó a cenar a sus buenos amigos; el vicepresidente y dos hijos del Presidente del Emirato Árabe Unido. Kemp negó a la revista The New Yorker haber recibido trato preferencial de Cheney y que la cena haya tenido connotaciones comerciales pero si reconoció que Cesar Conda, un empleado de Cheney le estaba ayudando en un plan para crear una sociedad pública y privada para desarrollar la economía iraki.
Según el reportaje de Mayer titulado Contract Sport (El deporte de los Contratos), Marty Edelman abogado de Tommy Franks dijo que el General esta esperando que pase un año para cumplir con las reglas de ética del gobierno, antes de comenzar a hacer negocios con Irak y el ejército. Cuando Mayer le preguntó a Edelman, quien también es miembro del Consejo Consultivo de Free Market Global, ¿como Kemp y Franks se unieron? este le respondió «al parecer todos los que se mueven a ese nivel se conocen entre ellos.» (Jane Mayer. Contract Sport/El Deporte de los Contratos. The New Yorker. 2/2/04)
Otro agraciado militar es el General de Ejército Wayne Downing quién es miembro del Consejo de Directores de la Corporación Internacional para los Usos de la Ciencia, SAIC, una de las empresas mas importantes contratadas por el Pentágono en Irak y conocida por pagarle a sus consejeros principales 200 dólares la hora. El General Downing, Comandante de las Fuerza Especiales durante la primera guerra del Golfo Pérsico, se ha reunido con Cheney y la CIA para discutir asuntos de inteligencia sobre Irak y ha sido consejero de Ahmed Chalabi y su Congreso Nacional Iraki.
Según la periodista Jane Mayer, aun es poco claro lo que SAIC realmente hace in Irak. De acuerdo a una de sus fuentes anónimas, una red de información tipo BBC que SAIC estaría montando, sería en realidad un trabajo militar de recolección de información para la guerra, interferencia de señales, control de la percepción y cosas similares.
Otro de los contratos de SAIC nombra a Owen Kirby quién ofrece consejería a los irakies en como construir la democracia. Kirby es el director del Instituto Republicano Internacional, una organización dedicada a «promover» la democracia a nivel internacional. ¿A quién este instituto le otorgó su Premio de la Libertad en octubre del 2001? ¡A Dick Cheney!
Otros amigos, socios y contactos que han logrado algún favor lucrativo de la guerra incluyen a Peter McPherson, ex consejero económico de Paul Bremer en Irak e íntimo amigo de Dick Cheney. Thomas Foley quien, como ex jefe de desarrollo privado de la Autoridad Provisional de la Coalición, CPA, es uno de los hombres más poderosos del nuevo régimen en Bagdad. Compañero de escuela de George Bush, Foley fue tesorero de la campaña de Bush en el Estado de Connecticut.
Paul Bremer, el ex supremo virrey de Irak, también tiene su compañía privada. Crisis Consulting Practice; una corporación creada después de aquel once de septiembre y dedicada a enseñarles a las multinacionales a enfrentar al terrorismo. «Muchos han indicado de que Bremer no es un experto en las políticas de Irak. Pero esa nunca fue la intención. El es un experto en sacarle provecho económico a la guerra contra el terror y en ayudar a las multinacionales estadounidenses a hacer dinero en lugares lejanos donde son impopulares y poco bienvenidos. En otras palabras (Bremer) es el hombre perfecto para el trabajo.» (Naomi Klein. The Nation Magazine. 6/6/03)
En vez de nombrar a un funcionario independiente como muchas agencias federales lo hacen en estos casos, Bush nombró a uno de sus ex consejeros Stuart Bowen Jr. como Inspector General para el CPA, cargo requerido por el Congreso al aprobar los dineros para Irak. L. Marc Zell, un ex socio del Subsecretario para Asuntos de la Defensa y asiduo neo-conservador Douglas Feith, está encargado de la comercialización internacional de un grupo llamado Iraqi International Law Group / Grupo Iraki Internacional de Leyes, IILG. El grupo esta dirigido por Salem Chalabi, sobrino de Ahmed, miembro del Consejo de Gobierno Iraki.
