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La pesadilla de los refugiados de Iraq

Casi cuatro millones de iraquíes se han convertido en refugiados o desplazados internos

Fuentes: Socialist Worker

Traducido del inglés para IraqSolidaridad y Rebelión por Beatriz Morales Bastos

La ocupación estadounidense de Iraq está generando una de las mayores crisis de refugiados desde hace décadas. Informes de Refugees International, Human Rights Watch y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) documentan con detalles espeluznantes las desesperada y difícil situación de los iraquíes obligados a huir de sus casas. Cerca de dos millones de iraquíes ya han huido del país y el índice de éxodo -actualmente de al menos 100.000 al mes- muestra signos de aumentar [1].

Eso no es más que la punta del iceberg. La violencia sectaria ha obligado a otros 1.700.000 iraquíes a dejar sus casas en zonas integradas para vivir en una comunidad étnicamente pura dentro de Iraq. Esta población desplazada en el interior aumenta a razón de 50.000 personas al mes y ACNUR predice que para finales de 2007 puede llegar a las 2.700.000 personas [2].

En total, casi cuatro millones de personas de una población que antes de la guerra era de 26 millones se han convertido en refugiados o en desplazados internos. Casi uno de cada seis iraquíes ha huido de sus casas desde que EEUU invadió Iraq en 2003. Según ACNUR, «[…] el éxodo actual es el mayor movimiento de población a largo plazo desde el desalojo de los palestinos tras la creación de Israel en 1948».

Miseria terrible

Kenneth Bacon, presidente de Refugees International, afirma que Iraq representa «[…] la crisis humana del mundo que más deprisa crece. EEUU y sus aliados provocaron el actual caos en Iraq, pero están haciendo muy poco para mejorar la crisis humana».

Los refugiados del interior de Iraq viven en una miseria terrible. Afrontan la vida en ciudades de tiendas [de campaña] dentro de sus comunidades étnicas, ocupan edificios abandonados o se apiñan en las fronteras de Iraq con la esperanza de huir hacia la seguridad [3]. Según el Programa Mundial de Alimentos [de Naciones Unidas, NNUU], los refugiados representan un desproporcionado nueve por ciento de iraquíes que están indiscutiblemente desnutridos.

Las condiciones son igualmente terribles para los refugiados que han huido a los países circundantes. Human Rights Watch afirma que «[…] los iraquíes por todo Oriente Medio siguen sin estar censados, se sigue sin saber cuántos son, están desasistidos y desprotegidos». Cerca de un millón ha encontrado refugio en Siria, otros 700.000 están en Jordania -donde ahora constituyen una quinta parte de la población- y varios cientos de miles más están desperdigados por otros países.

Entre los refugiados existe una fuerte división de clase. Los iraquíes ricos y de clase media han sido capaces de comprar una forma de vida relativamente sana y salva. Pero la clase trabajadora y los pobres sufren una extrema pobreza y opresión. No se les trata como refugiados sino como visitantes temporales, sin derecho a trabajar o a los servicios sociales, atención sanitaria o educación. En esas condiciones, las mujeres iraquíes se han visto forzadas a prostituirse para proporcionar ingresos a sus familias.

Siguiendo el ejemplo de cómo EEUU trata a sus inmigrantes indocumentados, los diferentes gobiernos de la región están usando a los refugiados iraquíes como chivos expiatorios de los problemas económicos y sociales de sus países.

En Jordania, el gobierno toleró en un principio a los refugiados, pero desde los atentados con bomba contra varios hoteles de la capital, Amán, en noviembre de 2005, ha restringido duramente la entrada al país y ha limitado los derechos de los que admite. «[…] Póngase en mi lugar», señala un iraquí que trabaja en una base militar estadounidense en Jordania, que en enero del año pasado estuvo ocho horas días en medio del frío de enero esperando en la frontera con su mujer y su hijo. «[…] Te llevas a tu familia a otro país y te entrevistan como si fueras un terrorista».

