El pasado lunes, 26 de marzo, en una rueda de prensa celebrada en Bagdad, el embajador estadounidense en Iraq, Zalmay Jalilzad, declaraba que «[EEUU y las autoridades iraquíes] estuvimos hablando con grupos que no participaban en el proceso político y que tienen vínculos con insurgentes con los que se puede alcanzar una reconciliación» [1]. El […]
El pasado lunes, 26 de marzo, en una rueda de prensa celebrada en Bagdad, el embajador estadounidense en Iraq, Zalmay Jalilzad, declaraba que «[EEUU y las autoridades iraquíes] estuvimos hablando con grupos que no participaban en el proceso político y que tienen vínculos con insurgentes con los que se puede alcanzar una reconciliación» [1]. El objetivo de los encuentros era «[…] separar más y más a estos grupos de Al-Qaeda», afirmó Jalilzad.
Jalilzad ha sido embajador de EEUU en Iraq desde junio de 2005 y será próximamente sustituido en su destino en Bagdad por Ryan Crocker. Jalilzad ha sido nombrado nuevo embajador de EEUU ante Naciones Unidas. Este cambio fue decidido a finales del año pasado por el presidente Bush como consecuencia de la clara posición de Jalilzad a favor de mantener un diálogo con la resistencia iraquí, equilibrando el apoyo de EEUU al bloque confesional shií que controla el gobierno y las instituciones colaboracionistas iraquíes. Además de llamar la atención sobre la contradicción estratégica que supone para EEUU mantener en Iraq un apoyo incondicional a fuerzas confesionales shiíes muy vinculadas a Irán, Jalilzad y altos mandos militares estadounidenses en Iraq, dada la quiebra objetiva de la ocupación, pretendían poner sobre la mesa la posibilidad de aprovechar en beneficio propio la preocupación explícita -y en ocasiones los abiertos enfrentamientos- que la actuación de Al-Qaeda en Iraq levantaba en el campo anti-ocupación iraquí [2], atrapado en una dinámica de violencia sectaria inimaginable un año atrás.
Frente a esta posición, en contra también de la opinión de los mandos militares en Iraq, la Administración Bush ponía por entonces término a los contactos intermitentemente mantenidos con la resistencia iraquí quizás desde 2005 [3] y revalidaba su apoyo al gobierno de Nuri al-Maliki como preludio del incremento de tropas estadounidenses en Iraq y la puesta en marcha del denominado «Plan de seguridad para Bagdad» en febrero de 2007 [4].
En una entrevista concedida recientemente en su residencia de la Zona Verde de Bagdad al diario The New York Times [5], Jalilzad ha indicado que los contactos con varios grupos de la resistencia comenzaron a comienzos de 2006 y se repitieron en varias ocasiones a lo largo del año. En la entrevista se identifica al Ejército Islámico y a Las Brigadas de la Revolución de 1920 entre los grupos armados cuyos representantes se habrían reunido en Amán con oficiales estadounidenses e iraquíes, citas a las que se habría unido en alguna ocasión el propio Jalilzad. Según Jalilzad, incluso el oficial militar estadounidense de mayor graduación entonces en Iraq, el general George W. Casey, «[…] estuvo implicado en los contactos hasta cierto punto».
Nunca antes había sido tan explícito el embajador saliente de EEUU en Iraq sobre el tema. Quizás se trate de una pataleta final antes de abandonar Bagdad ante lo que él considera el error definitivo de la Administración Bush: recrudecer una guerra que no se puede ganar [6] y haberse entregado plenamente a los poco fiables socios internos del confesionalismo shií iraqui representados por el primer ministro al-Maliki.
¿Nuevas conversaciones?
Sin embargo, como si de un recurrente canto de sirena se tratara, el mantenimiento de contactos actuales entre el gobierno iraquí y sectores de la resistencia iraquí por medio de intermediarios eran reiterado, a finales de marzo, a la agencia Associated Press por Saad Yusef al-Muttalibi, portavoz del ministerio iraquí de Diálogo Nacional y Reconciliación. La existencia de estas conversaciones y la participación en las mismas de oficiales estadounidenses eran ratificadas por un alto asesor del primer ministro al-Maliki en condiciones de anonimato [7].