Otra de las descaradas formas de aprovecharse de las posiciones de alto nivel para obtener información de primera mano y utilizarla para provecho personal, la ofrece ex jefe del Consejo para Políticas de Defensa del Pentágono e ideólogo conservador Richard Perle. En febrero del 2003, Perle recibió un informe secreto sobre Irak y Corea del Norte y sobre nuevos sistemas de comunicación, tres semanas mas tarde, Perle ofreció una charla privada en un seminario para inversionistas sobre las formas de sacar provecho económico en ambos países. (Ken Silverstein/Chuck Neubauer. Los Angeles Times. 7/3/03)
Después de darse a conocer que había sido contratado como consultor por la empresa Global Crossing Ltd., Perle fue removido como presidente del consejo. Miembro de varios consejos de empresas contratistas de la defensa, este neo-con es también fundador de la compañía Trireme Partners, una firma que invierte en las industrias de la defensa y de la seguridad nacional. Uno de los socios en Perle en Trireme, Gerald Hillman, también fue integrado al Consejo para Políticas de Defensa del Pentágono a pesar de que no poseía experiencia alguna ni en seguridad nacional ni en defensa. (Molly Ivins, The Texas Observer. 4/7/03)
La rentabilidad de la guerra ha sido tal que un nuevo tipo de consultoría corporativa ha comenzado a proliferar en Washington; estos son los proveedores de servicios para obtener lucrativos contratos derivados de la guerra. Son los contactos al interior del gobierno que usan sus conexiones «para ayudar a sus clientes a conseguir considerables contratos gubernamentales – dinero de los impuestos ciudadanos para hacer esto y lo otro en Irak.» Se pagan buenas sumas por la consecución de jugosos contratos – sin llamados a concursos competitivos y casi sin revisión congresional, escribió el columnista Jim Hightower.
Según Hightower uno de estos es el amigo tejano de Bush y empleado de su gobierno Joe Allbaugh, quién estableció la consultoría New Bridges Strategies / Estrategias para Nuevos Puentes. Esta compañía entrega información y orientación de cómo conseguir parte de los billones de dólares que el gobierno esta inyectando en Irak. (Fueron 87 billones aprobados por el Congreso en el 2003). Sin una pizca de entendimiento ético Allbaugh ha preguntado: «¿Porque mi amigo es el Presidente de los Estados Unidos, estoy supuesto a desaparecer de esta vida? Hightower responde con otra pregunta; «No. ¿Pero acaso cree usted seriamente que alguien lo contrataría si no fuese amigo del Presidente?» (Jim Hightower. Profiteers for Hire / Se Contratan Usureros. The Texas Observer. 21/11/03)
Detrás de Halliburton, Bechtel Corp. de San Francisco, California, es la segunda compañía más prominente para los contratos en Irak. La US Agency for International Development / Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional, USAID, le ha otorgado a Bechtel contratos por valor de casi 3 billones de dólares para reparar infraestructura como caminos, puentes, plantas eléctricas, de alcantarillado y de agua potable y líneas de tren.
Después de los engorrosos eventos con Halliburton, USAID, comenzó a «democratizar» la adjudicación de contratos. En marzo del 2004 USAID asignó contratos por 5 billones de dólares a otras diversas compañías. Parson Corp fue contratada por $2.4 billones de dólares por la construcción y reparación de edificios públicos y habitacionales, de cuarteles militares, de la policía, de bomberos y de las cortes. Fluor Corp en conjunto con la constructora inglesa Amec recibieron $1.6 billones para reparar los sistemas eléctricos y de acarreo de agua.
El congresista Henry Waxman, (Distrito #30, California) miembro de la Comisión de Reformas al Gobierno de la Cámara de Representantes, y uno de los demócratas mas destacados en la lucha contra la corrupción, dijo que originalmente Halliburton había sido contratada para apagar los incendios en algunos pozos petroleros, sin embargo terminó encargada de la rehabilitación completa de toda la infraestructura petrolera de Irak.
Waxman: «Dijeron originalmente que (estas reparaciones iban a dejar esta infraestructura) a los niveles que estaban antes de la guerra. Ahora están consiguiendo dineros para mejorarla dramáticamente.» La interrogante que levanta la periodista Jane Mayer es ¿Quienes serán los dueños de estas (nuevas infraestructuras) después que los Estados Unidos terminen de pagarle a Halliburton por construirlas? Waxman responde: «Quien sabe. Nadie está diciendo nada.» The New Yorker. 2/2/04. (Henry Waxman: http://www.house.gov/reform/min/index.htm)
El Cazador de Patos, El Gobierno Secreto y la Guerra del Petróleo
La insistencia de Bush de testificar en secreto junto a su segundo hombre Dick Cheney, frente a la comisión investigadora sobre inteligencia, hizo resurgir las dudas sobre quien está verdaderamente a cargo en la Casa Blanca. Mientras una apelación pendiente en la Corte Suprema podría revelar significativos detalles sobre la camarilla personal y secreta de Cheney conocida como el Grupo de Trabajo sobre Energía, GTA, analistas políticos han manifestado que si la Corte Suprema se decide a correr el velo secreto de Bush/Cheney, el país tendría la histórica posibilidad de conocer los detalles del verdadero motivo de la invasión a Irak: el petróleo.