Desde noviembre de 2005 Jordania también ha denegado a los iraquíes los servicios sociales, el acceso a la educación y el derecho a trabajar. Ha empezado a arrestar y deportar refugiados que o no pueden pagar los visados o han superado el plazo máximo de estancia. Peor aún, el gobierno está culpando a los iraquíes de la subida del precio de la vivienda y de la inflación, fomentando, por consiguiente, la intolerancia en relación con los refugiados. «[…] Los estadounidenses controlan este país», afirma el refugiado Abu Husein: «¿Por que no se indignan por cómo nos tratan?».

Siria, hasta ahora, ha mantenido las fronteras abiertas a los iraquíes en nombre del panarabismo. Pero Refugees International informa que «[…] Siria empezó imponiendo restricciones a los refugiados iraquíes; ahora cobra los servicios sanitarios que eran gratuitos. Igualmente, hasta hace poco se expedían visados por seis meses a los iraquíes. Los recientes cambios en la política limitan ahora el visado de los iraquíes a tres meses y los obligan a emprender viajes caros para salir del país y renovar los visados».

En el resto de Oriente Medio los iraquíes sufren una persecución similar. En Líbano, por ejemplo, que tiene unos 40.000 refugiados, el gobierno de Siniora, respaldado por EEUU, ha cerrado sus fronteras a los iraquíes y ha vuelto a detener y deportar a los que están dentro del país.

La destrucción de Iraq

Como Kristele Younes de Refugees International ha afirmado ante los periodistas, «[] Se empieza a tratar a los iraquíes como palestinos». La ocupación estadounidense es directamente responsable de la creación de este éxodo de Iraq.

Las sanciones estadounidenses, la guerra y la ocupación han destruido la economía iraquí y han llevado a la gran mayoría de la población a una pobreza desesperada. Se calcula que el desempleo llega a un 70 por ciento, cinco millones de iraquíes viven por debajo del umbral de pobreza y el 31 por ciento no tienen asegurada la alimentación [4]. Y, lo peor de todo, EEUU alimentó una guerra civil enfrentando a los tres grupos étnicos y religiosos más importantes de Iraq -sunníes, shiíes y kurdos. Hay muy pocos precedentes en la historia de Iraq de estas divisiones sectarias, pero ahora se han disparado y están fuera de control, y han llevado a sunníes, shiíes y kurdos a utilizar milicias unos en contra de otros.

La combinación de desesperación económica, guerra civil y la subsiguiente limpieza étnica ha provocado la crisis de refugiados. Los sunníes han huido a zonas de mayoría sunní y a los países vecinos de población mayoritariamente sunní. Los shiíes han hecho lo mismo en las zonas donde estaban amenazados. Un escritor iraquí captó la desesperada situación cuando escribió «[…] los iraquíes que no pueden huir del país están ahora en la cola, esperando su turno para morir».

Sin embargo, tras haber causado la catástrofe en Iraq, EEUU está faltando a su deber con estos nuevos refugiados -como antes lo hizo con los haitianos y con otras víctimas del imperialismo. «[…] EEUU y Reino Unido, que dirigieron la invasión de Iraq», escribe Human Rights Watch, «[…] apenas han prestado atención a las secuelas causadas en la región por su intervención. Ningún país ha acogido a más de un puñado de refugiados iraquíes procedentes de Jordania o de Siria». De hecho, EEUU cerró sus fronteras a todos los refugiados tras los atentados del 11 de septiembre. Finalmente, y a regañadientes, el gobierno Bush volvió a permitir la entrada de los refugiados al país, pero sólo admitió un total de 42.000 en 2005.

Respecto a los iraquíes, en todo 2005 EEUU aceptó un total de 198 personas. Este número ascendió a 202 personas en 2006 y el gobierno promete sólo 500 plazas para refugiados en 2007. Y la mayoría de esos refugiados habían solicitado su admisión antes de la invasión estadounidense. Human Rights Watch informa de que el gobierno Bush ha admitido el elevado número de 12 refugiados de la actual crisis.

