El prestigioso lingüista y experto político estadounidense Noam Chomsky cree que no hay «ninguna posibilidad» de que Estados Unidos y Reino Unido permitan que haya un Irak «soberano e independiente» después de las elecciones iraquíes del próximo 30 de enero, ya que, a su juicio, el casi seguro Gobierno chií surgido de los comicios seguramente […]
El prestigioso lingüista y experto político estadounidense Noam Chomsky cree que no hay «ninguna posibilidad» de que Estados Unidos y Reino Unido permitan que haya un Irak «soberano e independiente» después de las elecciones iraquíes del próximo 30 de enero, ya que, a su juicio, el casi seguro Gobierno chií surgido de los comicios seguramente intentaría acercarse a Irán (uno de los grandes objetivos estratégicos de Estados Unidos en estos momentos) y a las regiones chiíes de Arabia Saudí para crear un nuevo bloque regional chií que controlase el petróleo y actuase unido, incluso con armas de destrucción masiva (ADM), contra el «gran enemigo» Israel.
«No veo ninguna posibilidad de que Reino Unido y Estados Unidos permitan un Irak soberano e independiente; esto es casi inconcebible», afirmó Chomsky, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts (este), en una entrevista que publica hoy, 24 de enero, el diario londinense ‘The Independent’.
A juicio de Chomsky –una de las principales referencias del pensamiento izquierdista actual–, las elecciones del 30 de enero crearán «una mayoría chií» cuyo «primer paso, probablemente, será intentar reconstituir las relaciones con Irán». «No es que sean partidarios de (el líder supremo iraní, el ultraconservador Alí) Jamenei, sino que querrán ser independientes», precisó. En todo caso, afirmó el profesor, las relaciones entre Bagdad y Teherán son «naturales», y bajo el anterior régimen de Sadam Husein «ya se habían comenzado a restaurar las relaciones con Irán».
En tal caso, esta situación podría «instigar cierto grado de autonomía en las amplias regiones chiíes de Arabia Saudí», un país en el que «se encuentra la mayor del petróleo» y que produce alrededor de la cuarta parte del crudo mundial.
BLOQUE REGIONAL CHII
Como resultado de ello, «en un futuro no muy lejano, se podría proyectar un posible bloque regional de dominio chií que incluyera a Irán, Irak y las regiones productoras de petróleo de Arabia Saudí» y que «monopolizaría de hecho las fuentes principales del petróleo mundial». «¿Lo va a permitir Estados Unidos? Es inadmisible», aseveró Chomsky, quien destacó que para Estados Unidos, el control del petróleo de Irak le otorga «una fuerta posición desde la que ejercer incluencia en el mundo».
Aparte, «un Irak independiente trataría de restaurar su posición como potencia, quizás hegemonizando el poder en el mundo árabe», lo cual «significa que trataría de rearmarse y enfrentarse al enemigo regional, que es Israel». «Bien podría desarrollar ADM para contrarrestar a Israel. Es inconcebible que Estados Unidos y Reino Unido lo permitan», añadió.
La posible posesión de armas de destrucción masiva por parte de Sadam Husein fue el principal argumento de Washington para la invasión estadounidense y británica de Irak, que comenzó en abril de 2003, y para presionar política y diplomáticamente a países como Irán o Corea del Norte.