Dick Cheney no solo ha sido vehemente promotor de la invasión a Irak desde el mismo momento en que Bush asumió la presidencia, sino que también ha sido uno de los principales promotores del gobierno secreto. Cheney organizó un grupo secreto para discutir y proponer políticas energéticas a nivel interno de los Estados Unidos y para cuando se invadiera Irak y se capturaran sus extensos campos petroleros.
En mayo del 2001 y por «coincidencia» durante el tiempo en que se estaba compilando información para que Bush desarrollara su política energética nacional, este grupo realizó varias reuniones secretas. Amarrar perros con longanizas: Los invitados que básicamente le escribieron a Bush su plan energético fueron ejecutivos de corporaciones del petróleo y de otras áreas de la energía entre ellos Kenneth Lay, presidente de la desastrosa Enron.
Sierra Club y Judicial Watch han demandado al gobierno y en específico a Cheney por violar la ley de «gobierno abierto» del Comité Federal de Asesoramiento, Federal Advisory Committee Act, al reunirse en secreto con ejecutivos de la industria energética, analistas y consultores privados durante el proceso de formulación de la política energética nacional.
Fieramente Cheney y Co. se encuentran apelando una decisión judicial tomada en el 2003 por una corte inferior para hacer públicos los documentos que revelarían quienes y qué se discutió durante las reuniones del GTA. El caso está ahora en manos de la Corte Suprema.
¿Por qué el gobierno se ha esmerado tanto en ocultar los nombres y los temas discutidos en este grupo? Al parecer el clandestino grupo de trabajo tenía una agenda mucho más amplia que la corrupción corporativa. Larry Everest cree tener la respuesta. En su libro Oil, Power & Empire: Iraq and the U.S. Global Agenda / Petróleo, Poder e Imperio; Irak y la Agenda Global Estadounidense, Everest plantea que desde los noventas ya se venían proponiendo políticas globales basadas en la premisa de que el país que controla la producción y recursos petroleros controla el planeta.
Durante ese tiempo, billonarios contratos estaban siendo firmados entre Irak y compañías petroleras como LukOil de Rusia y Total de Francia. Estados Unidos ya estaba preocupado de quedar fuera de estas transacciones y de sus potenciales dividendos. Everest cita un revelador artículo de la época: «las compañías que se ganen los derechos para desarrollar los campos petroleros de Irak pueden estar en vías de convertirse en las mas poderosas multinacionales del próximo siglo,» Wall Street Journal, 17/04/95.
Por supuesto, muchos de estos contratos no se finiquitaron debido a las sanciones de las Naciones Unidas propuestas por los EEUU e Inglaterra en contra de Irak. Everest dice que a pesar de la continua negativa del gobierno, existen innumerables indicaciones que «la política del petróleo haya jugado un papel crucial en la invasión a Irak.» Una de ellas es el informe «Desafíos Estratégicos a las Políticas Energéticas para el Siglo 21 / Strategic Energy Policy Challenges for the 21st Century, realizado a petición del propio Cheney y dado a conocer en abril de 2001.
El Consejo Estadounidense Sobre Relaciones Internacional / US Council on Foreign Relations y el Instituto Baker para Políticas Públicas / Baker Institute for Public Policy concluyeron en dicho informe que Estados Unidos debería revisitar su política hacia Irak y las opciones militares al respecto. «Irak esta siendo un importante productor (pero inconstante políticamente), lo que pone al gobierno estadounidense en una situación difícil. Irak sigue siendo una influencia desestabilizadora para el flujo petrolero hacia los mercados internacionalesS Saddam Hussein también ha demostrado sus deseos de amenazar con el uso del arma «petróleo» y de usar su propio programa de exportación para manipular el mercado petrolero.»
A través de la Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act) algunos de los documentos del grupo oculto GTA fueron obtenidos en julio del 2002 por la organización Judicial Watch. Estos incluyen mapas de Irak y de sus campos petroleros y una lista ¡hecha en marzo del 2001! de compañías aspirantes ha recibir contratos para trabajar en los campos Irakíes. (Larry Everest. San Francisco Chronicle. 21/03/04). Estos documentos están disponibles al público en el sitio Internet de la organización: www.judicialwatch.org
Para este caso, muchos dudan de la imparcialidad de la Corte Suprema, la máxima autoridad judicial del país. El 15 de diciembre del 2003 la Corte Suprema anunció que se pronunciaría sobre la apelación de Cheney. Sin embargo tres semanas después se supo que Cheney pasó un fin de semana cazando patos nada menos que con el juez supremo Antonin Scalia, uno de los miembros derechistas de la corte. El caso levantó demandas para que Scalia se recusara del juicio por un claro conflicto de interés. Hasta la fecha Scalia se ha negado a marginarse.
*Fernando A. Torres es periodista independiente radicado en California, EEUU. Comentarios sobre la serie pueden ser enviados a <[email protected]>. Debido a la cantidad de mensajes recibidos se ruega brevedad.
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