Tenemos la esperanza de que el Ministerio de Cultura de Brasil (MinC) continuará su liderazgo en políticas públicas culturales inclusivas para el siglo 21. Brasil ha sido un pionero en este sentido, permítanos mencionar sólo algunos elementos que contribuyeron a que el mundo pusiera atención a las políticas culturales de su país. el diálogo abierto […]
Tenemos la esperanza de que el Ministerio de Cultura de Brasil (MinC) continuará su liderazgo en políticas públicas culturales inclusivas para el siglo 21. Brasil ha sido un pionero en este sentido, permítanos mencionar sólo algunos elementos que contribuyeron a que el mundo pusiera atención a las políticas culturales de su país.
- el diálogo abierto entre el gobierno y la sociedad, que conforma una visión de la democracia que compartimos;
- los puntos de cultura, el Foro de Cultura Digital, el Foro por los Medios Libres y otros proyectos que demostraron nuevas e innovadoras redes culturales adaptadas al siglo 21;
- el apoyo y desarrollo de software libre y su adopción en instituciones públicas, que en definitiva ha estimulado un nuevo abordaje para la gestión de los recursos compartidos. La adopción de software libre en Brasil trasciende la esfera cultural y tiene una enorme relevancia, ya que es una de las pocas iniciativas a nivel mundial en promover los bienes comunes digitales como una estrategia de gobierno;
- la adopción de modelos de licencias abiertas – como las licencias Creative Commons – por parte de las instituciones gubernamentales y las organizaciones culturales financiadas públicamente;
- el liderazgo de Brasil para sumar otros países y ayudar en la implementación de la Agenda para el Desarrollo de la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual). Esta iniciativa contribuye a balancear el sistema de propiedad intelectual de acuerdo con los diferentes niveles de desarrollo y con las nuevas formas de producción cultural, asegurando acceso al conocimiento;
- La promoción impulsada por Brasil sobre un debate más amplio en relación a las excepciones y limitaciones para las personas con discapacidades visuales en la OMPI, junto con otros países y con organizaciones de la Sociedad Civil internacional;
La apertura de Brasil hacia nuevos paradigmas de producción y diseminación de conocimiento. Su liderazgo ha sido crucial porque los paradigmas digitales abiertos serán de enorme influencia en la construcción de la cultura y los negocios del siglo 21;
La construcción del Marco Civil de Internet y el rechazo del ACTA (Anticounterfeiting Trade Agreement por sus sigla en Inglés).
Pero el tema contemporáneo más urgente en el que Brasil es pionero, es, sin embargo, la reforma de la ley de derechos de autor, que tiene como objetivo ayudar a creadores y artistas a expresar y distribuir su creatividad en un entorno legal menos restringido, para asegurar que la sociedad goce de un equilibrio de derechos en el acceso a conocimiento.
De acuerdo con la Lista de Vigilancia de Consumers International, la actual ley de derechos de autor de Brasil es una de las normas más estrictas en el mundo cuando se evalúa desde las perspectivas del acceso al conocimiento. La ley carece de muchas de las excepciones al derecho de autor que otros países tienen previstas en sus normativas y prohibe muchas de las conductas no comerciales más comunes (incluyendo la exhibición de películas para fines académicos, la copia de libros que están agotados y fuera de imprenta, el cambio de formato de contenidos digitales, tal como pasar la música de un CD a un MP3). La ley de derechos de autor de Brasil es más restrictiva, de hecho, que los tratados internacionales. A su vez, la ECAD, la gestora colectiva de Brasil, carece de transparencia y de una efectiva auditoría pública, a diferencia de lo que ocurre en muchos otros países en el mundo. Estamos convencidos de que los cambios propuestos en la ley de derechos de autores beneficiarán tanto a autores como ciudadanos.
Las deliberaciones públicas impulsadas por Brasil – debate público a lo largo de todo el país, complementado con una consulta pública oficial sostenida por el gobierno desde Internet – puede servir como un ejemplo de democracia. Pero esto sólo será sierto si los resultados de la consulta son realmente tenidos en consideración, como se prometió al principio del proceso. Esto es lo que la ciudadanía legítimamente espera de los gobiernos democráticos.
Estamos de acuerdo con nuestros colegas de Brasil, en que los resultados de un proceso abierto y democrático no pueden ser dejados de lado por la opinión de juristas o de alguna «comisión de notables».
Como numerosos académicos, juristas, organizaciones no lucrativas y de la sociedad civil, artistas y otros dijeron en su carta abierta a la Presidenta Rousseff y a la Ministra de Cultura Ana Buarque de Holanda el 28 de diciembre de 2010:
«Se ha progresado mucho en los años recientes. Y falta mucho por hacer. Un cambio en la dirección del Ministerio de Cultura significa perder todo ese trabajo logrado, así como perder una oportunidad histórica de brasil, para liderar, tal como ha estado haciendo, esta discusión a nivel global, mostrando soluciones y alternativas innovadoras y racionales, sin tener miedo de tomar nuevos caminos, sin quedar atrapada en modelos promovidos por las industrias culturales de los Estados Unidos o Europa».
Es importante destacar que existe una narrativa subyacente para todos estos nuevos caminos que Brasil tomó como políticas públicas de cultura: están inspirados en el reconocimiento pionero y abierto de que la cultura se hace en todas parte y por todas las personas, y que la cultura y la educación son derechos constitucionales y básicos.
El tesoro más importante de Brasil es su enorme diversidad cultural. Un contingente de millones de nuevos creadores es parte de la fábrica cultural de Brasil. Esto es lo que nosotros llamamos emancipación.
Durante años, en incontables ensayos, análisis y artículos de blogs, hemos señalado a Brasil como un líder internacional, como un ejemplo de país comprometido en apoyar el acceso a conocimiento y en expandir su cultura democrática. La adopción por parte del Ministerio de Cultura de las licencias Creative Commons en 2003 fue realmente una de las más sólidas y admiradas muestras de tal liderazgo.
Nosotros, como parte de la comunidad internacional, estamos preocupados por los recientes y significativos cambios en la política cultural de Brasil, que se nota en una variedad de decisiones, entre las cuales figura la remoción de la licencia Creative Commons del sitio web del MinC. Aún así, mantenemos la esperanza de que el proceso para asegurar acceso a conocimeinto por ley estará garantizado y que el diálogo para mantener una internet abierta, una cultura digital abierta y colaborativa, la expansión de los recursos educativos abiertos y la reforma de la ley de derechos de autor continuarán durante su administración.
Enviamos esta carta abierta para solicitar a la Presidente Rousseff que asegure que las políticas progresistas en materia cultural en Brasil tendrán continuidad y se expandirán, de modo tal que la sociedad civil brasileña sea escuchada y que Brasil siga siendo un ejemplo para el resto del mundo!
Mantenemos la profunda esperanza de que podremos seguir hablando de la política cultural de Brasil como la más progresista del mundo!
Lo abajo firmantes
Commons Strategies Group
Fundación Vía Libre
y otros