Como cabía esperar, EEUU no ha gastado prácticamente nada en ayuda a los refugiados. Sólo destinó 35 millones en 2006, una gota en el océano comparado con los ocho mil millones al mes que le cuesta la ocupación. «[…] No conozco a nadie en el gobierno [Bush] que considere esto un tema prioritario», afirma Livinia Limon, presidente del Comité Estadounidense para los Refugiados e Inmigrantes.

Sin salida

Los iraquíes desesperados no pueden ni siquiera solicitar el estatuto de refugiado en Bagdad, por no hablar de Jordania o Siria. «[…] Ni siquiera estamos cumpliendo con nuestras obligaciones básicas con los iraquíes que han estado en peligro por trabajar para el gobierno estadounidense», declara Kirk Johnson, quien en 2005 trabajó para la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional [USAID]. Esto ha encendido el resentimiento incluso entre los iraquíes que colaboraron con la ocupación. Un intérprete iraquí, Amar, se quejaba de la negligencia estadounidense: «[…] No han dicho nada a favor de los iraquíes», afirma; «[…] nos sentimos como una maldita basura».

EEUU no sólo ha financiado apenas su propio programa de refugiados sino que en realidad ha recortado su apoyo a ACNUR desde los 19,9 miles de millones de dólares en 2005 a 7,9 miles de millones de dólares en 2006. Por lo tanto, también NNUU ha sido incapaz de afrontar la crisis de refugiados. Sólo dispone de un presupuesto de 700 mil dólares para ayuda de los refugiados iraquíes en Siria, menos de un dólar al año para cada refugiado. Como documenta Refugees International, «[…] la falta de recursos impide además a ACNUR controlar los flujos futuros [de refugiados] y ayudar a los más vulnerable. Con equipos básicos en Jordania, Líbano y Siria, ACNUR no puede registrar a los refugiados que llegan a los puestos fronterizos».

Para tratar de mejorar la funesta situación, NNUU lanzó una campaña dirigida a recaudar 60 millones de dólares para ayudar a los 200 mil refugiados más vulnerables. Pero esto no es más que una gota en el océano de iraquíes que huyen de la ocupación y de la guerra civil.

Se debe añadir la creciente crisis de refugiados de Iraq a la larga lista de crímenes que EEUU está cometiendo con su ocupación. El movimiento contra la guerra debe exigir no sólo un inmediato fin de la ocupación y las compensaciones para Iraq, sino también que EEUU financie el reasentamiento de los refugiados y admita a todos y cada uno de los refugiados que buscan asilo en EEUU.

Notas de IraqSolidaridad:

1. Véase en IraqSolidaridad: Iraq: la mayor crisis de refugiados mundial actual. Según NNUU, 2,3 millones de iraquíes han huido de su país desde el inicio de la ocupación y enlaces relacionados.
2. No todos los desplazados internos lo son como consecuencia de la violencia sectaria. Varias decenas de miles de personas han sido desplazadas o se encuentran sin hogar en la provincia de al-Anbar por los operativos de EEUU contra la resistencia a lo largo sobre todo de 2004 y 2005 contra las ciudades de Faluya, Ramadi, Hadiza y al-Qaim.
3. Sobre los refugiados palestinos de Iraq, véase en IraqSolidaridad:
Los palestinos de Iraq: Refugiados por segunda vez. Cientos de palestinos huidos de Iraq se encuentran abandonados en el desierto y enlaces relacionados.
4. Véase en IraqSolidaridad:
Jeff Leys: Iraq y el Fondo Monetario Internacional: ‘Guerra económica’. Draconianas condiciones del Acuerdo Temporal con el FMI para la liberalización económica y enlaces relacionados.

IraqSolidaridad (www.iraqsolidaridad.org)
Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Beatriz Morales Bastos