Al-Muttalibi no ha identificado a las organizaciones armadas que estarían participando en estos nuevos y supuestos contactos, pero sí ha señalado que están excluidos de los mismos «[…] sólo [grupos asociados] a Al-Qaeda en Iraq y seguidores de Sadam Husein», si bien indicó que están participando «[…] altos responsables del Partido Baaz» -matiz sin duda interesante. Al-Muttalibi ha añadido que está prevista la continuación de los contactos y que «[…] los grupos armados insisten en que depondrán las armas y se incorporarán al proceso político sólo si se anuncia un calendario para la retirada de la tropas extranjeras lideradas por EEUU». «Este es el núcleo central de un acuerdo», aclaró.
Abdel-Rahman al-Qais, portavoz del Ejército de los Muyahidin, paraguas de las principales formaciones armadas anti-ocupación de Iraq, ha desmentido que la resistencia iraquí haya reiniciado contactos con EEUU o con el gobierno iraquí, y ha matizado las declaraciones efectuadas por Jalilzad sobre contactos anteriores a lo largo del año pasado entre EEUU y grupos armados iraquíes [8]. El portavoz del Ejército de los Muyahidin ha señalado que la resistencia no mantiene contactos actuales con los ocupantes dado que éstos no aceptan abordar en una negociación sería su salida incondicional de Iraq, y que las declaraciones del ya saliente embajador de EEUU en Iraq buscan abrir suspicacias y recelos entre las organizaciones armadas iraquíes [9].
Ciertamente, eludiendo una negociación efectiva sobre el fin de la ocupación y el desmantelamiento de las instituciones creadas por los invasores, EEUU y las fuerzas colaboracionistas iraquíes han intentado incorporar, siempre en clave de representación confesional, a organizaciones políticas definidas como «sunníes» (particularmente al Partido Islamista de Iraq), cuyos dirigentes han pretendido representar a algunos grupos islamistas de la resistencia armada [10]. Por lo demás, el núcleo central de la resistencia política y armada iraquí no reconoce como interlocutores validos a las nuevas autoridades iraquíes. Durante su gira por el Estado español, Awni al-Kalemji, portavoz de la Alianza Patriótica Iraquí [11], explicó en estos mismos términos los intentos reiterados de EEUU de abrir contactos con la resistencia armada iraquí y el fracaso de los mismos.
Notas: 1. Finantial Times, 26 de marzo, 2007.
2. Véase en IraqSolidaridad: Nota informativa de la CEOSI: La resistencia rechaza la proclamación por Al Qaeda de un Estado islámico en Iraq.
3. Sobre los reales y supuestos contactos entre la resistencia iraqui y los ocupantes, véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Previsión de escalada de enfrentamientos entre la resistencia iraquí y al-Qaeda , Carlos Varea: Las organizaciones anti-ocupación reiteran que solo negociarán con los ocupantes su retirada incondicional , Carlos Varea y Pedro Rojo: Octubre ha sido un mes crítico para la continuidad de la ocupación de Iraq y Hicham Awda: Los baazistas confirman el cierre de los contactos con EEUU y su compromiso con un Iraq democrático.
4. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: EEUU incrementa el número de tropas en Iraq y ‘reocupa’ Bagdad, Carlos Varea y Pedro Rojo: Octubre ha sido un mes crítico para la continuidad de la ocupación de Iraq , Carlos Varea: El Grupo de Estudios sobre Iraq elude un calendario de retirada de tropas y recomienda negociaciones con Siria e Irán y Carlos Varea: Fuertes combates en Bagdad anticipan la aplicación del nuevo plan de Bush .
5. The New York Times, 25 de marzo, 2007.
6. EEUU ha reconocido la muerte en combate de 71 militares en febrero y 69 hasta el 29 de marzo, es decir, casi tres al día como media. El 27 de marzo, en uno de los recurrentes bombardeos de la resistencia contra la Zona Verde en Bagdad, morían un soldado y un civil estadounidense, éste último no incluido en la cifra indicada.
7. Time, 22 de marzo, 2007.
8. Al-Jazeera, 27 de marzo, 2007 (en árabe): http://www.qudspress.com
9. Ver referencias en nota 3.
10. Véase en IraqSolidaridad: Nota Informativa de la CEOSI: Un sector de la resistencia islamista ofrece negociar con EEUU su participación en el proceso y Abdul Ilah al-Bayati: El «plan de reconciliación» responde esencialmente a los intereses de EEUU .
11. Véase en IraqSolidaridad: Documento Informativo de la CEOSI: Entrevista a Awni Al Kalemji, Frente Patriótico Nacionalista e Islámico .